Y ¿cuáles son los mejores fritos?
Cuando se viaja, uno de los mayores placeres consiste en probar diferentes platos en cada destino.
Y esa es también la ventaja de salir de casa: comer menús diferentes, saborear otras preparaciones.
De ahí que las personas muy escrupulosas no disfrutan tanto en los paseos; prefieren quedarse en casa para comer lo que les da seguridad. Una actitud respetable, cada uno con sus ‘cadaunadas’.
En esta oportunidad quiero destacar los mejores fritos que he encontrado en mis viajes por cerca de mil pueblos colombianos.
Criterios de Evaluación.
Para la selección tuve en cuenta los siguientes criterios: Apariencia, Higiene, Suavidad, Crocancia, Valor Nutritivo, Aderezos y Servico al Cliente. Sin dejar a un lado otra característica muy importante para el mochilero: el precio.
Un buen frito debe ser suave y crocante a la vez. Y estas características están muy ligadas a qué tanto tiempo hace que el frito salió del perol.
Lo ideal es comer las frituras recién sacadas del aceite caliente. A medida que pasa el tiempo van perdiendo sus propiedades organolépticas.
Y ni hablar de la higiene, esencial no solo para un mayor disfrute, sino por condiciones de salud.
En cuanto a los Aderezos, qué importantes son, sobre todo tratándose de fritos. Porque una papa rellena, una empanada sin ají dulce o picante para echarle después del primer mordisco, perdieron el año…
En Boyacá.
Qué delicia de empanadas con carne y huevo cocido, las que venden en Tota (Boyacá).
Semejantes ricuras las elabora una señora aseada y amable. Los fritos le quedan suaves y crocantes al mismo tiempo y, de un sabor exquisito.
Apariencia, higiene, valor nutritivo y suavidad, fueron los ítems con mejor calificación de estos fritos.
De los tres municipios boyacenses que me falta conocer, uno de ellos es Berbeo y para llegar hasta ese pueblo tendré que pasar de nuevo por Tota.
Adivinen con qué sueño…
En la Ruta del Sol.
Viajando por la ‘Ruta del Sol, entre San Alberto y Bosconia (Cesar), está ‘Cuatro Vientos’, un corregimiento de El Paso, por donde sale la carretera para El Banco (Magdalena).
Generalmente se llega allí con hambre y sed. Y oh, desgracia, casi siempre aparece el vendedor de chicharrón con yuca, ofreciendo sus fritos a los transehuntes. No pues, ¿quién se resiste a semejante tentación?
No están calientes, las condiciones higiénicas del charol descubierto en un sitio tan convulsionado no serán las mejores, pero ¿cómo desaprovechar la oportunidad de un mata-hambre tan especial como es un chicharrón carnudo?
Y para contrarrestar la grasa: yuca cocida muy tierna. Que se muera la muerte…
En el Meta.
‘El Emporio’ es un sector cerca a la Plaza de Mercado de Villavicencio (Meta), donde se toman los colectivos que van para Paratebueno (Cundinamarca).
En la esquina donde estacionan los autos, está la cafetería con las mejores empanadas de pollo que he comido.
Cuánto sabor, con buena porción de pechuga y el ají de acompañante, ah, me supieron a gloria.
Por otros $1.500 repetí la dosis y ya con eso quedé almorzado.
En fin, en otra oportunidad ‘saborearemos’ los mejores fritos de otros municipios de Colombia. Buen provecho.