Viajes a $5.000 Sabaneta (Antioquia).
Algunas personas me comentan:
-
¿Ah, no mijo, usted fue que se ganó el Baloto, o qué?
- Claro que no, les respondo. Para viajar, más que dinero, se requiere actitud, ganas, deseos de aventura.
Y es cierto: uno puede comenzar a hacerse viajero a partir de traslados cortos y económicos, en su misma ciudad.
Ese es el propósito de esta sección que continúa hoy, para mostrar lugares de Colombia a los cuales se puede llegar de manera fácil y con menos de $5.000!
Increíble que se pueda disfrutar tanto con esa cantidad…
Para ser viajero, importa más la actitud, la capacidad de asombro, el espíritu de aventura y el deseo de compartir con otros.
Por ejemplo, veremos hoy, cómo los habitantes del Valle de Aburrá pueden hacer un paseo genial utilizando el transporte en Metro y en los alimentadores del Sistema.
‘Las Lomitas’ es un sitio espectacular al sur-oriente del Área Metropolitana, en donde se obtiene una panorámica muy amplia de todo el Valle del Aburrá, desde La Estrella hasta Bello.
¿Qué hay que hacer?
Echar mano de la tarjeta Cívica del Metro, pagar un pasaje para llegar hasta la estación Itagüí o La Estrella y allí subirse al bus integrado ‘Las Lomitas’ que lo llevará hasta el alto en mención. Si se suma el costo de ida y regreso, no pasa de dos dólares por persona.
¡Genial!
Desde el sitio ‘Las Lomitas’ o ‘La Tuna’, como lo llaman otros, la vista es encantadora, especialmente en horas de la mañana cuando el sol está sobre el oriente. Aunque por la tarde la estrella tutelar también ilumina bien la parte de Medellín y el norte del Valle del Aburrá.
La ruta alimentadora del Metro pasa cerca al parque de Sabaneta, sube por el sector de la Doctora, UniSabaneta y la Universidad San Martín y continúa luego por carretera muy empinada que los conductores del alimentador saben sortear muy bien.
Curvas cerradas, pendientes inclinadas, pero con paisajes verdes y sitios desconocidos.
Luego de coronar el alto, a unas cuatro cuadras de iniciar el descenso es el momento de bajarse, justo donde hay una cafetería sobre mano izquierda.
Los días festivos también hay una venta de empanadas y gaseosas en la calle que sale hacia el norte, tan pronto se inicia el descenso.
A bordo de la vía se puede apreciar un cafetal de hojas brillantes y cerezas rojas, si es tiempo de cosecha.
Ah y ¿qué tal si espera que oscurezca para ver las luces de Medellín y el Valle de Aburrá encendidas? El panorama es de ensueño. Verá con claridad esa hermosa mancha amarilla que corre paralela al río Medellín.
Ahora si le toca una noche de luna, tanto mejor. Desde allí el planeta se puede admirar muy bien desde cuando aparece detrás de la carretera de Las Palmas para iniciar su recorrido por la bóveda celeste.
Si lo desea, puede bajar a pie por un sendero diferente por el que sube el transporte y de paso tomar algo en el parque de Sabaneta, que es bien agradable; o si es muy creyente, orar en el santuario de María Auxiliadora.
Con seguridad que llegará a su casa feliz, cansado pero satisfecho. Así es como se forma un viajero, y usted ha comenzado a ser aventurero. Felicitaciones.