Vegachí (Antioquia)
Martes 28 de febrero de 2012
A la una de la tarde me bajé en Puente Gabino, del bus que venía de Guadalupe y siguió para Medellín.
Quiero conocer algunos pueblos del Nordeste Antioqueño, a los cuales no he ido aún.
En este punto esperaré carro para cualquiera de las poblaciones que siguen.
Mientras tanto le pedí a un muchacho que me tomara una foto junto a los avisos de la carretera, que indican el número de kilómetros que hay hasta cada municipio.
No había guardado todavía la cámara cuando un campero Misubishi, al que le puse la mano. Iba hasta Vegachí y quedamos en que le pagaría $10.000 por llevarme.
Era un campero modelo 2.001 pero en excelente estado. Me impresionó la estabilidad del carro, pues aunque el chofer manejaba rápido, el vehículo casi no se movía en las curvas.
Otra cosa buena es que no hubo música sonando, así que pude conversar cómodamente con mi anfitrión.
Hasta Yolombó el pavimento es en asfalto y de mi patria chica en adelante, son cuadros de cemento armado, los que forman el piso de la vía.
Casi todo el recorrido anduvimos por parajes muy hermosos, con montañas bajas y verdes, prados ganaderos y variadas especies de aves y árboles. De vez en cuando casas campesinas con jardín al frente.
Una de las maravillas naturales que me impresionó, fueron los nidos de mochilero, el pájaro gulungo u oropéndula, que cuelgan desde las ramas de los árboles más altos.
Son como jíqueras o bolsas colgantes muy especiales, en las cuales estos pájaros tienen sus crías.
Y el ave que los construye es también muy hermoso: de plumaje negro y pico amarillo, tiene la particularidad que cuando vuela, despliega debajo de las alas, un abanico de plumas amarillas que lo hace más vistoso y original.
Otra cosa que me llamó la atención en esta carretera es el poco tráfico que tiene. Muy pocos vehículos se encuentra uno mientras viaja, más que todo buses con pasajeros, las camionetas de contratistas y algunas motos.
Ahora cuando los grupos armados se han controlado está bien, pero antes del 2002, debió ser arriesgado desplazarse por esta troncal del nordeste.
Antes y después de Yalí me cautivaron las palmeras que los dueños de los predios han sembrado a bordo de la carretera. Todavía están jóvenes y se ven un poco amarillas, pero cuando se desarrollen suficientemente van a engalanar el paisaje.
Seguramente algún alcalde con conciencia ecológica lideró esta campaña.
No se ven muchas casas a orilla de la carretera, pero las que hay exhiben matas florecidas en los corredores del frente.
El paisaje sigue igual: pequeñas montañas sucesivas y separadas entre terrenos planos donde generalmente pasta el ganado.
De Yolombó hasta Vegachí la carretera es en descenso continuo porque claro, Yolombó es más bien frío y Vegachí cálido.
A las 2:45 de la tarde entramos a Vegachí. Ya desde antes el conductor me había recomendado para almorzar el Restaurante de la señora Gloria Álvarez, a solo una cuadra del parque principal. Me sirvieron fríjo0les y costilla de cerdo muy rica. Las chicas que atienden son simpáticas y comedidas.
Alguien entró al comedor comentando con alegría que el próximo sábado habrá gallera, un espectáculo de muerte, que es de las pocas entretenciones que tienen los vegachiceños.
Vegachí es un pueblo pequeño, con una calle central muy comercial y algunas cuadras decoradas con palmeras airosas.
Dejé el morral en el restaurante y salí a fotografiar los puntos más destacados del pueblo.
Primero anduve por el puente colgante, que se mueve bastante cuando uno lo atraviesa.
Después llegué hasta el otro puente metálico debajo del cual transcurre un río un poco sucio pero menos mal, protegido por guaduales verdes.
Volcán y La Cruz, son los nombres de los ríos que atraviesan a Vegachí.
Unas niñas que iban en bicicleta me pidieron que las fotografiara y no me hice rogar, ya que me recordaron los años felices de la infancia.
Actualmente están restaurando casi desde cero, el parque del pueblo, y en el 2015 fue inaugurado el Parque Educativo Maruja Martínez.
La iglesia parroquial tiene una única torre cuadrada con reloj arriba. Por dentro no es gran cosa.
A las 3:45 salí en la flota que por $12.000 me llevará hasta Segovia.
El alcalde de Vegachí, hasta el 2015 fue el señor Faver Armando Vidal Escudero y hasta el 2019 José María Ohoa Muñoz.
Este municipio tiene en total 11 mil vegachiceños, de los cuales 6.000 viven en el casco urbano y 5 mil en las veredas.