Una actitud asertiva.
En los viajes es frecuente vivir situaciones incómodas o difíciles, casi siempre cuando menos se esperan.
Tres tipos de respuesta.
De acuerdo a la manera como reaccionamos antes las ofensas o las adversidades, podemos diferenciar tres tipos de personas: sumisos, agresivos o asertivos.
Los sumisos son aquellos individuos que permiten que los demás abusen de ellos o permanecen inmóviles ante un problema, como esperando que la dificultad desaparezca por sí sola.
Los violentos no piensan antes de actuar, sino que su respuesta es agresiva, incontrolada y de consecuencias funestas.
El asertivo en cambio, es aquella persona que no se deja dominar, pero tampoco reacciona airadamente, sino que analiza la situación y actúa racionalmente para solucionarla en el menor tiempo posible.
Conductor irresponsable.
Viajando de San Gil a Barbosa (Santander), tuve una experiencia bien interesante. Al lado del conductor escuché sus planes para los meses venideros, pues estaba próximo a jubilarse, luego de 35 años de trabajo ininterrumpido.
Sucedió que apenas la buseta en la que venía adelantó otra de empresa diferente, comenzó la disputa por los pasajeros que había en el camino. Cada uno quería llevar la delantera y mi conductor incluso cometía imprudencias adelantando a otros vehículos en doble línea.
Entonces con la disculpa que allí daba el sol, en una parada me pasé para un puesto de atrás, no fuera que nos chocáramos y por ir adelante llevara la peor parte.
Ser asertivo.
En vista que el chofer seguía cometiendo errores, pensé: ‘Bueno Germán, debes actuar antes que ocurra una tragedia, no esperes más’.
Me levanté del puesto y detrás del conductor le hablé al oído:
‘Escúchame que, con todo respeto quiero decirte algo: Mira, tú estás próximo a jubilarte, dale gracias a la vida por ello, pero no vayas a cometer un error en vísperas de alcanzar la mejor etapa de tu vida.
¿Qué importa un pasajero más o un pasaje menos? Agradece a la vida lo que vas a conseguir y no lo pierdas por andar guerreándote con el conductor de la otra buseta’.
Pues el hombre inmediatamente comenzó a manejar a velocidad prudente, dejó de correr riesgos andando a las volandas y, nunca más se preocupó por su competidor.
De colofón: un caso histórico.
Y, oh suerte, tan pronto el hombre condujo con prudencia, ahí sí aparecieron más pasajeros de los que traía hasta ese momento. De mi parte, me sentí orgulloso de haber sido pro-activo y actuar en un momento en que las circunstancias lo exigían.
Al llegar a Barbosa, felicité al conductor por el cambio de actitud y ahí sí le conté lo del accidente del Jumbo de Avianca en Madrid, hace como 45 años, cuando perecieron todos los ocupantes, Marta Traba entre ellos, y el capitán del avión que, por celebrar con champaña o qué sé yo, la víspera de su jubilación cometió un error fatal.
En fin que, ante cualquier circunstancia adversa conviene ser asertivo, es la manera lógica como debemos actuar las personas que tenemos uso de razón y suficiente madurez.
San Gil, domingo 1 de agosto de 2021
Un gran mensaje. Lo tendré en cuenta, aunque usted fue muy valiente y realmente asertivo. Lo tomaré de ejemplo.
Gracias, saludos.