Ulloa (Valle del Cauca).
Sábado 5 de diciembre de 2015
Ulloa dista 240 kilómetros al nor-oriente de Cali y está más vinculado al Eje Cafetero que al Valle del Cauca.
Aquí se pueden arrendar fincas de recreo y haciendas tradicionales habilitadas como hospedaje para turistas.
El nombre del municipio rinde homenaje al General Juan Eleuterio Ulloa.
Mi llegada a este municipio valluno fue por tres etapas: primero a Quimbaya, de ahí a Alcalá y en campero hasta Ulloa. Desde Armenia no sale transporte directo hacia este pueblo.
Entré a fotografiar la iglesia parroquial que es muy grande y de una torre, pero con el interior sin mucha gracia.
Hoy están decorando la iglesia para la celebración con motivo de los grados de bachiller de los estudiantes de once de la Institución Educativa Leocadio Salazar.
En esas apareció un funcionario de la Alcaldía, que está a un lado del templo y, al verme tomando fotos, se ofreció a acompañarme hasta la punta de la torre desde donde la panorámica es muy amplia.
Sin mucha gana, por el temor a las alturas acepté su invitación, pero al ver que las escalas y los pasamanos son tan sólidos y recientes, llegué hasta la pequeña cúpula que corona la torre.
Y sí, hay una vista hermosa. Se distingue el barrio Cuba de Pereira, la iglesia de Alcalá y otra de mejor presencia correspondiente a un corregimiento de Ulloa.
De todas maneras si miraba hacia abajo, la impresión por la altura era asustadora.
También se ve muy claro el centro recreacional con piscina que hay a un lado del parque.
Admiré las dos campanas que están en lo más alto de la torre y la potente sirena que suena cada medio día. Como la colocaron tan alta, se debe escuchar en todo el casco urbano.
En Ulloa todo está cerca al parque: la Biblioteca Pública José Eleuterio Ulloa y el Polideportivo donde también se celebran actos culturales y cívicos y es sitio de encuentro de los ulloenses. A esta hora varios niños siguen las instrucciones del entrenador.
Lo que me llamó la atención en el parque fue el busto de Simón Bolívar, muy colorido pero sin brazos.
También vale la pena destacar en este pueblo, el mirador con escalas en cemento y pasamanos en hierro forjado desde el cual divisé una parte del centro urbano.
Ulloa es un pueblo pacífico, de construcciones recientes y calles inclinadas.
Y para que vea que toda localidad tiene algo especial, acá lo singular es el terminal de transportes en pleno parque y en una construcción de diseño moderno.
En cuanto a delicias gastronómicas, probé la arepa de huevo sin huevo pero con pollo desmenuzado que venden en uno de los establecimientos del Terminal de Camperos.
A $1.500 la unidad, estaba la pasta tan suave y el pollo tan bien adobado que hube de repetir la dosis.
Otra cosa que me llamó la atención acá son las fábricas medianas establecidas en el municipio: una de concentrados, otra de confecciones y una tercera de calzado. Muy bueno que en Ulloa tengan esas fuentes de empleo.
A las once de la mañana salí hasta Alcalá en un hermoso campero modelo 1.954, por $2.000 el pasaje.
Un viaje muy agradable, en la ventana delantera, disfrutando del bello paisaje cultural cafetero.
No me detuve en Alcalá, seguí derecho para Quimbaya.
Por segunda vez la señora Marta Lucía Bedoya Patiño es la alcaldesa de Ulloa hasta el 2019.
En esta localidad vallecaucana habitan en total 5.700 ulloenses, 2.700 en el pueblo y 3.000 en las veredas.