Tarqui (Huila).

El Ruiseñor del Huila.

Lunes 14 de marzo de 2016

Tarqui es un municipio del sur-occidente del departamento del Huila, ubicado a 150 kilómetros de Neiva.

Estando en Agrado, pasaban los minutos y no conseguía transporte hacia La Plata. Un mototaxista se ofreció a llevarme a El Pital por dos mil pesos. Allí hay más posibilidades de conseguir transporte hacia mi destino

Durante el recorrido mi conductor mencionó el municipio de Tarqui, que está relativamente cerca. Ah, pues mejor ir a dormir allá y luego pasar por Pital. Así conoceré otro municipio huilense.

A las 6:15, cuando ya oscurecía, me ubiqué a la salida para Tarqui. Y corrí con suerte, pues a los cinco minutos me recogió una camioneta que en menos de una hora me dejó en ese municipio.

La carretera de Pital a Tarqui es destapada y no se encuentra en buen estado. Pero como viajamos en una camioneta moderna y alta, no hubo problema.

El conductor no conversó casi nada, prefirió escuchar su música mientras yo adivinaba en la oscuridad cómo era el terreno por el cual íbamos.

Al bajarme le pagué $5.000 y le agradecí haberme permitido llegar a Tarqui cuando las posibilidades de transporte eran mínimas.

Así que me sentí feliz en Tarqui, corrí a buscar alojamiento  y lo encontré aceptable, por $18.000 a una cuadra de la plaza. Para solo una dormida, es suficiente.

En la panadería D’Gusto celebré  este día tan afortunado con un café y buñuelo. No, qué maravilla todo lo que conocí hoy.

Al día siguiente salí temprano a fotografiar el pueblo, aprovechando el verano.

Me llama la atención que el parque está rodeado de calles con separador y árboles en la mitad. Esta es una plaza incluyente.

Cerca al templo hay una escultura no muy pulida de la heroína Policarpa Salavarrieta. Una tarima permanente para eventos se ve también a un lado de la iglesia.

El templo con ínfulas de Castillo, tiene un estilo singular. Lo más bonito de la fachada es el rosetón en la parte superior y la puerta principal en forja.

A cuadra y media de la plaza principal está el edificio de la alcaldía, con un primer piso muy alto.

Lástima que dejaron la acera muy inclinada e incómoda para los peatones y pensaron más en la facilidad de los autos que ingresan al edificio de vez en cuando, mientras que los lugareños utilizan la acera con regularidad.

Algunas casas ‘coloniales’ conservan las ventanas y puertas pintadas de color café.

Desde el Alto de la Cruz se divisa todo el pueblo, pero con la iglesia de espaldas.

Por el costado norte del templo, hay unas escalas que dan acceso a la plaza principal.

El Río Magdalena pasa por un lado de la localidad, a solo dos kilómetros del casco urbano.

El Balneario Las Lajas es un charco natural a donde van los tarqueños los fines de semana.

Apenas hube fotografiado lo más representativo de Tarqui, recuperé el morral y en una moto taxi me ubiqué a la salida del pueblo a la espera que cualquier carro me recogiera.

Me cuentan que en las primeras horas del día no sale carro para El Pital. Lo otro sería dar la vuelta por Altamira y Garzón en un viaje más cómodo por carretera pavimentada, pero más costoso e ilógico.

La suerte fue disponer de una banca muy cómoda, hecha en guadua, rústica pero a mi medida.

Al fin pude llegar en una moto hasta la vereda Lagunilla, donde desayuné con pan y una lata de atún. Esa es una buena alternativa de proteína para el viajero. Y desde ahí otra moto me dejó en El Pital.

El alcalde de Tarqui hasta el 2019 es el señor Cesar Augusto Alvarado Osorio.

En esta localidad habitan en total 16.000 tarqueños, 4.000 en el pueblo y 12.000 en los tres corregimientos y 57 veredas.