Tangua (Nariño).
Lunes 14 de diciembre de 2015
Regresando de Guaitarilla hacia Pasto, nos aproximábamos a Tangua cuando entendí que lo mejor era visitar este pueblo de una vez, a esta hora de la tarde, cuando el sol es favorable para fotografiar lo más importante del municipio.
Bajé a pie desde la carretera Panamericana en donde me dejó la buseta de TranSandoná. El conductor fue tan correcto que me devolvió dos mil pesos de los $9.000 que le había cancelado por el viaje desde Ancuya.
La tarde está espléndida, imposible pedir mejor ambiente para llevar fotografías de recuerdo.
Y este pueblo, ya ve, está bien pintoresco y agradable.
A primera vista la panorámica que se aprecia desde la vía es encantadora. Provoca entrar al centro urbano.
Mi entusiasmo fue mayor cuando llegué a la plaza ubicada a un lado de la iglesia y me encuentro esa estatua ecuestre del Libertador, tan colorida y original. La enfoqué contra el cielo azul sin nubes, se ve preciosa.
El templo parroquial en honor de San Rafael Arcángel es bonito, pero no tiene plaza al frente, escasamente unos metros para enfocar la fachada desde el piso.
En el interior se ve un retablo barroco de colores ocre y verde, con la imagen del patrono en sitio de privilegio.
Durante las Fiestas Patronales, aprovechando la inclinación del terreno, se realizan en Tangua las Competencias de Carritos de Madera.
Hasta el 2019, este municipio de pocos habitantes, será gobernado por Carlos Emilio Guerrero Guerrero.
En el pueblo viven dos mil personas, en el campo nueve mil, para un total de once mil tangüeños.
El nombre se deriva del término indígena Tawna que se refiere al bastón que se utiliza para andar. Aunque hay quienes refieren a un cacique de las tribus aborígenes con el mismo nombre: Tangua.
Pero no falta quien afirme que el nombre del municipio se debe a la riqueza hídrica que posee, pues en realidad hay ‘TANtaGUA’…
En todo caso, Tangua está ubicado a 30 kilómetros al sur-occidente de la capital del departamento de Nariño.
Antes de dejar este hermoso pueblo, subí en una moto por mil pesos a conocer el ‘Parque del Trigo y el Maíz’, ubicado en las afueras y cerca a la carretera panamericana.
Allí había grupos de danzas ensayando para el Carnaval de Negros y Blancos que, no solo se celebra en Pasto, sino también en la mayoría de los municipios nariñenses.
El Parque es un espacio amplio, con zonas verdes y coliseo para diversos eventos.
No tuve que esperar mucho tiempo sobre la vía panamericana hasta cuando me recogió un señor en su auto Mazda, en el cual hace viajes de ida y vuelta entre Tangua y Pasto, a $4.000 el cupo.
Después de coronar el Alto Cova Negra, empezamos el descenso hacia Pasto, pasando por la Cervecería Bavaria, la entrada a Catambuco, corregimiento que ya conozco, las instalaciones de Comfamiliar, la pista para motos, allá abajo, el Batallón y por
último, el ‘Estadio La Libertad’ de Pasto.
Ya en el Terminal de Transportes aseguré mi regreso a Cali para las seis de la tarde por $35.000.
Y tuve tiempo para comer plátano maduro frito de los tan ricos que vende un señor a la entrada al terminal.
me encanto que hables de mi Tanguita hermosa
Qué bueno, con gusto. Saludos.