Sucre (Santander).

Sábado 24 de septiembre de 2016

Este sábado de finales de septiembre terminé la noche tomando cerveza en el Bar de don Gilberto, el mejor ubicado de la plaza de Sucre (Santander).

En esta jornada fue poco lo que comí.

Porque bebí tanto paisaje, saboreé tanta frescura y disfruté de amistades, que no tuve necesidad de más.

Un pueblo encantador

Sucre me asombró desde cuando me bajé en su plaza, al finalizar la tarde. De calles pendientes, pequeño, pero no sé, este pueblo tiene algo.

En la plaza el ambiente es de jolgorio, hay muchas personas disfrutando con amigos.

Y eso que en el casco urbano solo viven unas 500 personas.

La cancha del parque tiene tan buena iluminación que a esta hora de la noche hay dos equipos jugando fútbol.

La gente en Sucre me ha parecido muy acogedora y atenta.

Desde el policía que me saludó de mano y me recomendó el Restaurante El Jardín, dentro de la plaza de mercado cubierta, hasta las dos señoras que en ese comedero, me sirvieron sopa y huevos fritos con chocolate.

Justo lo que necesitaba; una noche de sábado no esperaba encontrar un restaurante que no fuera de comidas rápidas.

Ante todo aseguré dormida en El Pariente, un hospedaje familiar a dos cuadras de la plaza. No tiene baño privado, pero en un fin de semana, yo seré el único huésped esta noche.

Ya sabía yo que este municipio tiene tres corregimientos tan grandes como la cabecera municipal: La Granja, La Sabana y El Porvenir.

Será por tener tantos contribuyentes por lo que ha habido con qué hacer obras grandes en Sucre.

Me impresionó el edificio de la Alcaldía, una construcción moderna de tres plantas en todo el marco de la plaza.

Hacia el sur está el Colegio Sergio Ariza y en seguida el Hospital con instalaciones suficientes.

En el costado de la plaza se haya la casona antigua donde funciona la Casa de La Cultura y en la parte de abajo, la galería.

A la entrada al pueblo se encuentra el Coliseo donde a esta hora juegan basket y, en seguida la moderna  Biblioteca, con el mismo techo azul dele polideportivo.

El kiosco de dos plantas en el parque, es tal vez lo menos bonito del pueblo, pero bien atendido en sus dos pisos. Así que Sucre tiene de todo.

Buenas administraciones

En la plaza sucreña saludé al ex alcalde: Carlos Julio Marín, quien gobernó a Sucre entre el 2007 y el 2011. A él se le debe la construcción de la Piscina Municipal y el mirador en el alto de la Virgen.

El actual burgomaestre se llama Javier Antonio Rojas, pero todo el mundo lo conoce como ‘Javiercito’.

Pero el mejor gerente de Sucre como que fue Elmer Jair Santana Rojas  quien dejó el edificio de la alcaldía empezado pero con la suficiente financiación para que Carlos Julio lo terminara.

Alto de la Virgen

Al día siguiente, el desayuno fue en la Plaza de Mercado cubierta, en el restaurante El Jardín.

Y qué maravilla que luego de la lluvia de anoche, hoy amaneció un día soleado increíble e, ideal para viajarenverano.

Antes de las siete de la mañana llamé a Jorge, mi moto-taxista de confianza.

Desde anoche habíamos quedado que me llevaría en su moto hasta Bolívar. Y sí, apareció muy cumplido.

Pero antes fuimos a conocer el mirador del Alto de la Virgen, cerca a la moderna piscina municipal.

A la cima se asciende por un sendero seguro con barandas en acero inoxidable.

No, qué maravilla. Y pensar que a esta hora de la mañana el sol es favorable para fotografiar la panorámica del pueblo desde lo más alto del monumento.

La vista es exquisita y limpia.

Desde esta atalaya se tiene una vista de 360° y en las noches se distinguen los municipios vecinos de Puente Nacional, Barbosa,

Jesús María, Vélez y Guavatá.

Increíble, muy hermosa esta vista, provoca quedarse acá en una mañana tan hermosa y de cielo abierto.

Pero toca seguir hacia Bolívar, el pueblo que conoceré a continuación.

Acá viven en total 9.000 sucreños, 500 en el pueblo y 8.500 en las veredas.