Subachoque (Cundinamarca).
Jueves 26 de febrero de 2015
Subachoque se encuentra a solo una hora de la calle 170 al norte de Bogotá.
Pueblo en orden.
Desde que entré al parque principal me impresionó la belleza de este destino. Su nombre en español no me gusta, pero en lengua indígena significa ‘tierra de trabajo’. De los pueblos cercanos a Bogotá, este es uno de los más agradables.
La iglesia con su imponente cúpula roja y la imagen del arcángel San Miguel clavándole la espada al dragón, la torre principal con otra imagen de religiosa encima, el parque arborizado y limpio.
En el centro del parque está el kiosco donde conocí a Camilo, un joven simpático que en adelante ofició como mi guía turístico.
Camilo es un bacán. Recoge perros abandonados y los entrega en las fincas vecinas para que tengan mejor vida. Ama los canes. Allí estaba el futuro abogado con su macota gorda y de pelaje blanco.
Por Camilo me enteré que en Subachoque se puede visitar la laguna y el cerro de El Tablazo, que son de una belleza sin par. Se ubican entre Subachoque y Supatá.
Acá se han conservado las edificaciones de solo una planta, a fin de que la iglesia esté siempre visible desde cualquier ángulo del pueblo. Qué bien.
Y sí, las calles de Subachoque son amplias, qué impresión, la cuadrícula se debe ver muy ordenada desde un dron.
Buen Anfitrión.
Como el caso era de hambre, entré a almorzar a un restaurante muy bonito, llamado Ubasá, pues en lengua chibcha ese término significa algo así como ‘vengan a comer’.
El dueño del refectorio me acompañó un rato en la mesa mientras una chica bien presentada, trajo los platos y nos tomó una foto.
Muy rico el almuerzo y bien servido, con sandía, sopa de zanahoria, pollo, garbanzos y de sobre mesa: jugo de feijoa.
Anduve después por la Casa de Gobierno, tan bella por dentro como por fuera. El alcalde de Subachoque hasta el 2019 es el señor Juan Guillermo Cortés Ballén.
También fotografié a ‘Canelo’, un caballo cochero lo más de bien aperado y de un color por el que le viene muy bien ese nombre.
La Ferrería.
Me habían hablado bien de La Ferrería, una planta de fundición creada en 1.858. Allí se transformaba el mineral de coke en hierro, para hacer luego herramientas agrícolas y hasta los rieles para los ferrocarriles que hubo en Colombia.
Hay quienes afirman que en La Ferrería se fabricaron armas durante la dictadura del general Gustavo Rojas P. Para llegar hasta allí, abordé una buseta con
destino La Pradera que me dejó en la puerta del lugar.
Y sí, se ven unos hornos en piedra, un pozo de agua y una altísima chimenea en ladrillo.
Es un sitio agradable, pero no encontré ninguna información al respecto, ni guías que orienten al visitante. De todas maneras fue bueno haber venido, también por los extensos campos cultivados que hay entre Subachoque y La Pradera.
Otro Monserrate.
En un extremo del corregimiento de La Pradera, y en lo alto de la montaña, se observa una capilla colonial, llamada ‘el Monserrate de Subachoque’ porque, desde allí se divisa muy bien el valle de este bello municipio.
Hasta ese lugar suben peregrinos en los días santos a hacer penitencia y asistir a la misa.
Por otro lado hay que admirar casas campestres muy bien dotadas, algunas con pesebreras para caballos y casi todas con pastos verdes alrededor. Es un privilegio viajarenverano por acá.
En las afueras de Subachoque ya se ven urbanizaciones de casas o apartamentos. Claro, muchos jubilados querrán venirse a vivir a esta comarca, apacible y bella.
Cultivos de Flores.
Desde La Pradera el bus hizo escala en Subachoque, luego se detuvo en el cruce de Puent’e Piedra, donde se subió una señora de las que trabaja en los cultivos, con una docena de rosas de exportación, hermosas y bien empacadas.
Le propuse que me las vendiera, me pidió $5.000 y llegué al hospedaje feliz, con ese regalo para mis anfitrionas.
A mi lado en el bus viene una viejita encantadora, como de 75 años. Ella y su esposo cuidan una finca en las afueras de Subachoque. Desde hace 17 años trabajan con unos excelentes patronos, primero en La Calera y ahora en Subachoque.
La matrona de cachetes colorados, es todo ternura y amabilidad. Me cuenta que en la hacienda hay 10 caballos y 8 perros, pues a los patronos les gustan mucho los animales.
Los alimentan con cuido; cuánto costará sostener esos animales por mes. Pero claro, cada uno gasta el dinero en lo que le gusta.
Otro detalle lindo de Subachoque son las casas coloridas con estilo que recuerda el diseño arquitectónico Art Deko.
El regreso por ‘El Cruce’, es más rápido que por la zona de El Rosal. Salimos de La Pradera a las 4:40, y estuvimos en el Portal 80 una hora después.
Invito a mirar este video con dron de Subachoque de la oficina Buen Gobierno.
Muy bueno que estuvo este paseo, nunca lo imaginé así esta mañana, cuando por poco regreso a mi habitación.
Gracias Dios mío que me das salud, para estas andanzas tan ricas y variadas.
Acá habitan en total 13.000 subachoqueños, 5.000 en el pueblo y 8.000 en las veredas.
Me gustó mucho la forma sencilla y amena como relató su viaje por Subachoque. Yo también quiero viajar, pero me siento insegura de viajar sola. Estoy buscando un pueblo pequeño, limpio y organizado, para irme a vivir. Si es tierra fría, mucho mejor. Y Subachoque creo que reúne esos requisitos. Gracias.
Sí, Subachoque puede ser y el hecho que se ubique cerca a la capital, también es otra ventaja. Suerte amiga. m
Hola Sussy veo que tu entrada es de hace años pero me pregunto si te mudaste a Subachoque, estoy en la misma busqueda, gracias
No sabia de su blog, fue muy interesante su relatoria. Es bueno saber que lugar vamos a visitar y conocer. En mi caso no me gusta mucho ir de expedicionaria pues tengo una hija de 9 años y por ello prefiero ir a la fija a un lugar que me ofrezca, en especial, excelente culinaria. Y considero que generalmente se viaja a lugares recomendados para no llevarse sorpresas. No conozco nada en los Llanos ni en el eje cafetero, quiero visitarlos pero no se cual pueda ser mi mejor destino: hotel limpio, bonito, al alcance de mi bolsillo. Balneario, limpio, que ofrezca buenos platos…y como ud lo manifiesta: soleado, es lo mejor para disfrutar en familia.
Gracias por su comentario. Para el Eje Cafetero le recomiendo ubicarse en Armenia y desde allí conocer otros pueblos. Piajo, Filandia, Circasia, Quimabaya, Córdoba y claro: Salento, aqunue se mkentiene lleno de turistas.
De los llanos le recomiendo Acacías, San Martín, Puerto López también desde Villevicencio. Saludos.
deseo saber que hoteles hay en este pueblo
Casa Campestre, Yelloy Home y Quintas de la montaña son algunos que puedes ver en Google. Saludos.