Sesquilé (Cundinamarca).
Miércoles 27 de abril de 2016
Llegué a Sesquilé viniendo de Bogotá, por la carretera troncal del norte, en una tarde soleada, poco común en un pueblo que con frecuencia está cubierto de neblina.
Son únicamente 50 kilómetros los que separan a este municipio de la capital colombiana.
Desde la vía troncal una buseta roja y blanca me acercó a la plaza principal de Sesquilé. Dejé el morral en un negocio del centro y salí a recorrer el pueblo.
La iglesia parroquial tiene en el frontis tres rosetones y encima de las dos torres, sendas cúpulas ovaladas con cubierta de escamas verdes, muy bellas.
En la parte posterior de la edificación, se destaca una cúpula octogonal de buen aspecto.
Todo el marco de la plaza sesquileña presenta construcciones coloniales de dos plantas que le dan ambiente colonial y acogedor al centro del municipio.
Saludé a los funcionarios de la alcaldía, que está en el costado occidental de la plaza. Un edificio más bien pequeño, de dos pisos.
Sobre el marco de la plaza se ubican además la sede del Concejo Municipal que ocupa una construcción colonial y no hace mucho fue decorada con una representación de las guerras de independencia.
También engalanan el centro: la casa cural con arcos en el corredor frontal y la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores, una ermita con fachada en piedra amarilla en la que se realizan matrimonios elegantes de parejas bogotanas.
A veces la plaza de llena de guardaespaldas de los personajes que acompañan las bodas, según refiere un lugareño. Así que no son bodas de arroz con pollo, ni mucho menos.
Laguna Sagrada.
Consulto con locales acerca de los sitios para conocer en este municipio. Según ellos, el atractivo cultural y de naturaleza más importante de Sesquilé se encuentra en la vereda Tierra Negra: la Laguna Sagrada del Cacique Guatavita, en donde nace la Leyenda Épica de El Dorado.
El siguiente video de Roberto de la Concha nos muestra muy bien esa singular protuberancia.
Llegar hasta ese espejo de aguas profundas y verdes no es difícil, una carretera en buenas condiciones deja al turista dos kilómetros antes de la Laguna. Parte del recorrido se hace a través de senderos empedrados, bien conservados y de profunda evocación.
Otros destinos naturales que ofrece Sesquilé a quienes lo visitan, son: el Embalse de Tominé, el Cerro Covadonga, el Cañón de las Águilas y el ascenso hasta la ‘Cara del Indio’ o ‘Las Tres Viejas’, como llaman acá los tres cerros que coronan la cordillera, muy visibles hacia el oriente y detrás del pueblo.
Y sí, ahora están despejadas y bien iluminadas, las tres protuberancias, la superior con antenas de comunicación en la cima.
De las edificaciones antiguas que se conservan en el centro histórico, una muy hermosa es la sede de la Escuela Municipal de Varones.
Castillos.
También me recomendaron visitar los dos Castillos que hay a la salida para Guatavita. Entonces contraté una moto-ratona que me llevó por el sector.
De los dos castillos, me gustó más el del General Martínez, un militar que fue alcalde de Sesquilé y construyó su casa al mejor estilo de la arquitectura inglesa.
El otro castillo de estilo morisco tal vez, no es tan elegante como el primero con ladrillo a la vista.
La India Infiel.
A comienzos de diciembre de cada año se celebra en Sesquilé el ‘Festival de la India Infiel’.
La leyenda de índole machista, describe los malos pasos de Mengala, una bella india de la comunidad Muisca, compañera del Cacique Tominé. (Ver Foto tomada de la página FB del Municipio).
Cuando el jefe de la tribu fue informado que su mujer le era infiel, mandó matar al amante y en una fiesta especial le dio de comer a Mengala como si fuera de venado, el corazón del hombre con el cual lo había traicionado.
Finalmente anduve por el coliseo cubierto con diseño propio y la calle de salida hacia Guatavita, el municipio vecino.
Pues sí que me gustó Sesquilé, un pueblo plano y al que conviene venir en verano, cuando los vientos fríos no obliguen al turista a refugiarse en espacios cerrados.
Sesquilé tiene en total 10.000 sesquileños, 2.500 en el pueblo y 7.500 en los campos.
El alcalde hasta el 2019 es el señor Nelson Uriel Robayo López.
Excelente
Gracias, suerte.
Gracias.
Saludos.