San Sebastián de Buenavista (Magdalena).
A orillas del brazo Mompox del río Magdalena y al sur del departamento, se encuentra San Sebastián de Buenavista bastante alejado de Santa Marta, la capital.
Antes de llegar al pueblo, se atraviesa el Puente Botón de Leyva, adelante de Margarita.
Sorprende que antes del Puente sembraron ceibas que ya superan el metro de alto, en 300 metros a lado y lado de la vía. Qué bien que a los contratistas de obras civiles les exijan entregar las obras con árboles ya crecidos.
Atractivos del centro.
Aunque el casco urbano es pequeño, San Sebastián de Buenavista ofrece a sus habitantes tres plazas para el disfrute: una la Jorge Eliécer Gaitán frente a la iglesia y el busto del líder político, otra la Plaza de la Concepción con la imagen de la Virgen Inmaculada en el centro y la tercera la Plaza Cultural del Río con el obelisco como emblema.
Según cuentan, el monumento fue levantado en 1.957 para honrar a los estudiantes que ofrendaron sus vidas por una patria libre y democrática. En el monolito es evidente la influencia masónica dado que termina en la escalera que según la secta religiosa, simboliza los peldaños que hay que ascender para llegar a la Verdad.
El centro de San Sebastián ofrece un parque rectangular y amplio con tarima y cancha mixta. También se aprecia el busto de Jorge Eliécer Gaitán gritando ‘A la carga’, y una estatua de Simón Bolívar que se ve más bien aburrido, con toda razón: frente a su cara crecen ramas de los árboles cercanos, así que al pobre le taparon toda la visibilidad.
La iglesia parroquial al final del espacio público, exhibe en su interior la imagen más bien rudimentaria, del patrono herido con flechas.
En seguida de la iglesia está la sede de la Alcaldía en donde me sorprendió el saludo de uno de los funcionarios: ‘Bienvenido’. Qué bien.
Pero terminé el recorrido un poco ronco: los aires acondicionados estaban muy altos y afuera el calor es tremendo, así que el cambio permanente de temperatura estaba afectando mi garganta.
Menos mal por ahí andaba el señor de los tintos con un termo de chocolate caliente que vino super bien; lo que mis cuerdas bucales necesitaban.
Hay mucho para ver y disfrutar en Buenavista: el Puerto de las Chamas para contemplar los atardeceres sobre el Magdalena; el Centro Recreacional Itti Takke donde los sansebastianenses pasan divertidas jornadas en familia o el caño de Menchiquejo muy cerca a la laguna.
Artesanos como Ciro Rojas elaboran bolsos, sombreros o canastos con ramas secas de taruyas que sacan de los humedales. También aretes y objetos pequeños como réplicas de animales o billeteras.
El Teatro Magdalena, con fachada colonial se conserva como una joya de la arquitectura de los años 50.
Ferry y canoas.
Pocos kilómetros después de salir de San Sebastián se llega al paso del río donde una canoa y un Ferry prestan el servicio. Así que sin pérdida de tiempo abordamos el bote; el mismo muchacho que conduce la barca es quien sube y baja las motos a la canoa. Y así debe ser, nadie mejor que él lo hace con tanta destreza.
Después que atravesamos el río, hubo un tramo corto destapado, pero al momento apareció la carretera tan buena por la que habíamos transitado esta mañana.
El almuerzo con mojarra frita de río fue en el Restaurante El Puente, al otro lado del Botón de Leyva. Sirven jugo de melón en jarra, para repetir cuantas veces quieran los comensales.
En esas llegó en una Moto Honda 90 el señor de la casa, con semejante atado de leña atrás. Son admirables esas motos japonesas de bajo cilindraje y con más de 20 años. He fotografiado varias en mis viajes, así que esta pasará a engrosar la colección.
Chisme para confirmar.
Cuenta un lugareño que por esta zona queda la Hacienda La Esmeralda, perteneciente a Álvaro Uribe. Hace poco llegó una tracto mula de Medellín trayendo canecas con melaza para el ganado y las bestias que pastan en la finca. Es tan grande que tiene unas cinco mil hectáreas de extensión. A Uribe le atribuyen tantas cosas…
Alcaldes de Buenavista han sido: 2012-2015 Jivanildo Bordeth Meriño; 2016-2019 Edgar Iturriago Fuentes y hasta el 2023 es el señor Albenis Arevalo Martínez.
Acá viven en total 17.000 sansebastianenses, 5.000 en el pueblo y 12.000 en los campos.
Jueves 14 de septiembre de 2017