San Pedro (Sucre).
Miércoles 29 de junio de 2016
Con el consejo de tres conductores a los que convoqué para un ‘Comité Asesor’ je je, entendí que debía comenzar el día conociendo San Pedro para en seguida, pasar a Buenavista.
Un automóvil me trajo hasta este pueblo por $6.000 el cupo. No entiendo por qué en el departamento de Sucre no se acostumbra llevar tablas con el nombre del destino, en el parabrisas de los carros. Cuando le pregunté la razón a mi conductor, me respondió con una risita maliciosa:
‘Porque nosotros somos piratas’.
El día amaneció opaco, pero seguramente tendremos sol al medio día.
Al pasar por la entrada a Canutal y Canutalito, donde se exploran pozos de gas natural, vimos cómo había policías del Esmad y algunos obreros en manifestación.
Protestan porque Ecopetrol, dueña de los pozos, les paga a los contratistas tres millones por cada obrero subcontratado y el contratista a ellos apenas $1.500.000 Y sí, tienen razón.
Pero también esas son las consecuencias de las exigencias exageradas que por muchos años han hecho los trabajadores de la empresa estatal, a pesar de las muchas garantías que les ofrece Ecopetrol. Los mismos obreros se encargan de acabar con esos beneficios y hacen que la empresa se abstenga
de contratar directamente.
Qué prados con hierba corta tan hermosos los que crecen a orilla de la carretera. Ya salió el sol y a las hojas la luz les pega de refilón haciendo evidente el rocío que aún conserva el pasto.
Árboles jóvenes crecen en el separador de la avenida de dos carriles, a través de la cual se ingresa a San Pedro. Así que el pueblo de entrada me gusta.
A las siete fotografié el templo que a esta hora tiene sol favorable. Mucha suerte… La iglesia de dos torres muy altas, se ve bien. El parque no está al frente, sino a un lado del templo.
Me acerqué a la casa cural a ver si me abrían el templo para fotografiar su interior, pero no fue posible.
En seguida el desayuno: porción de jugo de remolacha por $700, que es ‘bueno para la sangre’ (¿Será por el color?). Al menos eso me aseguró el vendedor, quien también confirmó que era hecho por su esposa y con agua hervida. Me cayó muy bien el licuado ‘sanguíneo’, acompañado de una papa rellena con queso, también de 700.
A dos mitades de papa le colocan una tajadita de queso en la mitad, la sumergen en huevo con harina y al perol con aceite caliente. Una forma más sencilla de hacerlas a cómo se elaboran en el interior, machucando la papa, etc.
En San Pedro hay muchas casas de construcción tradicional: paredes en madera, techo de zinc. Pero lo que más admiré fue cómo algunas tienen esquinas ochavadas, al estilo europeo.
Es decir, las esquinas no terminan en ángulo de 90°, sino como cortadas para favorecer la vista del vehículo, el burro o las personas que vienen por la calle perpendicular. Qué bien. Eso no lo había visto en ningún otro pueblo de la costa atlántica.
Las residencias más bellas son las de las monjitas y donde está el corresponsal del Banco Agrario, en donde ahora le pagan el subsidio a los viejitos.
Y claro tampoco faltaron los pisos con baldosas antiguas de buen diseño y comprobada calidad.
Caminando por las principales vías de San Pedro ocurrieron dos increíbles coincidencias de diseño.
Primero vi que venía una chica vestida de negro y con sombrilla morada, igual que la carpeta que traía en la mano.
No creo que se hubiera vestido así, a propósito. Le pedí una foto y accedió de buena gana.
En seguida fue ella la que me fotografió en medio de colores ocres como los de la ropa que llevo puesta. Haga de cuenta un camaleón…
Me encantó esa foto, pues también se ven muy bien mis nuevas botas viajeras y ‘celestiales’. (Al cielo solo entran las almas ‘devotas’). Amo mis botas, cuando las uso es porque estoy de viaje. ¡Qué emoción!
Me faltaba visitar el mercado. Ahora como que hay cosecha de berenjenas que en la costa, se consume mucho más que en el interior.
Para mí es un fruto sin gracia, pero de curvas y tonalidades hermosas. Ideal para hacer parte de un bodegón.
Cuando regresé de Buenavista, estuve repartiendo tarjetas del blog entre los funcionarios de la alcaldía.
Junto a la iglesia también encontré un árbol de marañón, esa fruta tan bella que comía en Santafé de Antioquia, picada con huevo revuelto. Junto con el aguacate es otra de las pocas ‘frutas de sal’.
Y cerca de la iglesia me llamaron la atención unos jugos caseros que venden embasados en botellas usadas y lavadas.
Está bien ese emprendimiento, no tendrá todas las medidas de higiene, pero como iniciativa y ganas de salir adelante, vale.
Encontré también otro parque pequeño con dos imágenes de San Martín partiendo su capa para el mendigo.
Qué bueno que a las diez de la mañana de hoy ya he visitado dos pueblos nuevos.
El alcalde de San Pedro hasta el 2019 es el señor Enrique Carlos Cohen Mendoza.
Acá habitan en total 16.000 sampedrenses, 11.000 en el pueblo 5.000 en las veredas.
El conductor del auto estaba al tanto de que la vía pavimentada está cerrada por los protestantes que trabajan en los pozos de gas para contratistas de Ecopetrol.
Así que debimos tomar un atajo largo por carretera destapada hasta ‘Paloquemao’ como llaman los lugareños a Sabana de Beltrán, el corregimiento
de Los Palmitos.
No me choca conocer también ese sector campesino por donde hay muchas casas humildes pero hermosas, con techo de paja, gallinas en el patio, corredores con plantas florecidas, ropa de muchos colores secándose en el alambre, las motos ‘de los muchachos’ y uno o dos perros que ladran al paso del auto.
El conductor nos contó que en ‘Paloquemao’ o Sabana de Beltrán, nació el intérprete y acordeonero Alfredo Gutiérrez. Incluso por acá el artista tiene su buena casa finca.
En una parada tuve oportunidad de fotografiar palos de mata-ratón y las sandías que un papá y sus dos hijos pequeños ofrecen a los viajeros.
Ellos posaron orgullosos al pie de los productos.
Después de media hora de aguantar algo de polvo, llegamos al pavimento y nos dirigimos hacia Corozal y su aeropuerto Las Brujas y después, por carretera de doble calzada, hasta Sincelejo.
amigo soy un sampedrense que vive en bogota. Le agradezco esta publicacion que ud
hace para dar a conocer los pequeños poblados de colombia, Usted es buen observador y
ademas hace analisis objetivo de lo que ve,oyey prueba.
Gracias Evaristo, me alegra que te haya gustado mi publicación, compártela con tus contactos. Saludos.
Buena publicacion
Ah, qué bien, saludos Antonio.
Que bonito municipio, se ve que es tranquilo y agradable. Como para pasar una tarde.