San Luis (Tolima).
Sábado 13 de mayo de 2017
Viajar en temporada baja.
Ayer viernes por la tarde, en solo tres horas decidí viajar y alisté todo para salir de Medellín a las once de la noche, en el segundo piso de un bus Duo de Rápido Tolima.
Desde ese punto alto del transporte se ven cosas y lugares que en auto pequeño o bus corriente no están al alcance de la vista. Eso es lo bueno de viajar en el segundo piso del bus.
Otra ventaja es pasear en temporada baja: a ninguno de los pasajeros de la parte alta nos tocó compartir la silla. Total mayor comodidad y privacidad durante las ocho horas que duró el recorrido.
En el Terminal de Transportes de Ibagué compré el pasaje hasta San Luis por $9.000. El viaje dura una hora y cuarenta minutos, en una buseta vieja pero cómoda.
Una de las carretera más bellas de Colombia.
Me quedé de una pieza cuando transitamos entre Ibagué y el corregimiento de Buenos Aires, por una vía reciente de dos calzadas, y lo más sorprendente: con árboles jóvenes no solo en el separador, sino en los espacios laterales.
No una hilera, sino tres surcos de árboles de cómo tres metros de altura cada uno. Todo un bosque que ya cumple su función de purificar el aire.
Así que son centenares las plantas que decoran y dan sombra en esta vía. Para mí es una de las más bellas que he visto en Colombia. Seguramente al negociar la construcción de la carretera, se incluyó en el contrato, la siembra de esta hermosa floresta.
Un aplauso fuerte para quienes gestionaron de esa manera los recursos públicos.
Payandé.
El bus entró al corregimiento de Buenos Aires y regresó a la glorieta para tomar la vía directa a mi destino.
Pasamos por Payandé, un corregimiento grande de San Luis. En esa inspección de policía se asienta la empresa Cemex, en lo que antes fue Cementos Diamante-Samper.
Dicen que Payandé está construido sobre una enorme mina de piedra caliza. La empresa mejicana ya ha perforado un área tan grande como el corregimiento, dejando un gran hueco que es la preocupación para los ambientalistas.
Desde la carretera se aprecia la gran banda transportadora dentro de un tubo, que lleva el material hasta la Planta Trituradora.
Es impresionante la manera como ese tubo atraviesa todo un cañón entre dos montañas.
Ahora la cosecha de mangos está en todo su furor. En la vereda Caracolí de San Luis, donde se bifurca la carretera a la izquierda para la cabecera municipal y a la derecha para Valle de San Juan, hay ventas de frutas por todas partes.
Gran cantidad de árboles dan sombra a las casas y calles de la vereda.
San Luis.
Este pueblo me gusta. Plano, de clima cálido, con naturaleza abundante, limpio y con espacios generosos.
El parque muy grande y con árboles a través de los cuales circula el aire con facilidad.
En la plaza central me recibió un concierto de loros. Una algarabía encantadora.
Lo que más deseaba después de un viaje durante toda la noche, lo encontré en el centro de San Luis: jugo de naranja y mangos pintones que, consumí de una.
La iglesia en honor de San Luis Gonzaga está bien, con fachada en ladrillo y una sola torre.
La Alcaldía funciona en una edificación moderna de frente extendido. Dentro está el auditorio donde a esta hora se reúnen los líderes de las Juntas de Acción Comunal del municipio.
Humedal de Río Viejo.
El atractivo principal para quien visita San Luis es el Humedal Río Viejo, una reserva natural bien cuidada por la corporación regional que promueve y conserva el parque.
Una moto-taxista me llevó hasta ese atractivo de naturaleza que, se encuentra a solo diez minutos del casco urbano de San Luis.
Hay allí una hermosa laguna, senderos ecológicos, sitios para descansar y rutas protegidas con cercos de guadua.
Al regreso debí subir a pie parte del recorrido porque como el piso estaba mojado, la moto no subió con mi conductor y yo encima. Las llantas se enterraban en el lodo.
De nuevo en el pueblo, tuve una experiencia deliciosa: un señor un poco mayor tenía su bicicleta parqueada en la acera. Le pedí que me permitiera dar una vuelta en su cicla y aceptó de buena gana.
Qué maravilla, regresé a mis años mozos cuando recorría las calles de Santafé de Antioquia en cicla. Este vehículo de mi amigo es como del mismo año de la que utilizaba yo en mi patria chica, con clima similar al de San Luis.
Como en aquella época, terminé el recorrido juagado en sudor, pero feliz.
Auto-Stop.
Ni siquiera averigüé por la ruta que saliera luego hacia el cruce para Valle de San Juan. De una me ubiqué a la salida para la vereda Caracolí.
No pasaron cinco minutos cuando paró una camioneta que me llevó hasta las partidas para el Valle.
El hombre iba feliz coqueteando a la chica que estaba a su lado. Con razón fue tan amable en recogerme.
No pues, que maravilla también para mí.
El alcalde de San Luis hasta el 2019 es el señor Carlos Fernando Bonilla Lugo.
Acá habitan en total 19.000 sanluiseños, 4.000 en el pueblo y 15.000 en las veredas.
