San Juan Nepomuceno (Bolívar).

Viernes 30 de abril de 2010;

Pueblo de la costa atlántica, al que quisiera volver: San Juan Nepomuceno. Lo visité hace años y me encantó. Una comarca apacible, con mucho verde, pues está en el centro de los Montes de María y cerca del Parque Nacional Natural de Los Colorados, una región rica de flora y fauna.

Aquí se ven pocos autos y muchos coches de tracción animal, como ‘el papá de los pollitos’.

San Juan Nepomuceno se encuentra a 94 kilómetros al sur de Cartagena. No sabía mucho acerca de este municipio, llegué hasta allí por necesidad, procedente de Carmen de Bolívar, donde me había quedado sin dinero, y me urgía llenar los bolsillos, en un Corresponsal Bancario, que sí encontré en San Juan.

La misma señora del banco me sugirió el hotel de Carmen Andrade, ahí a la vuelta y enseguida del Hospital. Con $ 20.000 pagué la dormida en una habitación muy agradable, como de casa de familia, con baño, TV y ventilador. Entonces me deshice del morral y salí a caminar por San Juan Nepomuceno.

El Cementerio data de 1.926 y tiene un portón hermoso y bien conservado.

La primera impresión que obtengo de este municipio es la de un poblado agradable, ordenado, limpio y cuyos habitantes son muy amables.

Primer pueblo de la costa que encuentro bien y donde es evidente el sentido de pertenencia de sus lugareños.

Hay casas de paja que la gente conserva  con orgullo. Las demás están bien tenidas y muchas mantienen los techos con láminas de zinc muy altos, para facilitar la ventilación.

Hace poco cuando se inauguró el Mega Colegio, varias fachadas de las residencias aledañas, fueron pintadas con colores pasteles. Las calles tienen árboles sombríos, aunque algunas están sin pavimento.

Wilfrido Rodelo, un escritor sanjuanero, exhibió en vallas altas, algunos versos en honor a su pueblo, que se ven muy bien y enaltecen a los habitantes de esta localidad.

También me llamó la atención la gran cantidad de Cyber Cafés que hay en un poblado tan pequeño como este. Supe luego que muchos de los negocios: abarrotes, almacenes y panaderías, pertenecen a comerciantes paisas venidos de Santuario y Marinilla.

Quería fotografiar el frontis de la iglesia central que ya conocía a través de internet.

Es una iglesia de una sola torre, sencilla, pero por estar como en un alto frente al parque, se aprecia imponente y agradable. Las escalas por las cuales se sube hasta el templo le dan cierta elegancia a la edificación, que no tiene mayor decoro en su interior.

Luego caminé por la carrera 14 entre calles 11 y 12. Me detuve en la casa de Adolfo Mendoza, un lugareño muy buen conversador y amable. En la terraza de su casa vende los aguacates que cultivan en su finca. Compré uno maduro por 500 pesos. Me facilitaron, cuchillo, cuchara y sal para saborear la fruta.

Con mucho gusto Adolfo me ilustró sobre los sitios interesantes que hay para conocer en San Juan: el mirador después del puente, allá abajo; el estadio de beisbol; un puente antiguo; la biblioteca; en fin hay mucho para hacer mañana.

El amigo me contó además que en la esquina de mi hotel, se encuentran cada mañana después de las cinco, muchas personas de la tercera edad que salen a caminar por el pueblo.

Por sugerencia de Adolfo subí hasta la entrada viniendo de Cartagena en donde venden fritos. Allí fue mi cena con huevos sancochados a $400, carimañola de yuca a $300 y porción de queso también a $400.

Luego anduve por varias calles en las cuales admiro algunas casas con fachadas bien tenidas o el estilo propio de las mejores construcciones costeñas.

San Juan tiene la particularidad, como Roma, de estar rodeado de colinas desde las cuales se puede divisar el pueblo y le dan frescura y un toque especial al municipio. No se puede olvidar que estamos en pleno corazón de los Montes de María.

Bueno, y este pueblo ¿por qué se llama así?

Juan Nepomuceno era el director espiritual de Emperatriz, la esposa del Rey de Praga: Wensceslao. Ocurrió que al rey le llegaron rumores en el sentido que su esposa le era infiel.

Wenceslado insistió ante Juan Nepomuceno para que le dijera la verdad, pero ante la negativa del sacerdote, el rey lo mandó a arrojar desde el puente sobre el río Moldava, en Praga.

Esta es la razón por la cual a San Juan se le considera patrono de la buena fama y el que protege contra las inundaciones.

Frente al Hospital venden una avena casera hecha con agua hervida, según me aseguró la señora y a solo 500 pesos la botella.  Luego vine a internet a escribir estas líneas e ir a dormir dejando el diario al día.

Gustavo José Castillo Acevedo, es el alcalde hasta el 2015. San Juan Nepomuceno tiene en total 32 mil habitantes, de los cuales 24.000 viven en el centro y el resto: ocho mil,  habitan las veredas.

Sábado 1º de Mayo de 2010:

A las 7:30 estuve en la tienda frente al hospital, desayunando con porción de queso, pan y avena.

Acto seguido,  contraté por tres mil pesos a Roberto, para que me llevara a los sitios de interés en San Juan. Roberto es un mototaxista amable y buen fotógrafo.

Primero me llevó al puente antiguo que, de verdad vale la pena porque, el arco de medio punto que lo sostiene, está hecho con ladrillos de barro cocido.

Más tarde subimos a ‘la acequia del acueducto’, desde donde se tiene una panorámica muy amplia del pueblo. Pasamos luego por el colegio Diógenes Arrieta y la cancha de Softball.

De pronto le pedía a mi conductor que se detuviera para fotografiar una choza de paja o una casa con arquitectura típica de la región Caribe: muros de bahareque y techo muy alto con láminas de zinc.

En seguida mi amigo me llevó a la iglesia de San José, que tiene en la portada una imagen muy original del esposo de María.

Regresamos al centro y ahí sí anduve a pié reparando algunas edificaciones bonitas, pues están bien cuidadas y casi todas limpias.  Ahora hay cosecha de mangos. Comí dos número 11 que, compré a solo cien pesos la unidad.

En el parque central de San Juan Nepomuceno está un hermoso busto en mármol, aunque deteriorado, de su hijo más ilustre: Diógenes Arrieta. Este sanjuanero  fue un poeta y librepensador del siglo XIX, gran opositor de la Iglesia y quien fue desterrado de su pueblo por haberse enamorado de una mujer que le era prohibida. Su manera lírica de escribir, pertenece en rigor, al más genuino romanticismo.

Diógenes Arrieta formó parte de la Escuela “La Lira Nueva” de don José María Rivas Groot y el poeta más egregio de ese grupo: José Asunción Silva. Otros integrantes de este combo son: Jorge Isaac, Diego Fallón e Ismael Enrique Arciniegas.

Esa generación clásica produce la constitución de 1886.

Fue la época de hombres tan ilustres como Miguel Antonio Caro, Rufino José Cuervo, Rafael Reyes, Jorge Isaac, Marco Fidel Suárez, José María Vargas Vil y Juan de Dios Uribe.

En la heladería frente al Hospital observaban un video con canciones de Diomédez Díaz. Entre ellas: ‘La Plata’:

‘Por eso la plata que cae en mis manos
la gasto en mis viajes, comida y fandango

Se apodera el diablo de aquella riqueza…
entonces no voy a la gloria de Dios’.

Como el sol era canicular, regresé al Hotel a dar un descanso bajo el fuerte viento del abanico, antes de abordar transporte hacia la ciudad heróica.

En el corregimiento San Cayetano vive Petrona Martínez, la cantaora de bullerengue que en el 2014 fue nominada a los premios Grammy.

Me encantó San Juan Nepomuceno, prometo regresar acá con más tiempo.