Saludar y ser comedido.
Saludar y ser comedido.
Ante tanta controversia frente al plebiscito, cansado de tanta argumentación de lado y lado, me propuse a cambio, tener hechos de paz. En dos situaciones simples pero efectivas.
- Saludar a toda persona que me mire en la calle, y
- estar presto a ayudar a quien lo necesite.
Cuando voy por la calle observo a toda persona que vine frente a mí. Si me mira le digo:
Buenos días, buenas tardes.
Y también me concentro en observar situaciones en las cuales yo pueda colaborar.
Recuerdo tres casos:
1 – Estando en un supermercado observé cómo una pareja compraba artículos que sostenían en sus brazos con dificultad. Estaban discutiendo. Pensé: estos necesitan un carrito.
Fui a buscarlo y se los llevé. No esperé que me dijeran gracias con tanta emoción.
Seguramente no se habían hecho al carrito porque pensaron que no lo iban a necesitar. Y llegué en un momento tan oportuno que por eso fueron tan expresivos y hasta ahí les llegó el mal humor.
2 – Una tarde cuando me disponía a bajar las escalas de la plaza de mercado, observé a mi lado a una señora de más edad que la mía, cargando un paquete pesado. Le propuse:
‘Si quiere le recibo el paquete y se lo entrego abajo’. Ella me lo dió agradecida y antes de regresárselo le hice una charla que nos hizo reír:
‘Estuve tentado a salir corriendo con su mercado…’.
3 – En el último viaje en bus intermunicipal me ubiqué al pie de la puerta de acceso para recibir paquetes a quien abordaba el vehículo, dar la mano a algún anciano o ayudarle con las maletas a quien se iba a bajar.
Al final el auxiliar entendió que eso debía hacerlo él, y siguió mi ejemplo.
Entonces yo regresé a mi silla y me pude concentrar en observar el paisaje y disfrutar del paseo.
Todo esto se me ocurrió luego de escuchar a Mariana Pajón cuando después de recibir la medalla dorada, en sus declaraciones a Blu Radio dijo:
“Es difícil de entender, pero la paz no viene de un papel ni de un lugar: ni de La Habana ni de Colombia ni de nadie. Si Colombia quiere la paz empieza por uno y empieza por casa. Poner Sí o No en un papel no cambia nada si no cambio yo”.
Y a qué viene a cuento esto, en un blog de viajes?
Pues porque también estuve pensando que Fontur y todos los entes relacionados con el turismo, deberían promover en Colombia no solo sus principales destinos, sino ante todo: la amabilidad de los colombianos.
Porque en cualquier país del mundo hay bellezas naturales, arquitectura antigua o playas coralinas. Pero el que la gente sea tan acogedora como la mayoría de los colombianos, eso sí hace que el turista se amañe, quiera regresar al país o hable bien de Colombia.
Si nos enfrentamos a Costa Rica en cuanto a bellezas naturales o con República Dominicana en las mejores playas o con Perú o Méjico en cuanto a ruinas arqueológicas, de pronto no nos va tan bien.
En cambio calidez, amabilidad, acogida, respeto por el otro, son cosas fáciles de promover y que, paralelo al proceso de paz, pueden ser más efectivas para llegar a los cinco millónes de turistas anuales y tener un mejor país.
Ya tengo un 60% de certezas para votar por una opción y 40% por la otra. Lo dejaré así. Votaré por la mejor calificada.
No leeré las 297 páginas, ni daré click a los comentarios de un bando u otro; más bien me dedicaré a propiciar cada día: pequeños hechos de paz.
Me parece interesante lo que haces, ademas se percibe que te la gozas y eso es lo mejor, recibí tu volante en aguadas aun sin yo se de este pueblo.
Espero que visites Marmato Caldas es algo sorprendente y diferente a los demás pueblos.
felicitaciones seguiré revisando este maravilloso blog.
Gracias, un abrazo.
Hola Germán
Soy Liliana, nos conocimos hoy viajando para Florián Santander en el bus intermunicipal, gracias por tu visita y gracias por regalarme tus datos de contacto, la verdad no me aguante las ganas de visitar tu pagina y esta es la primera historia que leo de tu Blog, me ha gustado mucho, Saludar y ser comedido que buena filosofía, seguiré leyendo 🙂 y pronto te estare haciendo llegar lo prometido.
Dios te bendiga y buen viaje
Si, te recuerdo. Saludos y éxitos en tu empresa.
Hola… Me entregó un papelito en Oiba y en la tarde me puse a mirar su blog, y me encontré este escrito que me parece genial; yo soy de San Gil donde el sector turístico ha ganado mucho terreno, estoy totalmente de acuerdo con usted, no es solo el atractivo del lugar sino como se trate al peregrino lo que hace la diferencia, la calidez de la gente es el valor agregado que se debe maximizar a la hora de fortalecer el turismo en el país, esa experiencia la viví personalmente en Zapatoca en Santander donde la amabilidad de la gente hace que uno quiera volver, lo mismo me sucedió en Urrao en Antioquia… Seguiré viendo su pagina téngalo por seguro y espero que pueda seguir escribiendo y subiendo historias
Cómo me alegra leer su comentario. Que le haya parecido bueno lo que escribí ‘como contribución a la paz’, me enorgullece y alegra. El domingo estuve en Zapatoca y fuera de lo querida que es la gente, me impresionó el sentido de pertenencia hacia su pueblo: cómo se ven de bien las matas florecidas en las fachadas de las casas. Un abrazo.
Que buen blog y agradezco mucho sus consejos; los tendré en cuenta.
Lo que dice acerca del turismo me parece realmente acertado. Ayer vi un comentario que, pese a que me hizo enojar un poco, me pareció algo razonable. Decía el comentario: »12 millones de turistas en un país donde no hay nada místico que contar o visitar. Al menos en México los indígenas hicieron pirámides, en Perú unas líneas en un desierto y en Colombia siembran Coca y bloquean vías. Acá no pasa nada», le dejo el link: https://twitter.com/PoIiacriIamitre/status/1483113779449769985. Y es verdad, por eso estoy de acuerdo con que, en vez de vender paisajes o lugares, deberíamos vender y promover la amabilidad entre los habitantes, en especial la región caribe de donde soy y veo muuuuchas cosas malas.
Saludos.
Sí, hay personas que solo ven lo malo, Colombia tiene muchas bellezas para mostrar a los visitantes. Saludos.