¿Qué ropa usar en los viajes? 3/3
Camisas con dos bolsillos.
En una entrada anterior (2/3), nos referimos a los pantalones ideales para viajar que deben ser en algodón y ojalá de los llamados ‘Cargo’, con bolsillos de fuelle adicionales.
Hoy les daré algunos consejos respecto a las camisas.
Una camisa con solo un bolsillo no es cómoda para viajar. En mi caso para las correrías solo llevo camisas con dos bolsillos.
Porque hay muchas cosas que debo mantener a la mano: Bolígrafo, hoja de papel, mapa impreso, bisturí, gafas, tarjetas de presentación, etc.
Incluso es preferible tener camisas con bolsillos de fuelle, es decir, aquellos que tienen un doblés y se amplían cuando se requiere mayor capacidad.
Aunque la tapa en los bolsillos de las camisas se ven bien y ofrecen cierta seguridad, a veces son estorbosas y más vale los bolsillos camiseros con botón o velcrom, para evitar que se salgan los objetos allí guardados.
También es importante tener en cuenta la profundidad de los bolsillos: en lo posible, que sean bien hondos para que no quede medio bolígrafo afuera y quepan los objetos.
Agregar un segundo bolsillo.
Tengo camisas a las cuales en un Taller de Modistería, les hice colocar un segundo bolsillo sacando tela de la parte inferior de la prenda, la que queda oculta bajo la correa del pantalón. Eso sí, en este caso no se podrá llevar la camisa por fuera.
El hueco resultante de la reforma, se tapa luego con un retazo de color parecido. Las prendas a las cuales les mando hacer esa transformación, generalmente son camisas en tela gruesa de algodón, difíciles de conseguir, muy finas e ideales para viajar, por frescas y protectoras.
Manga larga.
En mis años como viajero he aprendido que las mejores camisas para ir de paseo son las de manga larga que, abrigan en el frío y no permiten que los rayos solares aumenten la temperatura del cuerpo en los climas cálidos.
Además son ‘vestidoras’. Pocas veces cargo en el morral un buzo o chaqueta. Con las camisas de manga larga me basta para estar bien presentado o suficientemente abrigado. Alguna vez dentro del bus hacía tanto frío que la solución fue colocarme una camisa adicional, ambas de manga larga.
Si el itinerario incluye asistir a un evento importante, ahí sí hay que pensar en llevar ropa formal para lo cual posiblemente haya que pagar cupo extra en la bodega del avión.
Pero otra opción ante una ocasión formal imprevista, sería visitar un almacén de ropa de segunda, que generalmente están ubicados en las plazas de mercado y comprar allí un saco o camisa acorde a la ocasión. Seguramente no valdrá más de tres dólares y llegará usted muy bien presentado al acto solemne.
Es probable que estos consejos escandalicen a algunos, pero no se les olvide que son recomendaciones para mochileros y aventureros que no disponen de mucho presupuesto y tampoco están muy pendientes del qué dirán.
Ante todo: Protección.
En síntesis, tratándose de las camisas y los pantalones, no se puede olvidar aquel slogan de una marca de ropa que hablaba de ‘la piel de tu piel’: además de cubrirnos, la ropa cumple también la función muy importante de protección.
Una raspadura como consecuencia de la caída en moto, es menos traumática cuando se lleva camisa o pantalones largos.
En cambio cuando es la piel desnuda la que se raspa contra el pavimento o el cascajo, la lesión es mucho mayor. Mejor que se rompa la camisa o el pantalón y no nuestro mayor órgano de protección corporal.
Alguna vez en el aeropuerto El Dorado conocí a un viajero australiano que llevaba casi la misma ropa mía y claro, me hice fotografiar a su lado.