Puerto Triunfo (Antioquia).

 

Jueves 17 de mayo de 2012

Juventud acumulada.

Juan Manuel Plata es un anciano porteño que aprovecha el tiempo para tejer atarrayas en la acera de su casa.

Aún a la sombra el hombre no deja su sombrero aguadeño y prefiere las camisas amplias que permiten que toda su piel respire y así aguantar los 38 grados de temperatura.

Al medio día en Puerto Triunfo, esas calenturas son sudor de todos los días.

Con mucho orgullo Juan Manuel me enseñó la red que acaba de terminar, con pitas de colores que le dan un valor adicional al producto.

En cambio don Pedro Guerra es otro veterano menos activo, pues los años lo mantienen sentado en un taburete de cuero, desde el cual se entretiene viendo pasar a sus paisanos.

Gerontóloga de vocación.

Pedro ya no tiene bríos sino para caminar por sí solo, pero es otro de los invitados al algo organizado por Laura.

Laura va a estudiar Gerontología y desde ya, por su propia cuenta, está practicando: para mañana viernes ha organizado un algo con quienes en el pueblo, tienen más juventud acumulada. Ya consiguió donaciones de los productores de leche y la distribuidora de gaseosas.

Qué chica tan madura e interesante es Laura. Ella no espera a que la llamen por teléfono ni que las oportunidades toquen a su puerta. Laura las crea y con seguridad será una profesional útil a su comunidad.

Fue Laura quien se ofreció a acompañarme a conocer lo más importante de Puerto Triunfo.

Viaje al Magdalena Medio.

Tenía mucho sueño al amanecer cuando en mi casa sonó el despertador a las cuatro de la mañana; pero parece que hoy será día de sol y debo aprovecharlo. Las nubes que observé desde la ventana formaban tirones largos y eso es buen síntoma.

Introduje el equivalente a siete cepilladas de crema dental en una bolsita y salí a coger el Metro hacia el Terminal del Norte. La idea es llevar el menor peso posible, pues me tocará estar mucho tiempo con el morral a la espalda.

En esta correría aspiro a visitar tres municipios del Magdalena Medio que no conozco: Puerto Triunfo, Puerto Nare y Yondó.

La buseta de TransOriente salió muy cumplida a las 5:50. El pasaje cuesta $23.000, un precio razonable, habida cuenta que viajo en un carro nuevo, muy cómodo y con música suave.

Para compensar el madrugón, me propuse dormir durante el viaje por terreno muy conocido.

Ya en la entrada a San Luís conecté las pilas de mi cerebro, para no perderme nada.

Y sí, me impresionó la belleza del río Samaná y del puente que lo cruza. Es una construcción metálica imponente, en arcos con parales rectos.

Más adelante está Rio Claro y después la entrada a Jerusalén: un corregimiento de Sonsón.

Un pueblo verde de clima cálido.

Santiago es un cruce de caminos desde donde salen las vertientes que van de la autopista hacia Puerto Triunfo, a la derecha, y Puerto Perales y Puerto Nare a la  izquierda.

Debo visitar primero Puerto Triunfo. Una moto-taxi me llevó en pocos minutos hasta la plaza principal, distante solo cuatro kilómetros de la autopista Medellín-Bogotá.

Puerto Triunfo es un productor de mármol y caliza y destacado centro ganadero.

La entrada a Puerto Triunfo es encantadora: muchos árboles de matarratón y otras especies, dan sombra sobre el pavimento y a veces juntan sus ramas en lo alto para formar un bello túnel sombrío.

Antes de llegar al centro del pueblo, pasamos cerca del Colegio Inem Pablo VI, con la primaria y el bachillerato en dos sedes, enfrentadas e independientes.

Cruzamos el Hospital, una clínica pequeña pero suficiente para el poblado.

El Palacio Municipal de Puerto Triunfo está ubicado en una de las esquinas de la plaza.

Allí está también un poco escondida, la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, el principal templo parroquial.

Lo que más me gustó de este pueblo es el parque principal.

Grande, acogedor, con muchos árboles gigantes, ceibas de tallo robusto, jardines con hojas coloridas  y palmeras reales bien encumbradas.

El lote da incluso para una cancha de fútbol con graderías y dos kioscos: uno pequeño y el más espacioso, ubicado en el costado sur de la plaza principal.

Recientemente han colocado sobre los prados verdes figuras gigantes de animales de la zona: cocodrilos, dantas, tortugas e iguanas.

Hace unos años construyeron un malecón al lado de la plaza, cuando el río Magdalena pasaba por un costado de la localidad.

Ahora es un pequeño brazo del gran río el que besa el pueblo y se va.

Turismo de Naturaleza y Aventura.

Continué hacia la piscina y el Coliseo, casi abandonado. La alberca en cambio, sí se usa permanentemente, dadas las temperaturas altas que son frecuentes en este pueblo, en pleno Magdalena Medio.

Puerto Triunfo tiene una ubicación privilegiada en el centro del país y a distancias similares de las cuatro ciudades más importantes de Colombia.

Actualmente se promociona como destino para deportes de naturaleza y aventura.

A pocos kilómetros de Puerto Triunfo están el Cañón del Río Claro, el Parque Temático Hacienda Nápoles, la Reserva Ecológica El Refugio y el Cañón de la Danta.

Y más cerca aún se encuentran el balneario del río San Juan y Charco Azul, dos lugares con mucha agua para disfrutar en las tardes cálidas de los fines de semana.

En el centro urbano, se destaca el Barrio Las Palmas, un conjunto de casas recientes, casi todas con arbustos sembrados a la entrada. En las tardes los contertulios se reúnen bajo sus ramas para compartir experiencias y comentar los acontecimientos diarios.

Se ven preciosos esos rincones sombríos y en ocasiones adornados con flores.

En tres minutos me ubiqué cerca del cementerio, a la salida hacia la autopista. Y no tuve que esperar mucho, hasta cuando pasó un automóvil Corsa, que me arrimó a la troncal.

Fueron segundos los que dispuse luego para apearme del auto y subir a la buseta de TransOriente, que pasó con destino Puerto Perales. Qué suerte, es el único transporte que pasa hacia esa zona en varias horas.

La alcaldesa de Puerto Triunfo hasta el 2019 es la señora Madeline Arias Giraldo.

Puerto Triunfo tiene en total 16 mil porteños, de los cuales 4.500 habitan en el casco urbano y el resto, que es también la mayoría: 11.500, viven en el campo, o en los corregimientos como Perales, Estación Cocorná o Doradal.