Pez exótico en La Guajira.
Los comercios de la Plaza Vieja en Riohacha no han abierto a las seis de la mañana. En pueblos costeros la gente madruga poco.
Una venezolana salvó el inicio del día cuando pasó con el termo lleno de tinto. Iba acompañada de su pequeña hija de tres años sentada en un coche sobre el cual llevaba además los recipientes. Qué difícil situación la de esa mujer inmigrante.
De Riohacha a Camarones.
Los colectivos que viajan a Camarones, el corregimiento de Riohacha sí prestan servicio desde temprano. Quería llegar con tiempo a la orilla del mar para presenciar el arribo de los pescadores.
Una moto me arrimó desde el parque central de Camarones hasta la playa. Corrí hacia la orilla del mar para presenciar el arribo de las lanchas.
Habrían llegado solo dos o tres embarcaciones. Faltaban por llegar las ocho restantes. Cada diez minutos un nuevo cargamento alcanzaba la orilla con pocos peces pero de buen tamaño.
Parece ser que en Riohacha los pescadores sí hacen una captura responsable y sostenible, devolviendo al mar los peces pequeños.
Ante el arribo de una nueva lancha, curiosos y compradores corren a observar la captura.
Pez Rémora.
El que más me gustó de la variedad de peces que contenía cada sarta, fue un pescado llamado por los lugareños ‘Pez-Pega’, porque tiene en la parte anterior un dispositivo con ‘tecnología de punta’ para adherirse al cuerpo del tiburón.
Pero no es ninguna novedad tecnológica, desde tiempos de Aristóteles se hablaba de esa especie de ‘Pez Rémora’. De Plutarco y Plinio el Viejo también se conservan escritos con alusiones al Pez Ventosa.
Las Rémoras son peces marinos parásitos que prefieren ser arrastrado por un animal más grande y no esforzarse para nadar. Son cargados por tiburones, ballenas, rayas o tortugas. De tamaño medio, piel lisa y cuerpo alargado, las rémoras viven a expensas de sus moradores.
Es un caso de ‘comensalismo’ entre dos especies: el Pez Rémora se beneficia al ser remolcado por el tiburón, en tanto que este conserva su piel limpia gracias a al mantenimiento que de ella hace el parásito.
El Pez Rémora también obtiene alimento de las migajas que escapan de las fauces del tiburón y mientras se mantenga adherido al cetáceo, difícilmente será atacado por uno de sus enemigos.
Dispositivo especial.
El dispositivo ovalado que tiene el Pez Rémora en el vientre o el dorso, parece la suela de un zapato, es abrasivo al tacto y posee entre 10 a 20 líneas transversales, móviles y rugosas, con las cuales se pega a la piel del anfitrión.
El óvalo de succión le permite al Rémora mantenerse adherido al pez grande y desplazarse sin esfuerzo. El dispositivo a veces se encuentra en el vientre pero en otros casos reemplaza la aleta dorsal.
Y es que las rémoras no poseen vejiga natatoria por lo cual son malos nadadores.
Ha habido casos en los que un pez ventosa se fija a la pierna de un buceador causándole algún dolor e impedimento para nadar.
Así que la experiencia que viví en Camarones (La Guajira) fue inédita e impactante. Imágenes que difícilmente se borrarán de mi mente y me permitieron aprender sobre esa especie de pez parásito que desconocía a pesar que se encuentra en todos los océanos del mundo.
Fecha de la visita: Viernes 20 de enero de 2023.
muy bella tu pagina
Eh, qué bueno que le guste, saludos.
Qué bueno que le guste, saludos.