Palmar (Santander).

Miércoles 26 de julio de 2017

Atractivo por pequeño.

Casi siempre las cosas pequeñas son más hermosas por ser chicas. Un botón de rosa, un bebé o un pollito suscitan atención y afecto por sus mínimas proporciones.

Lo mismo podría decirse de Palmar (Santander), un pueblo con apenas 800 habitantes, anclado en medio de una espesa vegetación y las fachadas de las casas pintadas de blanco y verde.

Esa uniformidad le da un toque de sobriedad y limpieza al caserío.

Para llegar a Palmar desde Socorro, se desciende hasta el río Fonce, para luego subir hasta ‘el municipio verde de Colombia’.

Al pueblo se ingresa por una avenida decorada con palmas reales, que crecen desde tiempo inmemorial y a las cuales el poblado debe su nombre.

Árbol centenario.

El parque central es lo mejor de Palmar. Lo más destacado del espacio público: la enorme ceiba de tronco tan amplio que se necesitarían cinco hombres cogidos de las manos para abarcar el tallo en toda su amplitud.

Desde lo alto la ceiba milenaria parece un gran viviente que con sus maternales ramas quisiera proteger a todos los palmareños. Y a los visitantes. Cualquiera que llegue al parque siente el abrigo acogedor del ramaje extendido.

La alcaldía a cargo de Fabio Salas también forma parte del marco de la plaza.

Palmar es un pueblo en modo tranquilo, sosiego puro, equilibrio perenne. Quien requiera de un sitio para el descanso, encuentra acá el lugar perfecto donde será bien atendido por los palmareños.

Otro detalle muy bello del parque son las bancas en hierro fundido, con diseño exquisito y pintadas de verde esmeralda.

Un pequeño kiosco con cubierta en teja, como son casi todos los techos de las casas, sirve de centro de convivencia para los ciudadanos que en ocasiones especiales se reúnen allí para ver partidos de fútbol o analizar situaciones comunes.

Palmar es uno de los pueblos más bellos de Santander. Quizá porque los 18 kilómetros de carretera que lo separan de Socorro están sin pavimentar, es por lo que se ha conservado tan bien el centro urbano y pocos turistas lo visitan.

Templo colonial.

El templo parroquial de plano profundo, es admirable. Ostenta varios altares, todos decorados con diseños dorados y algunos con columnas salomónicas en los retablos.

Al pasar por una finca, ya de regreso a Socorro, el dueño del predio le tenía de regalo al conductor mamoncillos bota fruta, dulces y recién cosechados.

Qué delicia, me recordaron los años de infancia en Santafé de Antioquia.

Acá viven en total 2.600 palmareños, 800 en  el casco urbano y 1.800 en las veredas.