Páez – Belalcázar (Cauca).
De Popayán capital del departamento de Cauca, viajé a Páez el municipio cuya cabecera municipal es Belalcázar.
Ahora reconstruyen esta vía llamada ‘Paso del Libertador’, que en el futuro unirá a Ecuador y Popayán con La Plata y la capital del país. Será una carretera con excelentes especificaciones, muy amplia y a la cual le están colocando un grueso manto de cemento.
Sobre los indígenas.
La compañera de silla, es una profesora con quien estuve conversando largo rato y aprendí muchas cosas de su experiencia.
Según la maestra, los indígenas Paeces fueron los que más arduamente pelearon con los españoles. Y en la actualidad son quienes con más ahínco luchan por sus derechos ante los distintos gobiernos. Actualmente esas tribus viven por acá en el municipio de Páez (Belalcázar).
La profe explica por qué la mayoría de los pueblos del Cauca están ubicado en partes altas: porque para huir de los españoles o estar atentos si se aproximaban, los indígenas se ubicaban en atalayas desde las cuales ejercían permanente vigilancia. También se acostumbraron a guardar sus tesoros en guacas, lejos de la codicia de los ibéricos.
Ahora sus pretensiones apuntan a que el gobierno y la sociedad les permita regirse por sus propias leyes y tener dominio sobre la educación, la salud y los recursos naturales que hay en sus posesiones, casi que formar repúblicas independientes.
En cambio los Guambianos de Silvia, son más pacíficos y menos intransigentes. Entre ellos prácticamente no existe el concepto de ‘mujer soltera’. Desde los 13 años la mujer debe empezar a buscar marido y tener hijos.
En general los indígenas rescatan y protegen el bosque virgen. Si un predio se llena de monte, para ellos mejor, son defensores de lo natural, por eso no utilizan pesticidas que dañan la madre tierra. De ahí que no permiten explotaciones mineras que afectan el medio ambiente. Para ellos el bosque virgen es sagrado y debe conservarse.
Por toda esta región se cultiva la coca. En Calderas los guambianos la aprovechan para elaborar galletas, tortas o como medicina.
En cambio la coca que siembran los Paeces en grandes extensiones por los lados de Guadualejo, esa sí es para fines menos ortodoxos.
Agua y deslaves.
Cerca a esta carretera hacia Inzá está el Páramo de Guanacas, una región rica en aguas. Precisamente en este momento y a mitad de camino, comienza a lloviznar.
Pasamos ahora por un puente metálico y en arco que por una falla geológica que hay en el sector, se corrió y quedó inservible.
Todo porque en el ministerio de Obras Públicas no atendieron las recomendaciones de los ingenieros que hicieron el estudio de suelos y propusieron un viaducto más grande para salvar la falla. Importaba hacer un puente más barato.
Se dice que en este lugar cada día la tierra se corre un centímetro, y eso fue lo que afectó el puente metálico.
En Guaudalejo, partidas para La Plata – Belalcázar está el kilómetro 109. De ahí en adelante comienza un nuevo conteo de 0 a 11 al llegar a Belalcázar, todos bordeando el río Páez. Así que desde Popayán a Páez son 121 kilómetros en total.
Limites con Huila.
Cerca al puente se ve La Mesa de Cohetando, una hilera especial, en forma de meseta larga y angosta que más parece un aeropuerto. Por encima de esa meseta sube la carretera que desde el puente de Cohetando va para La Plata.
Relativamente cerca a Belalcázar está el Nevado del Huila. Por eso las dos avalanchas que ha habido cuando el río Páez que pasa a un lado del pueblo, se creció de manera súbita, debido al deshielo del Nevado.
Fueron dos crecientes grandes: en 1.994 hacia las cuatro de la tarde, luego de un movimiento sísmico. Por lo inesperado de la creciente, hubo 1.200 muertos.
Luego en el 2008, la avalancha arrasó con muchas más casas, incluyendo el edificio de la Normal. Pero esta vez no hubo ni una víctima mortal, gracias a que desde el 94 se llevó a cabo un proceso de pedagogía con la población y se habían instalado alarmas que alertaron a los moradores para que buscaran refugio a tiempo.
Por su cercanía al departamento del Huila, en Páez se celebran las Fiestas de San Pedro en la última semana de junio.
Marco de la plaza.
Antes de llegar a Belalcázar en horas de la tarde, la vista sobre el casco urbano es excepcional.
Me gusta este pueblo, más bien plano, de plaza amplia y calles rectas y ordenadas. Lo especial es que en el marco de la plaza central, no hay muchos establecimientos comerciales.
Frente al polideportivo se ve el Alto del Ángel desde el cual la vista sobre el pueblo, en horas de la tarde, es privilegiada. Y más hacia el occidente está la Peña del Águila, en forma de arco, desde la cual también la vista es óptima, aunque es más difícil de llegar hasta el sitio.
En el coliseo hoy sábado por la tarde no hay ningún jugador. Solo unos ocho karatecas entrenando. Estos elefantes blancos se construyen más para inmortalizar al alcalde de turno. Y las administraciones siguientes poco hacen por promover el deporte, al fin y al cabo esa inversión es poco visible.
Alguien me cuenta sobre el despilfarro que hubo con los dineros destinados a la restauración de la capilla doctrinera que hay en el pueblito Avirama. Según las facturas, se invirtieron 1.200 millones, pero lo que se hizo: pintar la fachada, se hubiera realizado con solo 50 millones.
Junto a la Estación de Policía y la iglesia, se ve muy central el edificio inmenso y antiguo que sirve de sede al Hospital.
Dos edificios me llaman la atención en el marco de la plaza: la casa esquinera de las Hermanas Vicentinas, una edificación emblemática de toda la vida, y la casa cural, de dos plantas e inmensa como casi todas, con un balcón central desde el cual podría asomarse el Papa Francisco en caso que incluyera a Belalcázar en su próxima visita a Colombia.
Las campanas de la iglesia tienen un timbre muy sonoro. Sin embargo lo mejor de la iglesia parroquial es su fachada altiva y por dentro, el cielo raso troquelado y los vitrales que, sin ser muy pulidos, tienen figuras originales.
También en el centro y frente a la iglesia, quedó empezada la Plaza de Mercado, inmensa y bien aireada que está casi a punto, falta la voluntad política de la actual administración para ponerla en servicio.
Muchas de las construcciones de Belalcázar son recientes y algunas de tres pisos. Claro, con la avalancha del 94 se necesitaron viviendas adicionales.
Municipio campesino.
Saliendo de Belalcázar se ve la construcción nueva, de techos azules donde funciona ahora la Normal, luego que en el 2008 la avalancha arrasara con la sede anterior. También se observa el sendero con barandas por el cual caminan los alumnos del establecimiento educativo, para llegar a clases.
Al llegar al Puente Cohetando, sobre el río Páez, el conductor también detuvo la marcha un instante para que yo pudiera tomar unas fotos.
Es muy especial este puente, antes de atravesarlo por encima, el bus pasa por debajo de la estructura para subir luego por una curva empinada y cerrada. Unos metros más arriba comienza la carretera que va para La Plata (Huila).
Alcaldes de han sido: 2016-2019 Marco Albeiro Gutiérrez Penagos y hasta el 2023 es el señor Duban Arbey Velasco Velasco.
Acá habitan en total 31.000 paeces, 3.000 en el pueblo y 28.000 en las veredas. Como cosa rara, en este municipio la población campesina es el 90% y la del pueblo solo el 10%.
Sábado 8 de julio de 2017
