Orocué (Casanare) 2 / 2
En el departamento del Casanare, Orocué es un municipio bello pero poco visitado en medio de los Llanos Orientales colombianos.
Dista 190 kilómetros de Yopal la capital provincial. Y es que no se nos olvide que estamos en la excelsa llanura donde
‘…el azul del cielo Se confunde con tu suelo En la inmensa lejanía,
En la alborada El sol te besa y del estero al morichal Hienden las garzas el aire
Que susurra en las palmeras Un canto de libertad’.
Vaqueros por siempre.
Los llaneros se dedican a la agricultura y sobre todo, a la ganadería.
El vaquero casanareño es un hombre recio que dedica gran parte del año a las labores del campo.
Dadas las enormes distancias, el caporal debe andar a caballo con su cama a cuestas; no le es posible compartir en familia sino cada quince días o cada mes.
Este hombre fotografiado en el viaje entre Yopal y Orocué en el 2018, es fiel representante de esa raza bravía de piel bronceada y naturaleza hospitalaria.
El Monumento a los Caballos del escultor Jairo M Miranda G., es uno de los más recientes de Orocué. Muestra las diferentes especies de equinos que se utilizan en los llanos para el cuidado del ganado.
Recorrido por el pueblo.
En las afueras de Orocué se ubican el aeropuerto y la Manga de Coleo. Por allí se está construyendo además la nueva Casa de la Cultura.
Vale la pena visitar ‘La Chuzma’, como llaman al Centro de Convivencia. Decora la entrada un bello arco con figuras de animales silvestres. También se aprecia un gran caimán reptil frecuente en los las lagunas llaneras.
Leticia Camacho de Vidal, es una dama ilustre que me presentó Víctor más adelante. La anciana honorable estaba en su tienda, pero apenas si me dio la mano porque tenía dolor de cabeza.
Los viejitos viven con relativa comodidad y a sus anchas en la casa de dos cuerpos que los alberga.
Vìctor me recomienda ir a Las Malvinas, a diez minutos del pueblo, en donde hay una reserva de biodiversidad, con chigüiros silvestres.
También sería bueno conocer Wisirare, el Parque Natural que está a 40 minutos de Orocué, viniendo de Yopal.
Será en otra ocasión, pues de verdad me encantaría regresar a este pueblo tan bello y con tantos parques agradables.
La Vorágine.
Pocos saben que en Orocué vivió José Eustasio Rivera. En uno de los barrios se puede visitar la casa museo donde vivió el novelista colombiano.
Frente a la casa permanece el Árbol del Amor, una ceiba gigante al lado del río, donde según las malas lenguas, se amaban las chicas del colegio La Salle que funcionó al frente y en donde se sentaba José Eustasio a escribir ‘La Vorágine’.
Recientemente el escultor Miguel Roa Iregui inauguró en Orocué la escultura en honor del autor de ‘La Voráguine’, el segundo libro más leído de un autor colombiano.
Naturaleza exuberante.
Pasamos al parque central, junto al cual está la iglesia de Orocué. El vergel se ve húmedo y triste por la lluvia, pero espacioso y con muchos árboles.
El templo parroquial sencillo y amplio no tiene mayor encanto.
El almuerzo fue en el restaurante El Orejano, frente al puerto en donde fondean las embarcaciones. Delicioso el caldo, aunque tal vez con demasiados aliños.
De regreso a Yopal, a 25 minutos del puente amarillo se aprecia un árbol como con 12 nidos de pájaros arrendajos. Se trata de aves de plumaje negro y amarillo, lo más de vistoso. Me cuentan que esas aves tienen la propiedad de remedar el canto de otros pájaros.
Y sí, hermoso ese ‘barrio’ de pájaros con nidos tipo bolsa, no tan largos como los de los gulungos, aunque el plumaje de ambos se parece.
Un tanto monótono el paisaje siguiente, de solo estepas inmensas llenas de maleza ‘cola de vaca’.
Tenían razón quienes me aconsejaron bajarme no el La Nevera, sino en La Yopalosa, la entrada a Nunchía donde hay negocios y recursos.
Alcaldes de Orocué han sido: 2012-2015 Monchy Yobany Moreno Gualdrón; 2016-2019 Ánderson Bernal Tello; 2020-2023 Monchy Yobany Moreno Gualdrón.
Acá habitan en total 8.000 orocueseños 2.000 en el pueblo y 6.000 en las veredas.
Fecha de la visita: Domingo 1º de julio de 2018.