Olaya, Antioquia.

Domingo 12 de mayo de 2013

Olaya es el municipio más cercano al Puente de Occidente, al otro lado del Río Cauca, yendo desde Santafé de Antioquia. Tiene apenas tres mil habitantes de los cuales solo 300 son campesinos.

En memoria del presidente Enrique Olaya Herrera, quien gobernó a Colombia entre 1.930 y 1.934, fue que se le dio el nombre a este municipio antioqueño de la subregión occidente.

Sucre, el único corregimiento de Olaya, está a mitad de camino entre el Puente de Occidente y el casco urbano olayense. Sucre es otro pueblito bien atractivo, con parque agradable y una fuente preciosa, con un ave palmípeda que lanza agua por su pico dirigido al firmamento.

Durante el mes de diciembre muchos turistas acuden a Sucre, para visitar el pesebre con movimiento que se arregla en el templo parroquial. Es realmente hermoso, vale la pena conocerlo y procurar que esta tradición perdure en el tiempo.

Hace unos años visité la quebrada La Barbuda, con su hermoso salto de varios metros de altura. Por ese sector se hacen caminadas muy agradables y se disfruta de hermosos paisajes, con floresta abundante y vista sobre el río Cauca, que corre parsimonioso al otro lado de la carretera.

Yendo por el sendero que conduce a la quebrada, se observa también el corregimiento de Sucre perdido en medio del bosque, con su capilla antigua de espadaña colonial.

Pues sí que este domingo me encontraba yo en la plaza de Santafé de Antioquia,  cuando vinieron a avisarme que la buseta de Liborina, saldría desde la plaza principal, pasando por Olaya. Qué afortunado, pensé que ya no tendría transporte para llegar hasta Olaya.

Liborio es un conductor de muchos años, que maneja la buseta Nissan modelo 93, pero en excelente estado. Muy formal el viejo, conversé con él mientras nos desplazábamos hacia el Puente de Occidente. Esa  joya arquitectónica se asocia siempre con Santafé de Antioquia, pero pertenece también al municipio de Olaya, en cuyos terrenos queda el estribo  oriental del viaducto, diseñado por el famoso ingeniero José María Villa.

La tarde está encantadora, esta vía del noroccidente es muy bonita, con el río Cauca a un lado y montañas bajas a la derecha. Me encanta este ambiente de tierra caliente, en una tarde agradable y viajando de copiloto, con todo el paisaje a la vista.

Pasamos por Sucre y atravesamos el sitio llamado Puerto Avispas, antes de entrar a Olaya, municipio antioqueño que tiene uno de los cascos urbanos más pequeños del departamento. De ahí que es un típico pueblito de calles estrechas, iglesia pequeña y parque central.

Lo primero fue reconocer y fotografiar la iglesia de este municipio, pequeña, pero bien tenida y dedicada a Nuestra Señora de las Nieves. El frontis en ladrillo y piedra, se ve bien y a esta hora recibe el sol vespertino, lo que garantiza muy buenas fotografías.

El parque está bien tenido, y las calles se ven ordenadas. La fuente central emana agua suficiente para mitigar el calor de la zona.

Anduve un poco hacia la salida para Liborina. En algún momento pensé continuar hacia ese municipio, pero desistí de la idea para regresar a Sucre y tomar allí nuevas fotos del corregimiento de Olaya.

Desde cuando entramos al pueblo me tentaron unos mangos criollos, amarillos y recién caídos del árbol, que se exhibían en un balde para quien quisiera comprarlos. Entonces le pedí el cuchillo a María Isabel, para disfrutar la dulzura y sabor de esas frutas tropicales. Mangos completamente sanos y deliciosos.

Continué hacia la zona en donde están el cementerio, el Hospital y el Liceo. En esas empezó a caer una lluvia ligera que no me molestó, sino que recibí encantado, mientras llegué a la puerta del cementerio para guarecerme.

Al poco rato apareció de nuevo Liborio en su buseta de servicio público, quien muy comedidamente me arrimó hasta el corregimiento de Sucre.