Oicatá (Boyacá).
Sábado 4 de junio de 2016
Pueblo pequeñito y hermoso.
En Boyacá hay tantos pueblitos para conocer, como este que veremos hoy, a solo 12 kilómetros de Tunja.
Como no hay transporte público entre Chivatá y Oicatá, me ubiqué cerca al cementerio vecino y el primer carro que pasó se detuvo para traerme hasta este bello municipio.
Y por ¿qué no hay transporte? Porque en el casco urbano de Oicatá habitan apenas 300 personas. Supongo que en días de mercado sí hay servicio de busetas.
En un día de sol fuerte llego a esta población completamente plana y con una plaza inmensa.
Allí conozco la familia de un funcionario del Cuerpo de Bomberos de Tunja, con quien converso un rato.
El hombre me contó cómo no solo en Tunja ha crecido la población, sino que hasta estos pueblos pequeños se están viniendo muchos pensionados que buscan una vida tranquila en lugares tan bellos como Oicatá.
Es que basta admirar esos alrededores verdes para que se llene de gozo el alma del más indiferente.
Evangelización española.
La bella capilla doctrinera erigida en el centro del pueblo en el siglo XVI, es de las pocas que conserva el ‘corral de piedras’: un espacio a manera de atrio, encerrado con barandas de rocas amarillas.
Se cuenta que, como los indígenas sufrían de claustrofobia, los evangelizadores venidos de España al principio los adoctrinaban dentro del ‘patio de piedras’ hasta lograr que perdieran el temor de entrar al templo.
En el interior de la iglesia se ven valiosos retablos forrados en laminilla dorada, imágenes de estilo quiteño y coloridos grabados en la pared detrás del altar central.
Pecados de Inés de Hinojosa.
En el marco de la plaza de Oicatá aún sigue en pié la Casa esquinera donde vivieron Las Hermanas Hinojosa.
Muchos recordamos la telenovela: ‘Los Pecados de Inés de Hinojosa’ dirigida por Jorge Alí Triana y con actrices de renombre como de Amparo Grisales (Inés de Hinojosa), Margarita Rosa de Francisco (Juanita Hinojosa) y Kepa Amuchategui (don Pedro Bravo de Rivera).
En el patio de la casa de las Hinojosa ensayaban los jóvenes de la Banda de Música de Oicatá.
Los felicité por dedicar tantas horas a una labor tan bella que les dará lo que muchos de sus pares no tienen: disciplina, autocontrol, tenacidad. Qué bien.
En el centro del parque hay una fuente ahora sin agua. También un hermoso túnel verde que junto a las palmeras completan el decorado central.
La Alcaldía con balcón corrido, ocupa una casa antigua de dos plantas. Como es usual en los pueblos, ahí funcionan también las oficinas del Banco Agrario.
El pasaje de Oicatá hasta Tunja cuesta solo $2.300 para media hora de camino, en parte por pavimento de doble calzada.
En las afueras de Oicatá hay varias reservas naturales con fuentes de agua como Soca y Pionono que vale la pena conocer, lo mismo que haciendas con casonas antiguas y hasta capilla.
El alcalde de Oicatá hasta el 2019 es el señor Franky Ariel Fonseca Salamanca.
Acá habitan en total 2.800 oicatenses, 300 en el pueblo y 2.500 en las veredas.