Ocaña (Norte de Santander) 1 / 2.
Sábado 26 de abril de 2014
Cuatro cosas me gustan de Ocaña, una ciudad intermedia de 90 mil habitantes.
- La arquitectura colonial, representada en iglesias, construcciones civiles, artesonados y unas cinco variedades de mosaicos antiguos no vistas en ninguna otra parte.
- El clima templado tan saludable.
- Ah, y el ‘pan ocañero’, eso sí es una delicia, que solo se come en Ocaña y los municipios de Norte de Santander y Cesar a donde se ‘exporta’.
La arepa ocañera también es de fama; no difiere mucho de la paisa, solo que la de Ocaña es de maíz amarillo y ya trae incorporado el queso. Y sin hablar de las cebollitas ocañeras.
De Ábrego a Ocaña hay apenas 25 kilómetros de carretera pavimentada. La mañana está fresca, a pesar que el sol alumbra suficiente, por la ventana entra un aire frío delicioso.
A Ocaña se le conoce también como la Villa de los Caro, refiriéndose a sus hijos José Eusebio y Miguel Antonio Caro, el segundo fue Presidente de Colombia.
No, qué es esta dicha, viajar es encantador, prometo seguir paseando. Debo aprovechar ahora, cuando todavía tengo salud y ánimos. Para mí es algo increíble conocer, hablar con la gente, observar los paisajes, ¡viajarenverano! Qué maravilla todo esto!
A las diez de la mañana me bajo en la plaza y parque 29 de mayo de 1.849, fecha de creación de la Provincia de Ocaña. Esta, es una ciudad histórica y con bastante comercio.
Lo que me llama la atención en la plaza de Ocaña es ver el local donde funcionaba la Feretería Ujueta, completamente cerrado.
Me cuentan que ya van a tumbar ese local que, por muchos años, ha sido uno de los sitios emblemáticos de Ocaña.
Tomo algunas fotografías al frontis de la Catedral de Santa Ana. Me admira la cantidad de palomas que vuelan por el parque. Esa iglesia colonial tiene un frontis bonito y muy original. Su estilo parece mudéjar y tiene un diseño parecido a la iglesia de Santa Bárbara, en Mompox.
Está decorada con tres torrecitas pequeñas, que parece como si le sobraran y una palmeras bonitas. Lo que sí es muy hermoso es el baldosín del piso y el cielo raso, en lámina troquelada de colores amarillo y gris.
En el altar mayor de la catedral hay 15 nichos con imágenes de santos desde Santa Ana la patrona hasta San Roque mostrando la llaga en su pierna y, claro está, el arcángel San Miguel que vence al demonio con su espada.
Contiguo a la Catedral se ubica la residencia episcopal.
La Alcaldía Municipal es preciosa en su interior. De dos plantas y patio central, lo adorna el busto de José Eusebio Caro en el centro.
El parque principal es muy amplio y plano y tiene una especie de obelisco en todo el centro en conmemoración de la Abolición de la Esclavitud en Colombia.
Desde el parque se divisa el alto de Cristo Rey, pintado de negro, qué raro. En taxi subimos hasta el pedestal del Cristo. Desde allí se contempla muy bien la ciudad que, en horas de la noche se ve preciosa con toda la iluminación en lámparas led.
A la salida para Bucaramanga, está la Panadería El Arte del Buen Pan. Muchos conductores le permiten a los pasajeros, que se bajen para comprar el famoso ‘pan ocañero’. También porque a ellos les obsequian algunos productos, como compensación.
Y claro, allí compro dos unidades a solo doscientos pesos, que ‘caso’ con una porción de natilla blanca, a $500 el cuadro.
Argelino Durán Quintero fue un buen ministro de Obras Públicas nacido en Ocaña y por eso el estadio municipal lleva su nombre. Más adelante de las partidas para Río de Oro, está el aeropuerto Aguas Claras, cuya pista corre paralela a la vía hacia Convención.
En esta zona abundan los cultivos de Palma de Aceite. Me llamó la atención un camión cargado con macetas del fruto de la palma. Y un compañero de viaje me cuenta que en Bucaramanga hay una planta de Diesel extraído de la Palma de Aceite.
Es un árbol que requiere muchos cuidados, recién sembrado. Es necesario que tenga buena pluviosidad y abonos suficientes, pero cuando crece y a partir de los cinco años produce toda la vida. Por acá hay palmeras de 32 años todavía produciendo. Al final las cortan, no porque ya sean improductivas, sino porque se crecen demasiado.
El fruto de la palma de aceite es alargado y del tamaño de un murrapo pequeño.
De la pulpa se extrae el óleo para la industria alimenticia y del interior de la pepa se obtiene otro aceite aún más fino que se utiliza en la elaboración de perfumes y cosméticos. La cáscara de la pepa molida se vende a las plantas de concentrados para alimentar animales.
Estuvimos por los lados de la Capilla de San Agustín, muy bonita por cierto. Allí también está la estatua ecuestre en honor a Antón García de Bonilla, un personaje mítico de Ocaña.
Dicen que tenía mucho dinero que seguramente dejó enterrado en distintos puntos y por eso en las noches se aparece o escuchan cabalgar su caballo. Especialmente por la Calle del Embudo, una de las pocas empedradas que queda en Ocaña, es por donde más frecuentemente Antón García asusta a los lugareños.
Junto a la Plaza de la Convención de Ocaña está la iglesia y el Complejo Histórico de San Francisco. Y saliendo hacia el parque se encuentra el
Colegio Nacional José Eusebio Caro, en una construcción antigua de muchas ventanas.
En el piso de la Plaza de la Convención está impreso en placas metálicas el nombre por provincia de cada uno de los 66 convencionistas que en 1.828 se reunieron aquí con Santander y Bolívar y dieron origen a los partidos tradicionales colombianos: Conservador y Liberal.
También en el centro histórico de Ocaña está la iglesia de la Virgen de Torcoroma pintada ahora de colores crema y amarillo. Cuentan que la imagen de la Virgen se le apareció a la familia Melo Rodríguez. Cuando uno de los Melo le quitó la corteza a un árbol, apareció impresa en el tallo la venerable imagen. En las afueras del pueblo los peregrinos acuden al Santuario de Nuestra Señora de la Gracia de Torcoroma.
En la nave izquierda de la iglesia está la réplica del árbol con la huella del hacha en la corteza.
En ese sector de la plaza de mercado se ubica la iglesia del Dulce Nombre, una más de las muchas que tiene Ocaña, con frontis de líneas curvas y torre terminada en corona, pero no pudimos conocerla por dentro porque estaba cerrada.
A la salida para Convención, se observa la estatua muy bella de Francisco Fernández de Contreras, un español que luce atuendos de caballería, en la glorieta, por donde pasa la circunvalar.
La alcaldesa de Ocaña 2016-2019 es la señora Mirian Prado Carrascal; 2020-2023 Samir Fernando Casadiego. Seguramente la alcaldesa hará mucho por embellecer esta ciudad cargada de historia y tradición.
Señores Alcaldes y Gobernadores será posible dejar en las iglesias Galerías de Arte y Bibliotecas o Centros Culturales???
Claro, y las obras de arte podrían seguir colgadas mientras los oficios religiosos. Suerte.
Convertir las Iglesias en centros culturales y Bibliotecas y Galerías!!
Sí, pienso que es una buena idea, esos templos tienen tiempos inutilizados. Saludos.