Muzo (Boyacá).
Martes 21 de marzo de 2017
1 – El Pueblo.
Esta semana estoy recorriendo la zona de esmeraldas de Boyacá. Conocí La Victoria, estuve en Quípama y, después de las dos de la tarde llegué a Muzo.
Me quedé cerca a la plaza de mercado y el coliseo, a donde llegan todos los transportes.
Desde acá se lee el aviso muy grande que colocaron en uno de los cerros adyacentes y que dice:
‘Paz, Dios todo lo ve’.
Como una advertencia para los violentos. Porque aquí, en la zona esmeraldífera más grande de Colombia, la violencia que implica la explotación minera y el dinero fácil, hicieron presencia por décadas.
No obstante en los años recientes ha imperado la paz y ya se puede viajar tranquilo por toda la zona.
Primero subí por el pasaje peatonal que llega hasta la plaza, para fotografiar el templo de Nuestra Señora del Rosario.
La iglesia es una edificación moderna que conserva a un lado la torre antigua seguramente del templo anterior.
Deduzco que antes toda la capilla era de estilo colonial, pero se cayó y la reemplazaron por esta ermita moderna.
Los vitrales muy planos que decoran el interior, de todas maneras le agregan luz y color al recinto religioso.
En el coro se guardan las imágenes que salen en las procesiones de la semana santa. Deberían taparlas con algo para que generen desorden.
Frente a la iglesia hay una plaza amplia y plana, con dos establecimientos con sillas y mesas afuera.
Es un espacio público muy agradable para pasar las tardes.
El edificio muy decente de la alcaldía, está en una de las esquinas de la plaza y se ve ahora decorado con flores de buganvilias, a las que les viene tan bien la luz directa del sol poniente.
Compré naranjas en el mercado. Me hacía falta comer una fruta.
Contraté una moto que por $4.000 me subió al cerro de San Marcos, detrás del colegio del mismo nombre.
Desde esa altura se observa todo el pueblo con luz favorable en horas de la tarde.
Se distingue muy bien la iglesia en el centro, el cementerio antiguo y ‘la casa de los caballos’ que según me cuenta el conductor, pertenece a un hombre a quien le dio por decorar su edificio con cabezas ecuestres.
2 – La Zona Esmeraldífera.
Bueno, no puedo irme de Muzo sin conocer algo de la explotación de esmeraldas.
Hacia las cuatro salió un ‘mochilero’, como llaman acá a las camionetas Toyota cuatro puertas de los años 90, que hacen el transporte hacia ‘La Playa’, el sitio con bares a un lado del río, donde se ubican los buscadores de gemas.
El pasaje de ida y vuelta cuesta $12.000 y cada trayecto dura 35 minutos.
A la ida nos encontramos muchas motos con mineros que aún traían sus caras sucias con el lodo negro de las minas.
Antes de cruzar el río, se pasa por un barrio como de invasión, con una calle por la que apenas si pasa nuestra camioneta.
Típica construcción de pueblo minero, hecha en madera, con música a alto volumen y algunos bares con pocos clientes.
Para venir a ‘La Playa’ tiene que ser en una de estas camionetas potentes.
Porque es necesario atravesar en ella por varias quebradas y terreno fangoso.
Ya en el sector de los bares, uno de los dueños del establecimiento comercial me mostró algunas ‘chispitas’ de esmeraldas.
Las que cogen las personas que barequean el agua, del gran chorro que sale de la factoría.
La cantidad de gente que lava arena con la esperanza de encontrar algo de valor, es incontable.
De esa gran fuente con mucho barro, es posible atrapar esmeraldas pequeñas que no alcanza a depurar la fábrica mejicana encargada de la explotación.
Al frente se aprecian las instalaciones de la empresa minera, y los estacionamientos de motos en las cuales llegan los mineros.
Un vehículo propio es la primera gran compra que hace un trabajador que se vincula a la mina.
También fotografío marmajas: cristales muy brillantes pegados a la roca y que son el indicativo de que por ahí pueden haber también gemas verdes.
Me cuentan que Puerto Arturo es una de las minas más profundas, pues avanza hasta 300 metros de manera perpendicular por dentro de la tierra.
Esa cueva perteneció a Víctor Carranza, ‘el zar de las esmeraldas’, quien murió en el año 2013.
En los socavones profundos, hay ascensores que bajan a los mineros hasta esas honduras. Por supuesto que habrá riesgos, pero ocurre que mientras más profundizan, más y mejores esmeraldas se encuentran.
Y hacia los lados también salen túneles siguiendo posibles vetas.
Por el río también se cavan socavones y a los lados algunos túneles que se extienden de manera horizontal.
Toda esta tierra es de color muy oscuro, lo mismo el río que baja con sus aguas ennegrecidas.
Una minera con la que me hice fotografiar, también tiene la piel sucia por el barro de la vertiente.
Y algo muy especial es el puente peatonal que cruza el río, pero como a 30 metros de altura o más.
Es un puente colgante muy largo y angosto, que se aprecia bien desde abajo.
Visto desde el río, el viaducto y la gente que lo atraviesa se ven diminutos.
Como se sabe, el valor y calidad de una gema depende del color: mientras más intenso sea el verde, más dinero cuesta.
Pero también hay que tener en cuenta otras consideraciones en cuanto a densidad y demás, que solo las percibe un experto con ayuda de la lupa.
El joven que me llevó a ‘La Playa’ se manejó bien, esperó para que yo tomara fotos y fue consciente que debíamos estar de vuelta en Muzo antes de las cinco de la tarde cuando sale el último transporte hacia Chiquinquirá.
Efectivamente cerca de las cinco estuve en el terminal de transportes que queda a la entrada a Muzo.
Antes de arrancar, anduve por ‘la casa de los caballos’ y la Casa de la Cultura que están detrás del Terminal de Transportes de Muzo.
Después de una tarde tan agitada, me vino muy bien una Cola&Pola, se consigue fácil en Boyacá.
El pasaje en campero Toyota, los carros que viajan por estas vías hasta Chiquinquirá, cuesta $20.000.
En este municipio viven en total diez mil muceños, repartidos por partes iguales en el pueblo y en las veredas.
El alcalde de hasta el 2019 es el señor Elin José Bohorquez Ariza.
Hola queria preguntarte en el pueblo y en la playa se pueden conseguir piedritas a buen precio ? Y que tal es la seguridad en la zona
No sé cómo sean los precios, pero entiendo que por estos días el territorio ha estado muy calmado. Saludos.