Moscú: iglesia de San Basilio (Rusia).
Sábado 4 de junio de 2011.
Bellísima.
El edificio más reconocido de la Plaza Roja y, por qué no, del mundo.
Recuerdo otros templos hermosos como Notre Dame, la Catedral de San Pedro, Las Lajas en Nariño o la iglesia de Santa Bárbara en Mompox, pero el colorido y la delicadeza de San Basilio son únicos.
Tuvimos suerte para conocerla porque hoy la tarde está inmejorable, de sol fuerte y cielo abierto, para que luzcan en todo su esplendor los acabados multicolores de la más recordada edificación rusa.
Y la foto que logré con mi cámara semi-profesional, es sin duda una de las más bellas que he visto.
San Basilio por dentro.
Bueno, y San Basilio ¿cómo es por dentro?
Se trata de una serie de templos de interior, más bien pequeños, construidos, no para grandes conglomerados, sino para entrar, orar y volver a salir. El ingreso a las capillas cuesta 250 rublos, unos seis euros, aproximadamente.
Su construcción, en 1.555 fue ordenada por el Zar Juan el Terrible, para conmemorar la victoria de las tropas rusas sobre el kanato de Kasán.
Dentro y debajo de la Basílica de San Basilio, hay varias capillas pequeñas, decoradas con pinturas ortodoxas, muy coloridas y hermosas.
En realidad son nueve templos en uno, pero a todo el conjunto se le conoce como la Iglesia de San Basilio.
Un pequeño museo de arte religioso también hace parte de los decorados del interior de la catedral.
Lo bueno es que dentro de estas capillas sí permiten grabar y tomar fotografías.
Esta iglesia es maravillosa. No se cansa uno de admirar y contemplar cada detalle: las cebollas, las piñas, los grabados coloridos, la combinación de matices, es de verdad una construcción única y digna de conocer.
Al tercer día en Moscú, cuando regresamos a la plaza roja los del grupo, fuera de que ya teníamos unos vinos en la cabeza, no podíamos disimular nuestra emoción con la vista atrás de la iglesia de San Basilio.
Con razón ‘cuenta la leyenda que’ a quien la diseñó, el zar de la época le mandó sacar los ojos para que no pudiera construir otra iglesia semejante.