Montecristo (Bolívar) 1/2.
Sábado 4 de noviembre de 2017
Montecristo, al sur de Bolívar, es un extenso municipio que toca el mapa de Antioquia en el costado derecho de la protuberante joroba paisa, en límites con El Bagre.
El canto de un gallo anunció el arribo. Llegué a Montecristo desde Nechí en Antioquia, pasé en chalupa a San Jacinto del Cauca (Bolívar) y desde allí navegamos, primero por el segundo río de Colombia, después por el río Caribona y más adelante a través de la quebrada Montecristo que deja al pasajero en la calle principal de la cabecera municipal.
Riqueza Hídrica.
Si algo abunda en Montecristo es el agua. No sería una exageración hablar de Montecristo como ‘La Venecia colombiana’.
La humedad predomina en las quebradas que bajan de la montaña al casco urbano, o en las ciénagas: Grande y La Bartola que rodean la población y hacen parte de la Depresión Momposina.
El pueblo mismo se alarga, con la quebrada Montecristo a un lado y la montaña al otro.
En 22 años de vida municipal, solo en el 2016 llegó por primera vez un gobernador bolivarense a visitar el municipio. Y es que no es fácil llegar a Montecristo, pero el viaje es un placer para los sentidos.
Para mí también fue difícil llegar sobre todo por la falta de competencia para el transporte fluvial. El transporte terrestre prácticamente no existe.
Aunque en San Jacinto del Cauca (Bolívar), estaba lista la chalupa que va para Montecristo, debí sortear varios inconvenientes antes de zarpar.
El chalupero recoge la plata de los pasajeros que van llegando, para asegurarse que podrá hacer roncha mientras tanto.
Incluso ahora salió otra chalupa creo que para el mismo destino, pero como ya todos los pasajeros habíamos cancelado por anticipado…
Debimos esperar a que subieran una moto sobre el capacete de la chalupa. Por eso no hubo chalecos salvavidas para los pasajeros, pues la moto debía viajar muy cómoda y segura sobre los chalecos.
Y una falla adicional: antes de zarpar fuimos a echar combustible al surtidor que hay cerca al puerto. Nadie reclama, para los lugareños son normales estos abusos y riesgos.
Tras media hora de viaje dejamos atrás el río Cauca y tomamos el río Caribona.
Estos arroyos tienen poca corriente ahora cuando están crecidos con las lluvias del interior del país. El agua se riega, inunda una gran extensión y su caudal es más bajo. Cuando baja encañonado, es mayor la fuerza de la vertiente.
A través de pequeñas elevaciones montañosas, entramos a la Ciénaga de Montecristo, una laguna extensa, muy bella donde según me cuentan, en los años 90 aterrizaban hidroaviones con turistas y a lo mejor al servicio del narco-tráfico.
La superficie del agua es un inmenso espejo donde todo se refleja: las nubes, los árboles y las pocas casas que hay en las orillas.
Pobreza social.
El acceso a Montecristo se hace a través del río con el mismo nombre. No hay muelle, se llega a una callecita en cemento donde esperan los muchachos y la chalupa se amarra a un poste.
La iglesia del Santo Cristo y el parque de Montecristo no son gran cosa, aunque ambos lucen limpios.
Lo malo son las calles aún sin pavimentar y las más centrales con el piso en tierra removida. Hace poco hicieron las acometidas de alcantarillado para luego pavimentar.
Montecristo es uno de los municipios más extensos de Colombia y cómo es que en tantos años de vida municipal no ha tenido con qué arreglar sus calles.
‘Lo que se ha pavimentado es el bolsillo de los políticos de acá’,
sentenciaba un local. Seguramente esa es la mejor explicación.
Se esperaba que el alcalde Bedout Salgado, lograra pavimentar al menos las calles principales del pueblo, pero el burgomaestre falleció en el 2018 sin terminar el mandato.
Lo que sí hay en Montecristo es un amplio comercio por la calle principal.
Almacenes de todo a cinco mil y bares en la ‘Y’, casi siempre con música a buen volumen, sobre todo este día cuando se inicia un fin de semana de puente.
La alcaldía se ve muy sucia, quizá ahora cuando recién terminaron las obras del alcantarillado.
Afortunadamente esta tarde en Montecristo, se ha mantenido el sol vivo. Con lluvia un pueblo de estos sin pavimento en las calles, debe ser deprimente.
No había visto antes en ningún pueblo una procesión de testigos de Jehová. Pasaron cantando versos del antiguo testamento y con el alto parlante conectado a uno de los pocos carros que hay en Montecristo.
Todas las mujeres van con falda y lo que anuncian es básicamente la inminente venida de Jesucristo.
Mi impresión es que Montecristo no es el pueblo más bonito, pero de gente muy acogedora. Me late que esa queridura es propia de los pueblos que han sido muy asediados por grupos armados.
En realidad es muy típico de los pueblos del caribe que haya esta pobreza. Con ver esa alcaldía ya es una carta de presentación del municipio. Otra cosa, en realidad lo de que sea tan grande y pobre no me sorprende, pues soy tierraltense y en mi municipio (el cual es de los mas grandes de Colombia) hay muchos lugares pobres, corrupción y asesinatos. Entre mas grandes mas dinero entra y, como es típico en el lugar, mas se roba. Eso es por falta de control por parte de las entidades del Estado encargadas de la vigilancia y también de la baja educación en valores de las personas. Si les enseñasen a que uno ocupa esos cargos públicos con la intención de realizar un trabajo honroso no pasaría esto.
Por cierto, he notado que el acceso a estos municipios del sur de Bolivar es complejo y como esas empresas de chalupas son escasas se genera el monopolio cobrando, esas empresas, precios exagerados y sin sentido. Es el problema de la poca competencia.
Por cierto, me explica esto que escribió: »Y una falla adicional: antes de zarpar fuimos a echar combustible al surtidor que hay cerca al puerto. Nadie reclama, para los lugareños son normales estos abusos y riesgos». Leí algo similar en otro de sus blogs en Sucre.