Moniquirá (Boyacá).
Miércoles 15 de abril de 2015
A Moniquirá lo llaman ‘Cielo Roto’, pues parece ser que, los árboles de roble que abundan en sus alrededores, atraen mucha agua. Y es cierto, pues también se ven varias cascadas por los alrededores, de abundante floresta.
Al llegar al alto de La Cumbre, se observa el monumento a la Virgen del Carmen, que tiene una fuente hídrica a los pies de la imagen.
Y ahí en seguida hay otras dos cascadas muy bellas: la de los Micos, rodeada de formaciones rocosas coloridas, lo más de lindas y, un poco más adelante, se pasa frente a ‘El Velo de la Novia’, otra caída de agua más alta y que solo se forma en épocas de lluvia.
Supe que el último domingo de julio se celebra en el Alto, una misa campal en honor de la Virgen de La Cumbre. Se trata de una celebración tan concurrida, que es necesario cerrar la vía durante tres horas.
Qué paisajes tan hermosos se ven por acá: a un lado corre el río Pómeca, que durante milenios, ha labrado la roca hasta el punto que los ingenieros que construyeron esta carretera, simplemente siguieron el curso del río que avanza encañonado entre peñones y un bosque virgen muy tupido.
La empresa de transportes Omega, tenía antes el nombre de Pómeca, en honor a esta vertiente y es un apelativo común por esta zona.
Las autoridades ambientales se han esforzado por mantener esta reserva forestal y a fe que lo han logrado. Aplausos para ellos.
A Moniquirá lo llaman también ‘La Ciudad Dulce’, por la cantidad de pequeñas empresas de galletas Herpo, postres y almojábanas, que dan empleo a los lugareños. Allí permanecen las ruinas de la que fue sede alterna de la Fábrica de Licores de Boyacá, que ya no funciona en este municipio.
Ya en la plaza de Moniquirá, plana y acogedora, fotografío a Ricardo, más conocido como ‘Cúcuta’, un lustrabotas que limpia los zapatos a un lugareño. El hombre se emocionó tanto al verse en la foto, que me rogó que se la regalara. Pero claro, por medio de la oficina de turismo, se la haré llegar.
En la Alcaldía, sobre el marco de la plaza moniquireña, solicité información en la oficina correspondiente. Moniquirá es un ‘Destino Turístico por Naturaleza’, pues tiene muchos atractivos ecológicos, en las afueras del casco urbano e incluso, zonas para deporte de aventura.
En la ‘Panadería Su Excelencia’, disfruto de un tinto, endulzado con Panela Selecta instantánea. Aquí poco se usa el azúcar refinada, más bien la panela en polvo, que es más natural.
En seguida fotografío la iglesia de Moniquirá, también de estilo gótico, atractiva por los vitrales grandes que se destacan en el altar del centro. También llama la atención la pila bautismal, a la entrada de la nave central, y el baldaquino que cubre el altar mayor.
Moniquirá es un pueblo con señorío. Si algunos municipios colombianos han perdido población, ese no es el caso de Moniquirá, pues se ven edificios de tres plantas e incluso una que otra urbanización moderna.
El parque de Bolívar es acogedor, lo mismo que el otro parque, el de Santander, unas cuadras más arriba de la plaza principal que, tiene tanto espacio, que hay muchos autos parqueados en reversa alrededor del parque. En mi concepto, no debería ser así, más bien un espacio público solo para peatones, pero la plaza es tan grande que permite ese ‘lujo’.
En seguida fotografié a ‘Caramelo’ y su amo, un caballo colorado al que le colocaron una franja de hilos gruesos en su frente, que le luce de verdad. Con toda razón el campesino posó al lado, orgulloso del animal.
Otra cosa buena de Moniquirá es que tiene servicio de moto taxi. Por $1.500 fui a la plaza de mercado, muy grande y cubierta, en las afueras del casco urbano y frente a la Fábrica de Licores.
Como todos los miércoles, hoy es día de mercado en Moniquirá, con la ventaja que a esta plaza llegan productos tanto de tierra caliente, como de climas fríos, por lo que es muy concurrida.
Fotografié canastos, cucharas de palo, jabón de tierra envuelto en hojas de plátano, esencias, frutas y todo lo que me llamó la atención en esa galería.
También probé el Ponche a base de maíz y panela, lo vende una señora en un carrito de ruedas, que brilla por el aseo y la limpieza.
Bueno, ya con esa compra doy por terminada mi visita a Moniquirá.
Me encantó este pueblo, tiene swin. La gente es culta, las calles planas y limpias. Siquiera vine a conocerlo.