Miranda (Santander).

Viernes 16 de agosto de 2013

A tres cuadras del parque de Málaga, cuadran los taxis colectivos que van hacia Miranda, cada que se completa el cupo de cuatro pasajeros. El pasaje cuesta $2.000, para un  viaje que dura solo 15 minutos.

San José de Miranda, su nombre oficial, está ubicado en la provincia de García Rovira, al su oriente del departamento de Santander.

Y justo hoy 8 de septiembre, está cumpliendo cien años de fundado por el padre Isidoro Miranda Morantes.

Desde antes de llegar al pueblo, se ve muy bella la iglesia neogótica de Miranda, pintada ahora de colores amarillo y blanco.

El parque principal es plano y tiene unas diez palmeras reales, muy bellas. Las enfoqué para decorar la fachada del templo que, la verdad, no necesita de muchas ayudas coloridas, ¡es precioso!

Y es que con razón, Miranda es considerado ‘el pueblito más lindo de Santander’. Que es hermoso, nadie lo niega y lo de ‘pueblito’ queda claro si se tiene en cuenta que, en el casco urbano de Miranda viven solamente mil personas, más cuatro mil que residen en las veredas, para un total de cinco mil mirandinos.

Lo primero al llegar a Miranda fue subir al segundo piso de la alcaldía, que está frente a la iglesia, en el costado occidental de la plaza.

Allí también me ofrecieron tinto y fui muy bien recibido por la funcionaria del Concejo, quien me permitió fotografiar el parque, desde el balcón central del Palacio Municipal.

En un día soleado como el de hoy, todo se ve hermoso. La ventaja de viajarenverano.

Luego entré a fotografiar el templo, que es bellísimo. Como toda iglesia neogótica, tiene nervaduras altas que se cruzan arriba. Algunos vitrales coloridos y un altar en madera fina, al fondo de la nave central.

En seguida salí al parque, muy agradable, con suficientes bancas metálicas. Desde allí contemplé el edificio del Seminario, una construcción bien tenida y de tres plantas.

Todavía hay seminaristas allí, pero esa edificación la ofrecen también para convivencias y reuniones.

En el centro del parque está el busto del Padre Isidoro Miranda Morantes, fundador del pueblo, el 8 de septiembre de 1.915. El Colegio del mismo nombre del presbítero fundador, ocupa el costado norte de la plaza.

Miranda es un pueblo pequeño, plano y agradable. No tiene muchos habitantes y la carretera Central del Norte todavía cruza por la plaza principal.

Una comarca sobria, tranquila, apacible y, claro está, sin mucho que hacer allí. De ahí que es un pueblo ideal para personas mayores o familias con niños. Pero eso sí, sus edificaciones emblemáticas: la iglesia, el colegio, el Seminario y la Alcaldía, son dignas de conocer.

En el mismo taxi colectivo que vine, regresé a Málaga. Como que tengo buena suerte, pues tanto a la venida como al regreso, el carro se llenó apenas yo ocupé el puesto delantero.

A continuación visitaré Capitanejo, un pueblo de clima cálido, en donde por estos días, están celebrando las Ferias y Fiestas de San Bartolomé.