Liborina (Antioquia) 1 / 2.
El paisaje de Santa Fe de Antioquia hasta Liborina es un encanto: montañas altas, verdes y solemnes, abajo el río Cauca con sus aguas color arequipe y el Puente de Occidente que al verlo quita la respiración, por haber sido construido hace más de cien años.
La primera impresión que se forma el visitante que llega a Liborina es la de un pueblo limpio, de calles estrechas y personas amplias en afecto y hospitalidad. La gente con la que uno se encuentra saluda o sonríe.
En Liborina todo el mundo se conoce. Estoy seguro que cualquier lugareño identificaría aún de espaldas como se ven desde la entrada, las cuatro señoras que a esta hora de la mañana, rezan el rosario en las primeras bancas de la iglesia.
‘Pueblo de Plazas’.
La localidad se caracteriza porque tiene tres parques importantes: el de Bolívar con la iglesia parroquial en la parte alta y el parque principal con valiosa fuente antigua en el centro y que todavía hace las veces de terminal de transportes.
El tercer parque es el de Las Misericordias, sin lugar a dudas fundado por Monseñor Miguel Ángel Builes quien era muy devoto de esa advocación de la Virgen.
En el costado oriental de la plaza de las Misericordias se levanta la edificación donde funcionó el Seminario. Hasta hace pocos años Liborina pertenecía a la diócesis de Santa Rosa de Osos y no a la arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia como ahora.
Y otra singularidad son las bancas de cemento dentro de la iglesia con las cuales se optó por durabilidad a cambio de estilo.
El 10 de Agosto se celebran acá las fiestas de San Lorenzo, patrono del municipio.
Arquitectura tradicional.
Diagonal a la iglesia está la casa de las García, dos señoras amables que con gusto muestran su residencia a los visitantes. Allí se pueden admirar ventanas de calados originales y la división en madera del comedor, de lo más hermoso que se haya visto.
En tan bella mansión funcionó hace tiempo la casa cural y sus actuales moradores conservan todavía la cama tallada que fue del obispo. En el piso se observa una baldosa antigua bellísima que según cuentan las García, estaba destinada a la iglesia del corregimiento La Venta, pero finalmente resolvieron colocarla en esta casa.
Otras residencias de Liborina tienen ventanas arrodilladas o calados semejantes y tan delicados, como la que se ve en la calle 11 con carrera 11. Allí colocaron además, recostadas a las fachadas, materas con flores que adornan el entorno y hablan bien de sus residentes.
En las afueras del pueblo se encuentra la Casa de la Cultura, una edificación amplia en donde antes funcionaba el centro de salud. Hoy el Hospital San Lorenzo tiene instalaciones modernas a la entrada al casco urbano.
Los City Tour por el centro urbano generalmente terminan en la sede cultural en donde los turistas tienen la oportunidad de integrarse a los grupos de danzas del municipio, para bailar al ritmo de melodías autóctonas. Este tipo de experiencias vivenciales gusta mucho a los viajeros de hoy.
Vías aledañas.
Una carretera que sale hacia el nororiente llega a San José de la Montaña, Santa Rosa de Osos o la costa atlántica. Pero no hay transporte público hacia el norte del departamento, dado que la vía está en malas condiciones. Por esa misma vía se llega a las veredas La Venta, El Playón y San Diego.
Desde Liborina se sigue por carretera destapada y a dos horas de viaje hasta Sabanalarga, el municipio vecino.
Más allá de Sabanalarga hacia el occidentte no sigue nada, mientras no construyan la represa Pescadero-Ituango o la carretera que comunique por terreno plano a Santa Fe de Antioquia con Tarazá, siguiendo el curso del río Cauca. Cuando esa vía se construya no será necesario subir al alto de Matasano para viajar a la costa Atlántica.
Cerros emblemáticos.
Liborina, al igual que Urrao y Amalfi, está rodeado de pequeños cerros, aunque más altos los de acá. Desde la loma occidental la vista sobre el pueblo es privilegiada.
Al Cerro de la Cruz vienen en peregrinación los devotos de la Santa Cruz cada 3 de Mayo, antes del tradicional aguacero. Desde esta altura se aprecia la carretera que va para Sabanalarga con el relleno sanitario de Liborina a dos kilómetros del centro.
El cerro ‘Loma Grande’ donde ubicaron la antena de celular entrando al poblado, es aún más alto y tiene vista frontal sobre la iglesia y el centro del pueblo.
Actualmente la Oficina de Turismo del municipio organiza caminatas a ‘Loma Grande’ a través del bosque seco tropical, con posibilidad de hacer avistamiento de aves.
La vista sobre las montañas es espectacular. Se aprecian además Buriticá al occidente y al sur Olaya y el cauce del río Cauca que serpentea el valle. Hacia el norte se distingue muy bien la carretera que va para Urabá.
Plano asustador.
Dicen que a Liborina no llegó la guerrilla porque el casco urbano tiene forma de pistola. Y sí, desde la cima del cerro se ven claramente el gatillo, el mango y el cañón de la supuesta arma. El barrio que forma el cañón de la pistola es llamado Cusumbo, o mejor: Buenos Aires.
Otro sitio de interés para el visitante lo constituye la llamada ‘Casa del historiador’. Cuentan que hasta hace 9 años vivió en ella un señor que contaba historias muy entretenidas sobre el municipio. Esta casa queda a unos 80 metros adelante del puente sobre la quebrada Juan García, en la salida para las veredas mencionadas arriba.
La casa de don Efrén Uribe tiene adelante corredores preciosos que la envuelven con jardines y flores de diferentes colores y helechos de una suavidad increíble. Y cómo no admirar en el piso la baldosa antigua con diseño que no pasa de moda.
Acá habitan en total 9.000 liborinos, 2.000 en el pueblo y 7.000 en las veredas.
Alcaldes de han sido: : 2004-2007 Álvaro Acosta, 2016-2019 Oscar Albeiro Henao y hasta el 2023 es la señora Adriana Maria Maya Gallego.
Fecha de la visita: Lunes 23 de Octubre de 2006.