Laguna del Amor, Puerto Rico (Meta).
Destino inspirador
Cuando caminaba por la plaza de Puerto Rico (Meta), le pedí a un señor de edad que me arrimara en su moto a la ‘Laguna del Amor’. Para allá iba, así que me llevó sin problemas.
Nunca imaginé que ese idílico paraje estuviera tan cerca al centro del pueblo, son como ocho cuadras no más; ni que el lago del que me hablaron tuviera la gracia, el encanto y la pasión del amor que lo nombra.
Qué hermosura de sitio: una laguna no muy honda, con senderos alrededor del lago y como ochenta palmas de moriche que se elevan desde el agua. El espectáculo a todas horas es sorprendente. Un lugar de ensueño, apacible y hermoso.
Tomé fotos para el recuerdo con los fustes de las palmas y sus elegantes hojas reproducidas en el espejo de agua.
Este lago se parece al de El Tinije en Maní (Casanare), con la ventaja que para llegar hasta acá, no hay que hacer la travesía tan complicada del Tinije.
Caminé hasta la casa de la finca más cercana donde el joven mayordomo trajo silla de brazos y dos tintos. Conversamos un buen rato mientras escuchábamos la algarabía de los loros y contemplábamos las ‘Pavas Hediondas’: aves grandes de plumas sueltas y vistosas en su cabeza.
A medida que avanzaban los minutos llegaban más aves y las cotorras examinaban los cogollos de las palmeras jóvenes. A esta hora vespertina los animales deben asegurar su última comida.
No sabía yo lo que aprendo del anfitrión: que las palmas de moriche atraen y fomentan el agua. En todo morichal abunda el líquido y ellas son las que mantienen los oasis, incluso en tiempo de verano.
Más adelante llegaron cuatro chicos a bañarse en el lago, da gusto verlos disfrutar a carcajadas del agua y las zambullidas.
Despertar con las aves
Al día siguiente madrugué para contemplar el amanecer al lado de la ‘Laguna del Amor’.
Ha sido uno de los momentos inolvidables de mi vida de viajero, descansando en silla mono-block y tomando tinto, mientras disfruto de semejante espectáculo natural.
Y lo mejor ocurrió a las 5:40 de la mañana cuando comenzaba a clarear. Todo estaba en relativo silencio. De pronto dos parejas de loros sobrevolaron la laguna con su ruidosa algarabía, haciendo círculos sobre el espejo de agua.
Parece un rito diario que busca despertar a las demás aves e invitarlas a celebrar el nuevo día. A medida que los loros cubrían todo el espacio de la ‘Laguna del Amor’, brotaban silbidos, cantos, graznidos, trinos y los sonidos de las distintas especies de aves.
En pocos minutos y a medida que el día se hacía más claro, todo fue fiesta y bullaranga. En seguida se presenta otra bandada de loros más pequeños que se unen al concierto de distintas voces.
A las seis de la mañana la vista es clara y se esfuma por completo el tono azul al comienzo del alba. El aguacero de anoche humedeció el aire, acá la respiración es fácil y fluida.
Por qué ‘del amor’?
En el copo de cada moriche una pareja responde a las otras con su graznido característico. Poco a poco tantos sonidos al tiempo forman un concierto sinfónico, el más alegre y entusiasta.
No falta el pájaro solitario por soltero que, con su canto pretende conquistar una hembra. Esta es la hora y el lugar ideal para el cortejo y los apareamientos.
También surcan el cielo guacamayas, esas si en pareja una seguida de la otra, en vuelo más pausado y cadencioso. Una garza de plumas blancas y aleteo pausado avanza por el espacio lacustre y se aleja en busca de praderas donde paste el ganado.
Quizá por ser más pesadas, una pareja de aves vuela a ras de agua y emite sonidos de vez en cuando, como si conversaran a medida de su desplazamiento tranquilo.
Unos y otros rinden tributo al amor y será por eso el nombre que se le ha dado a la laguna de Puerto Rico (Meta).
Pavas hediondas
Los loros son los animales más bullosos de la laguna, aunque el sonidos de las hoacines, llamadas en Colombia ‘pavas hediondas’, también perturba el ambiente. El eco de esas aves es parecido al que produce la sierra que corta un metal duro. Pero las pavas también generan otros ruidos igualmente disonantes.
Las pavas hediondas son aves pasivas, de vuelo corto, lento y difícil. Habitan en zonas tropicales pantanosas o encima de lagunas.
La cabeza de las pavas es pequeña y desproporcionada para su cuerpo; cresta erguida de plumas delgadas en forma de abanico. Se ven elegantes con ese penacho de más de siete plumas sin peinar.
El copete de las hoacín me recuerda los gladiadores romanos, al capitán de la selección chilena o a los actuales jóvenes góticos.
El nombre de hediondas no es en vano. Como la digestión de los frutos que comen se realiza mediante fermentación bacteriana, las pavas tienen un olor poco agradable que no provoca ni a los más hambrientos depredadores. Han sobrevivido durante millones de años, gracias a su olor nauseabundo.
Cuando alguna tiene la iniciativa de cambiar de palma, las dos o tres la siguen hasta posarse cada una en el tallo de una hoja.
Luego es hora de impermeabilizar el plumaje, para lo cual las pavas hediondas aceitan con el pico una a una, las plumas del vientre y la cola, a la manera como se acicalan los gatos. Ahora es cuando se descubren los distintos colores del plumaje: castaño, amarillo y rojizo.
Otras especies de aves
Una pareja de carpinteros examina con sus picos la dureza del tallo palmar. Golpes rápidos y sonoros produce ese pico mediano, de afilada punta.
De lo alto de la palma cae una deposición y forma círculos concéntricos en la superficie del agua.
En seguida aparecen otras garzas investigando la zona.
Una aguililla, quizá, vuela rasante mientras es acosada por un pájaro, una décima parte de su tamaño.
El pequeño volador insiste en mantenerse sobre la cabeza del águila, no sé si para buscar pelea o limpiar de insectos la cabeza y por ahí derecho, llenar de comida su buche en una acción de mutuo beneficio.
Parece una lucha desigual, pero la resolución e insistencia del pájaro menor, garantizan su victoria.
Volveré
Cerca de las siete de la mañana el día es completamente claro, el reflejo del agua brilla, las nubes altas comienzan a dispersarse, pronto los rayos del sol llenarán de luz el paisaje.
Anduve por el bosque cercano fotografiando tallos, hierbas, hojas de formas diversas, fustes enmohecidos, gajos de frutos de moriche. Que diseños tan hermosos los que crea la naturaleza a partir de troncos viejos, retoños verdes o montones de hojarasca.
También enfoqué una vieja rueda en madera cansada de cargar agua y dar vida a quién sabe qué mecanismo.
A las 7:30 regresé al centro de Puerto Rico, un municipio que me sorprendió por su tranquilidad y esta increíble joya turística. Para mí es sin duda, el lago más bello de Colombia. Quiero volver.
Sábado 13 de abril de 2019
Buenas tardes.
Mis respetos y mi admiracion por usted, pues es un verdadero hombre con berraquera y ganas de conocer y compartir lo que aprende es sus viajes.
Como quisiera poder imitarlo, pero ya los años no me lo permiten.
Felicidades y mi sinceras felicitaciones.
Puede hacer viajes cortos y cercanos y ahí poco a poco va aprendiendo, éxitos.
Puede comenzar por viajes cortos y cercanos, ánimo. Saludos.
Apenas conozco su blog.
Sus fotos y sus relatos complementados con poemas (haikus) de cada sitio son una estupenda guia turistica que invita a conocer a Colombia.
felicitaciones
le regalo los poemas a su viaje y fotos de Puerto Rico (Meta) laguna del amor
En Puerto Rico
laguna del amor,
esa es mi Meta.
Joya turística
«el lago del amor»
de Puerto Rico.
Variedad de aves
pericos y cotorras,
pavas hediondas.
En la laguna
las palmas de moriche,
árbol de vida.
Allí en el Meta,
entre la fauna y flora
el cielo es doble.
autor: CESAR AUGUSTO QUINTERO SANTOFIMIO
Bien César, muchas gracias. Saludos.
Hola
Me interesa más información de la fauna de la laguna del amor de Puerto Rico meta
Saludos
La verdad no tengo esa información, de pronto en la alcaldía del municipio se la suministren. Saludos.