La Pintada (Antioquia).

Sábado 29 de enero de 2011:

Pocas personas incluyen a La Pintada entre los 23 municipios del suroeste antioqueño, pero es otro pueblo más para visitar en la zona cafetera de Antioquia.

La Pintada es un destino poco promocionado, a pesar que ofrece un clima cálido ideal para el descanso, piscinas, río y una arboleda tan copiosa que las casas se pierden entre el follaje.

Frontis.
Iglesia parroquial.

Centro del pueblo

En La Pintada hay dos puentes amarillos sobre el río Cauca: el que usted ha pasado en carro y otro parecido, por el cual transitan solo peatones. Como el anciano honorable que caminaba por el puente apoyándose con dos bastones, uno en cada mano, y acompañado de un perro de edad equivalente a la del hombre.

Anciano
Patriarca pintadeño.
Residencias.
Fachadas al atardecer.

La calle central del pueblo une el puente peatonal con la carretera Panamericana, muy cerca a la iglesia de La Pintada.

Por ese sector se ven algunas casas con frentes pintados de colores vivos, lo que le da cierto ambiente alegre al barrio.

Pasamos el río por el otro puente vehicular y llegamos hasta la iglesia principal, que no conocíamos. No es gran cosa, más bien una capilla, decorada por estos días con un hermoso árbol de ‘lluvia de oro’. Las hojas de esa especie son de una suavidad que impresiona, y de cada rama se despliegan conjuntos de preciosas flores amarillas.

Lluvia de oro.
Flores amarillas.

Una curiosidad

La carrera 30 también llamada Calle Vieja es una vía en ascenso que arranca en la vía Panamericana, donde se estacionan los buses y sube casi hasta el farallón, al lado de la carretera que llega a Valparaíso.

Esa calle 30 no tiene esquinas de tal manera que la nomenclatura de las casas al llegar a la Panamericana tiene el número 1.180. Solo en Yolombó conocí una calle cuya última puerta estaba a 729 metros de la esquina anterior.

Tronco.
Bellezas naturales.

Panorámicas

Como mi obsesión es divisar desde lo alto, decidí subir por Calle Vieja hasta que encontrara un lugar con buena vista.

Ya cerca de los tanques del acueducto conozco a Camilo, un pelado que me acompaña hasta un morro detrás de su casa.

Es el sitio perfecto para observar la panorámica de La Pintada en horas de la tarde. Se ve al fondo el pueblo y el río Cauca que lo atraviesa.

Río.
Barrios de La Pintada.

Desde este punto al extremo de Calle Vieja se distingue muy bien el Cerro Amarillo, en lo más alto, a todo el frente y al sur-oriente de La Pintada.

Y sí, este cerro, destacado y agreste tiene un color dorado característico, al cual debe el nombre de Cerro Amarillo.

Cerro.
Cerro amarillo a la derecha.

Me cuenta Camilo que sobre todo los fines de semana de puente festivo, desde ese cerro se lanzan parapentistas que luego de dar vueltas por el valle aterrizan por fin al otro lado del Cauca.

A continuación en una moto-taxi subí al Hotel Dinastía Real,tres kilómetros antes de llegar al pueblo viniendo de Santa Bárbara.

Farallones.
Farallones de La Pintada.

Se asciende un kilómetro y aparece un paraíso hermoso dotado de piscinas espectaculares y lo mejor: la vista sobre La Pintada,  Los Farallones, la Calle Vieja de donde vengo y el valle del río Cauca.

La administradora muy amable, me invita a conocer la piscina, la pista de baile donde a esta hora se escucha una música tropical deliciosa y los alrededores muy verdes del Hotel.

Condominio avícola

Al pasar en la moto por el puente sobre el Cauca presencié un espectáculo bellísimo: un árbol grande a orillas del río permanece lleno de garzas blancas. Y si digo lleno es porque no le cabía un ave más.

Las garzas madres a mañana y tarde salen y regresan para cuidar de sus crías.

Cómo son de divertidas estas ‘urbanizaciones’ de garzas. No tienen portería, ni pago de administración, ni ascensor y allí las aves viven en armonía.

Los polluelos no hacen más que graznar o gorgojar pidiendo el alimento. En algunos nidos había un par de huevos blancos y en otros dos pichones, uno tambaleante y aún sin plumas, otro más crecidito.

Garzas.
Garcero cerca al puente.

Es increíble la cantidad de aves que llegan después de las cinco, en grupos formando escuadra. Si esto ocurriera solo cada año con seguridad la gente vendría desde muy lejos a presenciar el espectáculo, pero como se da todas las tardes nos acostumbramos a esa ‘fiesta del regreso’.

Al final de cada día las aves llegan a dormir a su ‘Unidad Residencial’, así como en las ciudades a partir de las cinco de la tarde se congestionan las avenidas con empleados que van a pernoctar  en los suburbios.

Pájaro.
También avistamiento de aves.

En el retorno a casa nos hizo una noche preciosa, con abundantes estrellas y una luna creciente y coqueta. Los pueblos aledaños y ubicados  sobre las montañas vecinas se ven preciosos: Valparaíso, Támesis; Santa Bárbara sobre toda la cuchilla y más adelante Fredonia allá al fondo y al occidente. Y en general tantas montañas con casitas iluminadas forman un paisaje nocturno como de pesebre navideño.

Puente.
Puente vehicular.

Acá habitan en total 7.000 pintadeños, 6.000 en el pueblo y mil en las veredas.   Entre el 2016 y el 2019 el alcalde fue César Augusto Zapata Pérez.

Hasta el 2023, una mujer regirá los destinos de La Pintada, la señora Mary Luz Corrales Chalarca.

Germán Vallejo

En este Blog publico relatos de mis viajes por Colombia y Antioquia. Desde el 2004 he realizado viajes, casi siempre solo, con pocos recursos y en transporte público. Estoy convencido que en un día soleado todo se ve más bonito, por lo que prefiero viajarenverano. Bienvenidos.

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