La Cruz (Nariño).
Jueves 5 de enero de 2017
Tierras cultivadas.
A cien kilómetros al nor-oriente de Pasto, está La Cruz, un municipio pujante con alrededores verdes de una belleza que sobrecoge. Tapizados tan lindos como los que se ven en el altiplano cundi-boyacense.
A partir de Belén, continuamos el viaje, esta vez por carretera destapada pero firme, en búsqueda de La Cruz, que está a una hora de camino.
Antes de entrar al pueblo fue Hernando el conductor quien detuvo el vehículo y me sugirió que tomara una panorámica del pueblo. Pa’ que vea, lo que se consigue cuando uno trata bien a la gente.
Porque claro, quien primero veía cualquier foto que yo tomaba, era Hernando. Y luego se las mostraba incluso a los pasajeros de las primeras bancas.
Contra lo que esperaba a raíz del nombre tan parroquial, La Cruz es un pueblo grande con buen movimiento y algunas esquinas semaforizadas.
A un lado de la plaza está la galería, con suficiente espacio para las ventas de frutas y verduras.
La plaza tiene el piso deteriorado que le quita presencia. Y ahora con motivo del Carnaval hay muchas casetas para ventas en esa explanada. Hoy vísperas del 6 de enero, no se puede exigir demasiado orden.
La iglesia de dos torres agudas tiene al frente un parque elegante, muy bien decorado con palmeras tupidas y bajas.
En una de las bancas me hago fotografiar para que quede grabada la alegría que siento en este pueblo tan agradable y sorprendente.
En vísperas del Carnaval.
No espera uno encontrar tanto entusiasmo para las Fiestas del 6 de enero en un municipio tan alejado de la capital. En varios puntos barriales están armando o terminando ya, carrozas con figuras monumentales, como la del cuy, que es uno de los platos típicos se sirve los domingos, en el corregimiento cruceño de La Estancia.
El desayuno con huevos, tajadas maduras, arroz y chocolate fue en la Panadería Delicious Coffe, el establecimiento más visitado por las mejores familias del pueblo.
Ah, qué paseo tan rico, esta vida de viajero es genial y Dios ha sido muy generoso conmigo.
Por la tarde salí en la buseta que debió dar algunas vueltas antes de encontrar salida. Por la construcción de carrozas hay algunas vías cerradas. Para mí fue ganancia pues pude fotografiar cuadras por donde no había caminado.
Pasamos incluso por la esquina de la Alcaldía, que no queda en el centro. También vimos la Escuela Normal Superior de Mayo, con instalaciones muy amplias.
El río Mayo es una de las vertientes que bañan el territorio y marca el límite entre los departamentos de Nariño y Cauca.
Acá no hay moto taxis, me hubiera gustado subir hasta el Alto de la Cruz, desde donde se ve muy bien todo el pueblo, pero tendría que pagar mucho dinero por una carrera en campero. La ventaja es que ese alto está muy cerca al casco urbano.
Termales de Tajumbina.
En Internet encontré este video de Gustavo Delgado González, con bellas imágenes de La Cruz y sus alrededores.
En el recorrido por estas tierra nariñenses me impresionó el corregimiento de La Estancia, unos kilómetros antes de llegar a La Cruz, en una vega salpicada de cipreses altos, cercos vivos y colinas medianas. Qué poblado tan hermoso cercado al fondo por encumbradas cordilleras.
En próxima venida deberé bañarme en los termales de Tajumbina y contemplar el agua que cae rabiosa en el cerro del frente.
Acá viven en total 17.000 cruceños, 6.000 en el pueblo y 11.000 en las veredas.
El alcalde de La Cruz hasta el 2019 es el señor Marco Román Palacios Enriquez.