Junín (Cundinamarca).

Martes 7 de junio de 2016

Viniendo de Guasca (Cundinamarca), desde el Alto del Páramo y en días despejados, se ve sobre la cordillera y lo más de bello, el casco urbano de Junín.

Este municipio pertenece a la provincia de El Guavio, al oriente de Cundinamarca.

Para aprovechar el tiempo, apenas escampó en Gachetá, salí en taxi colectivo por $3.500 hacia Junín, el municipio cercano.

La carretera con buen asfalto tiene curvas muy pendientes, pero paisajes hermosos.

Al comienzo del camino está un mirador con vista al Páramo.

Junín es llamado la ‘Capital Hídrica del Guavio’. Esta es una zona donde brotan muchas corrientes. Por acá nace el río Chorrera que, más adelante cuando otras vertientes le tributan sus aguas, forma el río Guavio.

Dos reservas forestales: Carpanta y La Bolsa, también quedan por estas alturas.

El Cerro redondo es otra formación de gran belleza a varios kilómetros del centro.

Me imaginé peor este pueblo. No sé, desde cuando me bajé en la plaza principal, Junín comenzó a gustarme.

La iglesia de Nuestra Señora del Rosario, sencilla pero bien. Tan grande que casi no cabe en mi cámara.

Cada 7 de octubre se celebran en Junín las fiestas de la Virgen del Rosario.

Muy rectangular por fuera, sin embargo en el interior tiene gordas y bellas columnas.

En algunas bancas hay a disposición de los fieles libros titulados ‘Mi parroquia canta’.

Seguramente que las eucaristías tienen mucha participación de los creyentes.

El atrio, con barandas azules, está unos metros arriba de la plaza, por lo que ofrece una buena vista sobre el centro del pueblo.

Casi todas las fachadas están pintadas de rojo, crema y azul claro. Y desde mi punto de vista, se aprecian bien.

Diagonal a la iglesia, construyen ahora una inmensa Casa de la Cultura o no sé qué edificio gubernamental.

Junín es un pueblo tranquilo con poco movimiento comercial.

Lo que me preocupa de Junín es la cantidad de grietas que tienen muchas edificaciones.

Es como si el casco urbano estuviera edificado sobre una gran falla ecológica.

Me cuentan que hay más de 50 familias con sus casas averiadas y en riesgo. Parece que es imperioso controlar corrientes de agua subterránea ‘para que la tierra deje de bramar’.

Dios quiera que a Junín no le pase lo mismo que a Gramalote.

Anduve por algunas calles y encontré muchas bellezas: el antiguo Colegio Lasallista donde se conserva el Teatro con la imagen del fundador San Juan Bautista de La Salle.

Lo que fotografié con más cuidado fue una hermosa puerta antigua en muy buen estado, aunque algo deteriorada por la humedad y el polvo de la calle.

La sede de la alcaldía, esa sí de fachada muy bella y con balcón corrido, se encuentra en la parte de abajo de la plaza.

Recorrí las oficinas de la Casa de Gobierno repartiendo tarjetas del blog. Los funcionarios me parecieron formales pero serios.

A las cinco de la tarde regreso a Gachetá en una Super Carry cuyo conductor hace las veces de guía turístico.

Por él me entero que Alemania es un parque religioso, a 15 minutos del pueblo, desde donde se toman buenas fotos.

También se puede subir al Alto de los Reyes en donde hay un monumento a los Reyes Magos.

Mi amigo se detuvo un momento para que yo fotografiara la panorámica de Gachetá que se divisa muy bien antes de llegar.

 

La  alcaldesa de Junín hasta el 2019 es la señora María Élica Prieto Bustos.

Acá viven en total 8.500 junienses, mil en el pueblo y 7.500 en las veredas.