Herrán (Norte Santander).
Al sur-oriente de Norte de Santander y a 90 kilómetros de Cúcuta, se encuentra Herrán, en límites con Venezuela.
José Alcántara Herrán fue un general y Presidente de la República entre 1.841 y 1.845.
El Mito.
La leyenda cuenta que el caserío fue fundado por José Antonio Bautista. En el siglo XIX el hombre vino de Chinácota con su escopeta a cazar por estas tierras.
Ya tenía una sarta de aves cuando apareció una jauría de cerdos salvajes que se lo querían comer. Como pudo subió a lo alto de un árbol y le pidió a San Antonio de Padua, que lo socorriera.
Cuando ya los cerdos iban a tumbar el árbol, apareció un tigre que ahuyentó a los báquiros y corrió tras ellos. José Antonio se pudo bajar del árbol y le prometió a su patrono construir una capilla en el sitio donde hoy se levanta la iglesia de San Antonio de Padua.
La carretera entre Cúcuta y Herrán es encantadora. A ratos parece como si el bus navegara entre un mar de helechos, balzos, cinaros y todo tipo de hojas verdes de diferentes formas y tamaños.
Primero pasamos por Ragonvalia, un pueblo con iglesia de torre puntiaguda. En el primer barrio paramos mientras llenaban el tanque con gasolina venezolana, traída de contrabando.
Ragonvalia tiene casi al frente a Las Delicias, un pueblo del vecino país que se ve desde distintos puntos del camino.
Tras cuatro horas de viaje, llegamos a Herrán. Lo primero fue subir a la parte detrás de la iglesia en donde está la Estación de Policía, una edificación de tres pisos bien resguardada.
Converso con los agentes y al despedirme les muestro la cámara:
‘Me voy porque yo también hago ronda por el pueblo y tengo con qué disparar’.
Todos nos reímos.
Tranquilidad y limpieza
La iglesia de Herrán, está bien. Dentro del templo se destaca el cuadro Histórico alusivo a la fundación de Herrán en 1.875.
Quien se ubica en el atrio de la iglesia puede ver los dos miradores: el del frente y el de la Virgen del Perpetuo Socorro que está a un lado y en lo más alto.
Frente al atrio se aprecia el parque Simón Bolívar, con pinos a los que con tijeras podadoras les han esculpido osos, pájaros, sombreros y otras figuras.
Fuera de ser muy ordenado, los jardines del parque se contagian como una epidemia decorativa a los frentes de las casas. Rosas, sanjoaquines y violetas crecen sobre el antejardín o dentro de macetas improvisadas.
Herrán es un pueblo cercado por montañas y de topografía quebrada pero agradable. El plano accidentado, es más lo que suma que lo que resta. Desde cualquier ángulo se ve todo muy divertido.
Eso sí, lo menos bueno es la falla geológica que amenaza con partir en dos el casco urbano y ya ha dado al traste con la alcaldía, el colegio y algunas viviendas.
Venezuela al lado.
Al occidente del pueblo el terreno se pierde en una hondonada por cuyo fondo transcurre el río Táchira. Total que la cordillera que se aprecia al otro lado, es territorio venezolano.
En una de las tiendas que visito veo cómo se exhiben productos traídos del vecino país. Por ejemplo, la crema de arroz con la cual se hace papilla para los bebés, es producida al otro lado.
La limpieza y el aseo me ha impresionado. En varios sitios del parque y las calles hay recipientes para depositar las basuras. Todas las calles tienen cubierta en piedra y pisa-huella en cemento.
Solo me faltó visitar ‘La piedra Media Libra’ y el pequeño puente peatonal e internacional.
Para la Navidad del 2017 EPM obsequió a Herrán un hermoso alumbrado que se puede admirar en este video:
Acá habitan en total 4.000 herraneses, 1.000 en el pueblo y 3.000 en las veredas.
Alcaldes de Herrán han sido: Otoniel Bautista entre 2011 y 2015; Franio Guillén Orozco Fernández del 2016 al 2019 y hasta el 2023 es el señor Hernando José Cely Mogollón.
Domingo 27 de agosto de 2017