Hatillo de Loba (Bolívar).
Adelante de El Banco, los dos brazos del río Magdalena: Mompox y Loba, forman la isla de Margarita, el territorio insular más extenso de Colombia.
Hatillo se encuentra en el extremo oriental de la isla fluvial, donde comienza el brazo de Loba.
Me cuentan que a una hora y media de Hatillo en moto, se llega a Mompox sin pasar en ferry ni chalupa, pues tanto Hatillo como Mompox están en la misma isla fluvial que forman los dos brazos del río.
Paisaje biodiverso.
A esta hora matutina la luz solar está bastante inclinada, el agua del río se parece a un gran espejo en el que todo se refleja.
A diferencia de Barranco de Loba, Hatillo sí tiene el casco urbano ahí no más, a orilla del Magdalena.
A cinco minutos del pueblo en moto, se puede visitar la Ciénaga de Palanquillo, uno de los atractivos naturales del municipio.
Recordemos que nos encontramos en plena Depresión Momposina, una región con más de mil espejos de agua y escala obligada para aves migratorias procedentes de Canadá, que se abastecen en las lagunas.
La riqueza paisajística y de fauna y flora de la región es maravillosa. Abundan anfibios como nutrias, galápagos, tortugas y babillas. En los caños y ríos es posible pescar mojarras, bocachicos, barbudos e incluso la bella mojarra lora.
Obras Públicas.
El edificio de dos plantas de la administración municipal es el más destacado y mejor presentado en Hatillo de Loba.
Parece que la administración anterior realizó algunas obras importantes como el muelle en cemento y con barandas metálicas, en donde atracan las chalupas que llegan al puerto. También un malecón con casetas que están ahora para arrendar.
Además Oledis Arias Jiménez rehabilitó la vía que llega a los corregimientos de Juana Sánchez y San Miguel, como también colocó la placa de cemento en la principal calle del pueblo que une la iglesia con el cementerio, de paso por la alcaldía.
Cuando el río era navegable, Juana Sánchez era una señora que vendía carbón y leña en ese lugar y de tanto parar las embarcaciones allí, el sitio terminó asumiendo el nombre de la comerciante.
Sitios de interés y Fiestas.
La iglesia de Hatillo de Loba se ve bien, pintada ahora de colores amarillo y blanco. Lo menos atractivo es el altar central, muy decorado para las fiestas patronales.
Acá en Hatillo de Loba también encuentro arreglos florales o con palos o piedras al frente de las casas. Qué bien, parece entonces una costumbre propia de los pueblos del Brazo de Loba en el río Magdalena.
Diseños simples pero de gran gusto, jardines con flores sencillas y coloridas, el frente de las casas barrido, pedazos de concreto puestos con sentido, piedras con hojas secas pero sin basuras, en fin, arreglos humildes y naturales que hablan muy bien de los barranqueros y reflejan el buen gusto y la nobleza de los habitantes de cada residencia.
Así que me llevo buena impresión de los hatillanos, las personas con las cuales he conversado, han sido personas amables.
Fueron mujeres hatillanas las que promocieron en 1.994 la independencia de Hatillo de Loba de su vecino San Martín, para formar un nuevo ente territorial. En aquel entonces se alegaba que los recursos no llegaban al corregimiento de Hatillo, sino que se quedaban en la anterior cabecera municipal de San Martín de Loba.
Detrás de la alcaldía, al fondo del pueblo, está la cancha de futbol con graderías y la biblioteca muy colorida por estos días.
En el mes de julio de cada año se celebran las Fiestas Patronales en honor de San Joaquín y Santa Ana.
Desfile de comparsas, vara de premios, cabalgatas y corralejas hacen parte de los festejos. Y lo más autóctono: el Festival de Tamboras y los Bailes Catados.
Espera entretenida.
Después de recorrer algunas calles en moto, regreso al puerto para esperar lancha hacia el último municipio que me falta conocer de esta zona: San Martín de Loba.
En Hatillo ‘se me pegó la aguja’, como una hora estuve aguardando chalupa en dirección a El Banco. Menos mal había sombra y bancas en el muelle y el paso de las canoas o embarcaciones más grandes a través de la corriente, no deje de ser un panorama entretenido para un citadino como yo.
Otras dos personas también necesitaban viajar y, a un lado del muelle dos jóvenes se tiraban al río haciendo vuelta canela o arrojaban la atarraya o chinchorro al agua, sin mucha suerte.
Ahora pasó ‘el lechero’, una embarcación larga y grande que recoge las canecas plásticas y azules en las cuales se empaca la leche.
La alcaldesa de Hatillo de Loba hasta el 2019 fue Maryolis Isabín González Amariz. Y hasta el 2023 el señor Oledis Arias Jiménez, quien también había sido burgomaestre 2012-2015.
Acá habitan en total 11.000 hatillanos, 3.000 en el pueblo y los 8.000 restantes en los campos.
Viernes 15 de septiembre de 2017
Se ve como un buen municipio, super bonito.