Guayabal de Síquima (Cundinamarca).

En límites con Villeta y al centro-occidente del departamento de Cundinamarca se levanta Guayabal de Síquima: ‘Puerta de Oro del Magdalena Centro’.

El Cacique Síquima fue quien dio el apellido a este municipio, del cual no había escuchado hablar antes. Para algunos el término indígena significa ‘Vuestro Paraiso’.

Al entrar al pueblo desde la parte de arriba se observa hacia el sur, el Coliseo que están terminando de construir y la Plaza de Mercado, grande pero de poco uso.

Una iglesia valiosa.

Las tres edificaciones religiosas: templo parroquial, casa cural y atrio con balaustres redondos, forman un conjunto agradable y altivo.

En el templo abundan los detalles para admirar: el altar tallado en madera, con imágenes de santos en sus nichos. La mesa de los oficios también de tallas finas.

Los vitrales del coro, sin ser muy pulidos se ven bien, lo mismo las tallas de la puerta principal con el escudo episcopal en alto relieve.

Pero lo más hermoso de la iglesia es el piso en baldosa antigua y de diseños poco comunes.

Y algo mejor todavía: el reloj de la iglesia marca los cuartos de hora, gracias a  badajos que golpean campanas de buen timbre.

El parque tiene como eje una pila en piedra labrada con cuatro rostros de monstruos que echan agua por la boca.

Atractivos de naturaleza.

Me cuentan que a dos horas a pie desde el pueblo, se pueden visitar las Cavernas del Encanto y, lo más especial, el río El Piñal que atraviesa por un túnel natural, entre dos montañas.

Hasta allá conviene ir acompañado de guía y con buen estado físico, pues el camino tiene cierto grado de dificultad. 

La Cascada San Luis es otro atractivo natural imperdible para quienes visitan Guayabal de Síquima.

Al sur oriente se observa el Alto de la Virgen, un mirador interesante desde el cual no se ve la iglesia de frente.

Arquitectura tradicional.

La vida en Guayabal de Síquima es tranquila y el ambiente ideal para educar familia. Y de esa vida apacible son testigos casas antiguas con fachadas hermosas.

Como la mansión de la familia Olave con su lema: Post tenebras spero lucem: ‘Después de las tinieblas, espero la luz’.

El Palacio Municipal, sobre el marco de la plaza es un edificio moderno de dos plantas, con buena iluminación.

Sorpresivo encuentro

Cerca del Centro de Salud  se ubica la cancha de tejo, donde enfoco las papeletas que utilizan para el juego o los hierros que se clavan en el barro del tablero.

La sorpresa vino a continuación, cuando al entregarle la tarjeta del blog a lugareños que tomaban cerveza, me entero que uno de los contertulios es Paul Vera, recién electo alcalde para el período 2016–2019.

‘Al hierro hay que darle cuando está caliente’, dice el burgomaestre para significar la manera como hará énfasis en los social, luego de ocho años en los cuales ha trabajado con niños, adultos y en la personería del municipio.

Hace cuatro años Paul había perdido la alcaldía por tan solo 40 votos y esta vez le cogió más de cien sufragios de ventaja al segundo candidato.

Una fábrica.

Cuando caminaba hacia la carretera troncal, pasé por una fábrica de zapatos tenis. Me gustó conocer el proceso y admirar el color fuerte de las piezas que llevarán los zapatos.

Una avenida decorada con palmas reales lleva directo a la carretera central donde abordo transporte para San Juan de Rioseco.

Me encantó Guayabal de Síquima donde tuve una excelente acogida y disfruté de su buen clima y ambiente tranquilo.

Acá habitan en total 3.500 guayabalunos, 1.000 en el pueblo y 2.500 en las veredas.

Alcaldes de Guayabal de Síquima han sido: 2012-2015 Jorge Enrique Alba León; 2016-2019 Paul Vera; 2020-2023 Juan Manuel Lobo Beltrán.

Fecha de la visita: Domingo 1 de noviembre de 2015.