Guatapé (Antioquia).
Lunes 20 de febrero de 2017
En la actualidad el pueblo de Antioquia que más turistas recibe al año es Guatapé.
Y más aún, ese hermoso municipio del oriente antioqueño, es el que acoge a más viajeros de otros países.
Cómo será que en los próximos días, la Cancillería Colombiana va a colocar una Oficina de Migración en Guatapé.
Eso es mucho decir…
Y la Gobernación de Antioquia está planeando la ampliación a doble calzada, de la vía Marinilla-Guatapé, una obra de imperiosa necesidad, dado que la actual carretera es estrecha y tiene muchas curvas.
La Alcaldía de Guatapé también proyecta construir más estacionamientos pues con los que hay en la actualidad no se alcanza a cubrir la demanda de parqueaderos, para la cantidad de autos que todos los domingos llegan a ese municipio.
De ahí que si usted está pensando viajar en día festivo a Guatapé, hágalo en las primeras horas del día o, mejor aún, utilice el servicio público que se presta desde el Terminal del Norte de Medellín, en busetas modernas y con suficiente frecuencia.
En tan solo dos horas estará usted en el ‘Pueblo de los Zócalos’. El pasaje cuesta $13.500 en busetas cómodas o $17.000 en taxis colectivos.
Otra obra futurista que está próxima a iniciarse en Guatapé, es el Parque Lineal a lo largo del actual Malecón Turístico que rodea el embalse.
Se desalojarán algunos vendedores y a cambio se construirá una zona comercial, áreas de recreación y una sección de arena.
La idea es construir una zona más agradable y funcional, que no sea influenciada por el mayor o menor nivel del embalse, de acuerdo al régimen de lluvias.
De pronto la cantidad de turistas que vienen acá cada fin de semana hace que algunas esculturas se vean rotas.
Es el caso de la niña de escuela, frente a la cancha de fútbol, o las lámparas torcidas, en fin, a los pueblos tan turísticos les ocurre ese lamentable desgaste.
El Pescador, la Sembradora de Estrellas, el pescado, son algunas de las esculturas que adornan el corredor lineal que va de la entrada desde San Rafael hasta el ingreso desde Peñol.
Pero lo más representativo de Guatapé son los zócalos que decoran las fachadas de casi todas las residencias y establecimientos comerciales.
En ellos se representan escenas de la vida cotidiana de los guatapenses, en su mayoría personas dedicadas a la agricultura, la ganadería o las actividades náuticas.
También son muy decorativas las flores que las amas de casa siembran en materos colgantes o sobre el piso.
La fachada de la alcaldía se ve muy bien en la mañana, cuando el sol le da de frente.
Los colores tan llamativos y contrastantes de algunas ventanas, le dan un toque de color a todo el pueblo.
Casi todas las calles del centro tienen faroles de pedestal muy bonitos y de muchos aleros cuelgan matas de flores coloridas.
La iglesia está bien, pero se aprecia un tanto oscura por la madera que forra los muros y las columnas.
Vale la pena recorrer además el Parque Lineal con preciosa vista sobre el embalse y el malecón, especialmente durante el ocaso.
Unas fotos que tomé del lago, quedaron espectaculares.
Lo mejor es venir a Guatapé en día de semana, pues se puede disfrutar de las calles, sin autos parqueados contra las aceras.
He venido muchas veces a Guatapé, pero esta vez me pareció Guatapé demasiado colorido, como atacado y tal vez con exceso de ornamentación.
Desde mi punto de vista, no deja de ser un pueblo ‘hecho para’ los turistas.
Menos mal lo que más disfrutan los viajeros que vienen a este destino son las actividades náuticas y el ascenso al Peñón de Guatapé que ese sí es un paseo encantador.
Desde la parte alta de la piedra, la vista sobre el embalse con todas sus entradas, es excepcional.
Lo mismo las lanchas, los veleros, las motos-marinas, los barcos-restaurantes y demás embarcaciones que surcan el espejo de agua y le dan al paisaje un toque dinámico y encantador.
La estela que las embarcaciones a motor dejan sobre el agua, te quitan el aliento.
Y ni hablar del cable aéreo que tanto gusta a los más jóvenes.
En Guatapé habitan en total 6.000 personas, 4.500 en el pueblo y 1.500 en las veredas.
El alcalde hasta el 2019 es el señor Hernán Darío Urrea Castaño.