Guachetá (Cundinamarca).
Lunes 6 de junio de 2016
En el Terminal de Transportes de Chiquinquirá abordé una buseta hasta el corregimiento de Capellanía cerca a Guachetá, un municipio ubicado en el extremo nor-oriente de Cundinamarca.
La iglesia de una torre y base de piedra se ve muy bien frente a la plaza plana y agradable.
Delante de Susa se encuentra la laguna de Fúquene, un espejo de agua donde se reflejan los nubarrones grises que a esta hora tapan el sol.
A un lado de la carretera hay venta de canastos y demás artículos elaborados con fibra natural, material que crece a orillas del embalse.
Más adelante abundan los cultivos de papa y hortalizas. Toda esta es una región hermosa, con prados verdes y completamente plana. Parecía que iba a llover pero de nuevo salió el sol para viajarenverano.
Qué fertilidad la de estos predios. A veces se ven pastos crecidos que dobla el viento y le da formas caprichosas, de la misma manera como juega la brisa con las olas marinas.
Durante el invierno del 2011 estas tierras se inundaron, muchas cabezas de ganado se ahogaron, además de los cultivos, generando pérdidas millonarias para los hacendados y campesinos.
Capital Minera.
A la una y media me bajo en Capellanía, donde salen las partidas para Guachentá o Fúquene.
Lo primero que fotografío en la plaza de Guachetá es el busto del Cardenal Crisanto Luque quien por varios años se desempeñó como párroco en este pueblo.
También enfoco la pintura que decora la Casa de la Cultura. Allí se muestra la manera como los mineros extraen el carbón de las entrañas de los cerros que rodean ‘La capital Carbonífera y Lechera de Colombia’.
Guachetá es un municipio productor de coque, el carbón cristalizado luego de ser sometido a temperaturas altas para que más tarde cuando se utilice en las industrias, produzca calor y no llama.
La localidad está resguardada por cerros de cuyas entrañas se extrae el carbón. Este es un pueblo de mineros, se ven incluso hombres de raza negra que son los que trabajan dentro de los socavones.
Camino por la portada del Cementerio, con un Cristo Rey encima y sendas ánforas a los lados.
Mitología criolla.
En la plaza guachetuna una anciana cubierta con el típico pañolón negro me señala el Cerro del Sol, coronado con una imagen de la Virgen.
Hasta allá subían las doncellas muiscas con la esperanza de ser fertilizadas por el Dios Xué, para dar a luz al nuevo profeta de la tribu. De ahí nació Goranchacha, quien recorrió los territorios Muiscas predicando las enseñanzas del Dios Bochica.
Este mito tiene gran similitud con la idea de la Virgen y el Mesías de los cristianos.
Detrás de la iglesia está la Plaza de Mercado, moderna y bien ventilada.
Las calles guachetunas son amplias, algunas con adoquín y las otras con asfalto. Lo que me llama la atención es que casi no se ven motos en estos pueblos boyacenses.
Quizá por el frío, pero también por falta de iniciativa para correr los riesgos que implica una motocicleta.
Poco comercio.
Los guachetunos son más bien tímidos y no fue fácil obtener de ellos una información completa.
Hoy lunes festivo casi no hay en dónde comer algo, los asaderos de pollo están cerrados, deberé almorzar en Fúquene, el pueblo que conoceré en seguida.
Antes de las tres de la tarde abordo una buseta que me dejó en Capellanía, media hora después.
El conductor tuvo la gentileza de parar para que yo fotografiara los cultivos de fresas sembrados no en el piso sino sobre camas hechas con llantas viejas. Una iniciativa loable para darle un segundo uso a los neumáticos viejos.
El alcalde de Guachetá hasta el 2019 es el señor Pablo Enrique Quicazan Ballesteros.
En este municipio cundinamarquez viven en total 12.000 guachetunos, 4.000 en el pueblo y 8.000 en los campos y las minas de carbón.
Me parece muy importante labor la que esta haciendo, hay que hacer conocer del mundo nuestra
verdadera Colombia.
Qué bueno que hay personas como usted que lo valoran. Sí, es algo maravilloso y Colombia es preciosa. Saludos.
Sí, es un trabajo que vale la pena. Gracias por valorarlo, mucha suerte le deseo.