Garagoa (Boyacá).
Domingo 25 de abril de 2016
El municipio de Garagoa se encuentra al sur del departamento de Boyacá, como parte de la provincia del Valle de Tenza.
Por ser domingo la plaza de mercado está muy concurrida.
Comí tres mangos de azúcar, como entrada y luego en un restaurante frente al Terminal de Transportes fue el almuerzo de bandeja con pollo, por $5.000.
Ahora sí a conocer la Catedral, de estilo gótico, muy grande y encumbrada.
El frontis luce ahora un poco sucio, como le pasa también a la sede de la alcaldía en la esquina de abajo de la plaza, en un edificio de estilo republicano, muy bello.
Los vitrales verticales de la catedral, se ven lucidos. Esta es una iglesia majestuosa, de columnas altas y estilizadas.
El parque muy arborizado, con un monumento precioso a la Mama Pacha, obra del escultor Pablo Ávila, fallecido en el 2011 a la edad de 56 años.
En la carrera novena con calle doce está la Galería Contemporánea, donde se exhiben muchas de las pinturas del maestro Pablo Ávila.
Esperaba ver más esculturas, pero solo hay cuadros al óleo, muy bonitos eso sí. También se aprecia allí la maqueta del monumento del parque.
La hermana del maestro me cuenta que el ‘Ángel de la Resurrección’ que decora el cementerio de Duitama, también fue obra de Pablo Ávila (1.951 – 2013).
El pecado de Garagoa son las vías tan pendientes. Acá las calles son inclinadas y las carreras planas.
Garagoa es un pueblo grande, con buen movimiento comercial, edificios de tres y cuatro pisos y algunas calles con separador.
Casi todas las casas son de dos plantas, con el segundo piso ampliado sobre la acera para ganar espacio.
Por ahí se ve el Alto de Santa Bárbara, hacia el norte, donde hay una capilla pobre y desde el cual la vista sobre la localidad, en horas del medio día debe ser interesante.
En esas pasó un carro haciendo perifoneo, corrí a pedirle el favor al conductor que me llevara por $5.000 y su respuesta tajante fue:
‘Qué pena, pero yo a usted no lo conozco’.
Y está en todo su derecho, tiene razón, pero sí he notado que los boyacenses son tímidos, poco arriesgados, muy conservadores. Por eso me ha sido difícil a veces hacer auto-stop.
Puedo estar equivocado, pero me da la impresión que a Garagoa le falta señorío, a pesar que tiene algunas construcciones bonitas, como el edificio antiguo y de hermoso diseño donde funcionó el Hospital. Me encantó esa edificación, ojalá la restauren.
Y como en algunas vías están cambiando la red de alcantarillado, eso también hace que la localidad se vea como desordenada.
Otra iglesia inmensa pero moderna es la de la Virgen del Carmen, con dos boinas blancas en la cubierta. No llegué hasta allá por no subir luego la pendiente.
Está haciendo un sol amarillo y decadente, ideal para fotografiar edificios y calles de Garagoa. Con el zoom traigo hasta mí el edificio verde de las Hermanas Descalzas, no sé de qué comunidad.
En el Terminal abordé un taxi colectivo que hasta Guateque cobra los mismos $7.000 del bus. Como tuvimos que recoger otro pasajero cuya dirección no encontraba Nubia, la conductora, tuve la oportunidad de conocer calles nuevas.
Por ejemplo, pasamos frente al edificio blanco y negro con cuatro pisos del Palacio de Justicia. También la iglesia Nuestra Señora del Rosario, con torre redonda y en espiral.
Y en el nor-oriente pasamos por un lado del Colegio Talleres del Industrial, muy grande, con buenas instalaciones y prados alrededor.
Por mis compañeros de viaje me entero que en la carretera que va para Miraflores, está la entrada a la ‘Reserva Ecológica de la Mama Pacha’, con gran variedad de flores y fauna.
En fin que la tertulia que hicimos con la conductora y los otros pasajeros, fue muy agradable. El viaje hasta Guateque se me hizo corto.
El burgomaestre de Garagoa hasta el 2019 es el señor Julio Ernesto Sanabria Guerra.
En el municipio viven en total 16.000 garagoenses, 12.000 en el pueblo y 4.000 en el campo.