Funes (Nariño).
Al sur de Pasto y el corregimiento de Pedregal, son solo 8 kilómetros en subida, los que separan a Funes de la Carretera Panamericana.
Corazón de Funes.
En el centro del pueblo se encuentra todo lo importante: el parque con palmeras de tierra fría, esas de tallos robustos y muy decorativas.
La iglesia de única torre coronada con la imagen de la Virgen Inmaculada, rodeada de angelitos en la base.
De cuerpo alargado, el templo parroquial es bello y único, con baldosa clásica en el piso y en el cielo raso lámina antigua troquelada de diseño poco conocido.
El retablo central muy hermoso y al lado la imagen de San Pedro, a juzgar por las llaves que exhibe en las manos, vestido con casulla y rimbombantes atavíos de obispo.
Las ventanas y los arcos lucen decorados exclusivos que le dan elegancia al interior de la iglesia.
La mampara de la entrada muestra una pintura vieja de Jesús dándoles fuete a los vendedores del templo. Una concepción anticuada de un Dios castigador.
Más edificaciones.
La casa cural de dos plantas, contigua a la iglesia es quizá la más grande y ostentosa del pueblo. Decorada con imágenes de aves y lámparas decorativas en las escalas.
En el marco de la plaza permanecen otras tres construcciones antiguas con balcones y ventanas, bien conservadas.
La administración municipal funciona en una sede clásica, de dos plantas con barandas en madera.
En la parte de abajo del pueblo se llega al colegio y contiguo al establecimiento de secundaria, la escuela de niños.
Vista desde lo alto.
Para tener una imagen de conjunto de casco urbano de Funes, basta subir a la carrera séptima, que ahora están pavimentando, desde donde se observa muy bien todo el pueblo. En las tardes la luz es favorable, aunque la iglesia no se ve de frente.
El alto de las Tres Cruces es la mejor atalaya para divisar el valle sobre el cual se asienta el pueblo. Se necesitan buenos centímetros cúbicos en el motor del vehículo para llegar hasta la cima pero a base de acelerar en el mejor momento y con la ayuda de mente positiva, lo logramos.
Otro santuario.
En Funes también hay que visitar la Capilla de Jesús de la Buena Esperanza. Es una iglesia pequeña que está a la entrada del casco urbano.
El retablo super adornado tipo rococó, muestra en el centro la imagen del Cristo sentado en su trono.
En seguida de la capilla se observa el colegio parroquial, limpio y abierto con buenos espacios para el descanso.
Las Mojigangas.
Dentro de las festividades de San Pedro en Funes, se presentan las Mojigangas, grupos de danzas con los cuales se recuerdan hechos de la conquista. Resulta que los españoles que asaltaron estas tierras con frecuencia violaban a las indígenas.
Entonces a los indios se les ocurrió disfrazarse de mujeres y salir a danzar, para que los ibéricos se confundieran y al pretender conquistar a las ‘damas’, se encontraran con la sorpresa de que eran sus maridos, los que estaban dispuestos a defender el honor de las mujeres.
Para recordar ese hecho histórico deplorable, se realizan en Funes las Mojigangas, un grupo danzante integrado por hombres vestidos de mujeres.
El hecho que solo danzaran los hombres, también se explica porque la duración del baile era extenuante y las mujeres no podían soportar tal exigencia.
La tradición de las Mojigangas es un patrimonio inmaterial invaluable de Funes. Para fortuna de los funeños, Las Mojigangas permanece hasta el día de hoy y están presentes en la mayoría de las fiestas del municipio.
Donde tertulear.
Infortunadamente en la plaza de Funes no hay un sitio bueno para tomar café. A no ser en el salón de billares o en la cafetería y restaurante de una señora de edad.
Hacen falta mesas y sillas en los andenes dónde compartir con amigos, aunque debido al frío en las noches, muchos prefieren los sitios cerrados.
Alcaldes de Funes han sido: 2012-2015 John Henry Cundar Arévalo; 2016- 2019 Julio Eduardo Delgado Sánchez; 2020-2023 John Henry Cundar Arévalo.
Acá habitan en total 7.000 funeños, 2.500 en el pueblo y 4.500 en los campos.
Fecha de la visita: Miércoles 3 de enero de 2018.
