Festival Nacional del Burro San Antero (Córdoba).
30° Festival Nacional del Burro
Viernes 14 de abril de 2017
El Festival Nacional del Burro que cada año se celebra en San Antero (Córdoba), se inició en 1.987, para conmemorar la traición y muerte trágica de Judas Iscariote, el apóstol torcido de Cristo.
Esa es la razón por la cual el Festival se realiza en los días de semana santa.
El acto más importante es el sábado santo, cuando se hace el Concurso de Burros Disfrazados y por último se quema la imagen de Judas que durante la tarde se exhibe colgado a un lazo, tal como dice la tradición que terminó su vida el apóstol traidor.
Esta mañana de viernes santo aterricé en el aeropuerto Los Garzones de Montería y salí hacia Lorica donde tomé el colectivo para San Antero.
Desde el kilómetro 12 hasta el 14 a un lado de la troncal, hay ventas de frutas: mangos de distintas especies, murrapos y naranjas. Hermosas se ven todas esas frutas tan amarillas.
En el kilómetro 16 está el Volcán de Lodo. La entrada a San Antero se encuentra en el kilómetro 18 y, ahí mismo: el Museo del Calabazo.
Hace poco miré un video sobre esta fiesta y eso fue lo que me motivó a estar acá hoy.
Desfile de Burritos de Palo
Mientras llega la hora del Desfile de los Niños, como sandía, papaya y mangos en el centro de San Antero que, claro está, se ve muy concurrido. Las calles del pueblo están animadas, hace un sol fuerte que hace ver todo en modo fiesta.
Asistí a la Casa de la Cultura en donde unos cincuenta jóvenes, muy comprometidos y disciplinados, ensayaban bailes bajo el liderazgo de un profesor competente: motivador y con suficiente autoridad.
Por su parte la coreógrafa jefe, con su voz timbrada se hace escuchar y obedecer.
Debía haber mucha oferta de postres y platos típicos en el centro de San Antero. Solo ofrecen unos pocos dulces: de guandul, un tipo de fríjol pero más pequeño, también preparados de papaya o zapote de carne, esos sí autóctonos.
Tomo una gaseosa en el Bar El Cacique. El ambiente allí es perfecto, con sillas individuales en la acera, así
que puedo disfrutar del ambiente callejero sin ocupar mesa. La música muy buena y mucha gente tomando cerveza. Excelente el lugar.
Una moto me llevó hasta el sitio desde donde sale la caravana de niños sobre burritos den palo.
Debía arrancar a las cuatro, pero como hasta pasadas las cinco no despegó.
Para este desfile la creatividad es muy pobre. Casi todos los ‘burritos’ fueron comprados a un solo proveedor y con un único diseño, muy pocos elaborados artesanalmente.
Eso sí, en este acto participan muchos niños, todos vistiendo camisetas blancas con impresión alusiva al 30° Festival del Burro. Atrás de la procesión una banda de músicos anima el desfile.
Desfile de Burros Disfrazados
A las tres de la tarde del sábado 15 llegué procedente de Canalete y Cereté, con morral a la espalda, a ver si consigo hospedaje en San Antero. En último caso me voy puerta a puerta buscando
habitación para esta noche, pensé.
No fue necesario porque en una casa con hospedaje me arrendaron la alcoba de atrás, con baño privado y tres camas.
Por no amanecer acá hoy sábado, me perdí la alborada que desfiló por las calles del pueblo esta madrugada.
Ahora sí a disfrutar del 30° Festival Nacional del Burro, ya con dormida asegurada.
Una moto me llevó hasta la gran plaza en donde se celebra el festejo. Fotografié la imagen del burro que se exhibe a la entrada y recorrí los puestos de venta.
Hace un sol fuerte, mejor para que todo luzca luminoso. Algo muy positivo es que acá en San Antero no es como en las fiestas del interior donde los precios de las comidas son inalcanzables.
No, se cobra lo mismo por un almuerzo, como si no se estuviera en carnaval. También porque en las grandes ciudades el costo de los arriendos son por las nubes.
En un restaurante cerca a la cancha almorcé con sopa, sierra frita y patacones de plátano maduro por $6.000. Justo lo que necesitaba para estar alentado el resto de la tarde. Estas costeñas hacen de comer muy bueno.
Para estas fiestas la mayor inversión de la administración municipal se centra en los cantantes de moda traídos de la gran ciudad. Peter Manjarrés estaba programado para hoy, pero a raíz de la muerte de Martín Elías canceló su participación.
En mi concepto los aportes del municipio deberían canalizarse además en asesorar a los participantes de los desfiles para que haya arreglos más artísticos y por ahí derecho, se estimule a quienes en el pueblo, tienen manos hábiles para el diseño.
Un periodista amigo con quien estuve conversando también está medio desilusionado con la poca creatividad de los sananteranos. Y eso que él está acá hace días y ha estado asesorando a los participantes del grupo ganador: el Burro-Papa-Móvil.
Ya van a ser las cinco de la tarde y nada que llegan los burros en desfile. Parece que los organizadores no son tan eficientes, ayer la burralgata programada para las cuatro de la tarde, salió después de las cinco.
Eso sí, la gente colabora muy bien con el espectáculo, permanece tras las barandas sin adentrarse en el espacio reservado para los cuadrúpedos. La asistencia, como era de esperarse: multitudinaria.
El escenario que se dispone acá en las afueras del pueblo sí es ideal: en lo que llaman ‘el estadio’, una gran explanada amplia, abierta y ventilada, perfecta para el calor que ha hecho esta tarde.
Como a las cinco y media, fue cuando por fin llegaron los burros que concursarán con sus atuendos.
Pero cuánta pobreza artística: toman una lámina de Trump por ejemplo, la amplían e imprimen, se la colocan al burro en la cara y listo, quedó hecho el disfraz.
O con flores artificiales decoran un burro de manera tan exagerada que apenas si se distingue el jumento.
Me cuentan que en otros años instalaron rampas para que los burros subieran y bajaran a la tarima, pero esta vez no las colocaron.
Así que solo los asistentes que alcanzaron puesto en el espacio reservado para desfilar, observan bien a los animales. El resto de la concurrencia apenas si se entera por los alto-parlantes de lo que está ocurriendo en el centro.
Otro aspecto para mejorar son los animadores que, aunque tanto él como ella tienen buena voz, carecen de vocabulario abundante y sobre todo no logran tener empatía y contagiar de entusiasmo a los asistentes.
Lo que sí llamó la atención entre todos, fue el burro que tenía el siguiente letrero:
‘Burro, pero no corrupto’.
Eso a propósito de los recientes escándalos de Odebrech y Reficar en Colombia.
Antes de dejar la cancha, cuando ya iba a oscurecer, fotografié la imagen de Judas Iscariote, de barba y gorra, colgado de un andamio. Esta noche lo quemarán
como acto central de la fiesta nocturna.
Un disfraz que me pareció interesante fue el de la burra con candado atrás, a manera de cinturón de castidad.
Al final se premió al mejor disfraz: elaborado por un equipo de hombres que, a raíz de la próxima venida del Papa Francisco a Colombia, fabricó un Papa-Móvil arrastrado por burro, claro.
Acá habitan en total 26.000 sananteranos, 15.000 en el pueblo y 11.000 en las veredas.
La alcaldesa de San Antero hasta el 2019 es la señora Dennys Chica Fuentes.