Envases mínimos, beneficios máximos.

Una de las comodidades que el mundo moderno ofrece al viajero, son los envases pequeños de casi cualquier producto.

Quedó atrás la época en la que había que colocar en la maleta el frasco grande de bloqueador solar o el tarro completo de desodorante o todo el recipiente de crema para el café.

Ahora se consiguen envases mínimos de la mayoría de las cosas que utilizamos en los viajes: desodorante, jabón, crema de dientes, crema de manos, protector solar, talco, etc.

Se han puesto de moda los sachets o bolsitas con cantidades mínimas de los productos. Las Farmacias ya tienen una sección especial para esos productos en pequeñas cantidades.

Por ejemplo, la crema desodorante en envase por 12 gramos, alcanza perfectamente para un viaje de una semana. Anteriormente yo metía en la maleta una barra de 50 gramos que con el envase plástico le sumaba peso a mi equipaje.

Algunos podrán pensar que exagero, pero una cosa es cargar un morral durante media hora y otra muy distinta es tener que llevarlo a la espalda en caminadas extenuantes, días calurosos y por varios días. Ahí es cuando entenderemos la conveniencia de llevar lo mínimo.

Otro tanto podríamos decir de los productos que usamos para acompañar ciertos alimentos. Me refiero a la crema en polvo para echarle al café. Ya no es necesario cargar con el frasco o la bolsa grande, basta llevar unas cuantas bolsitas de 4 gramos cada una.

Estos productos en pequeñas cantidades son muy importantes por varias razones:

1 – A partir del 11 de septiembre de 2001 no se permiten en el equipaje de mano líquidos o cremas de más de 200 ml.

2 – En caso de pérdida del equipaje u olvido de los productos de aseo en el baño del hotel, solo extrañaremos una cantidad mínima de los mismos, los envases con grandes cantidades quedarán a salvo en nuestros hogares.

3 – Para viajar en las aerolíneas de bajo costo que restringen al máximo el peso y tamaño de las maletas, las bolsitas de productos, nos ayudarán a cargar morrales con el peso adecuado y menos voluminosos, que no serán rechazados al abordar el vuelo.

Incluso yo para mis viajes no llevo el tubo grande de dentífrico. No, en un colapsible pequeño echo la cantidad precisa para una semana. ¿Cómo?

Muy sencillo, abro el tubito por abajo, lo lleno con crema del colapsible de 150 mililitros y por último doblo y sello el pequeño con un gancho de cosedora, tal como se puede ver en la foto.

Así ahorro dinero, pues cuando se compran empaques grandes de un producto, el valor por mililitro o gramo es mucho menor.

Algunos sachets como el de la crema desodorante vienen con tapa-rosca.

Otros como el del protector solar de la foto no la tiene, así que para que la crema no se derrame ni le entre aire, lo sello con un clips de alambre y listo.

Bueno, seguro que estos consejos les serán muy útiles para sus próximas vacaciones.

Más adelante les daré otros trucos para facilitar la empacada y los desplazamientos.

Feliz viaje y que en la vida vayas siempre: ligero de equipaje.