En cuanto a equipaje: – es +.
El viajero de hoy debe cargar muy pocas cosas. Pequeñas y livianas pero útiles y a la mano. Para viajar en aerolíneas de bajo costo toca llevar un equipaje mínimo. Un morralito y ya.
Mi equipaje
Les presento mi dotación para ocho días. En el margen superior izquierdo, las chanclas plásticas muy livianas, es lo que más espacio ocupa (calzo 43), pero proporcionalmente lo menos pesado. Todo lo demás lo agrupo en bolsas de agua tratada, de segundo uso.
Cuando se es mochilero hay que renunciar a normas sociales un tanto arbitrarias. Como aquello de usar cada día ropa lavada y diferente a la del día anterior.
Ya les había dicho cómo, para el viaje de una semana solo llevo el pantalón que tengo puesto al salir de casa. Eso sí, son pantalones muy especiales en tela de algodón que repelen el mugre.
La ropa interior (pantaloncillos y camisilla) sí la cambio diario y la lavo en el baño del hotel.
Los pantaloncillos que llevo, también son pequeños: de los mismos que usa el personaje más conocido de la televisión mundial, su nombre comienza por H, (el que lo entendió, lo entendió).
Ganchos Nodriza
Quiero sugerirles tres elementos de peso ínfimo y gran utilidad, que no faltan en mi morral: Ganchos nodriza, bandas de caucho y cordeles.
Con frecuencia debo lavar ropa por la noche, en el hotel donde me hospedo. Para ello los ganchos de alambre de acero con los que nuestras abuelas nos aseguraban los pañales, son de gran ayuda.
Para los primeros viajes cargaba ganchos de pinzas, livianos pero estorbosos en el morral. Ahora solo llevo una docena de ganchos nodriza.
Tengo mi estilo para poner a secar la ropa, gracias a los ganchos nodriza. Cuellos hacia abajo y el pecho y la espalda de la camisa separados.
Porque lo que seca la ropa es el aire que cruza a través de las fibras de la tela. Así que con ayuda de ganchos plásticos para colgar prendas, que te facilitan en cualquier hospedaje, es posible colgar la ropa de la mejor forma para que se seque rápido.
No ocurre igual cuando la tela del frente y espalda de la camisa están seguidas una de otra.
En climas cálidos al día siguiente ya puedo usar la ropa lavada la noche anterior. En climas fríos el secado puede tardar un día completo.
Como se ve, los ganchos de nodriza casi no pesan y ocupan mínimo espacio. Pero la ayuda que prestan es increíble. Es como si le dijera a alguien: ‘téngame acá y no suelte hasta cuando yo le diga’.
Los ganchos de oro que ven en la foto, los heredé de mi abuela materna, así que son joyas muy valiosas para mí. (Mentiras, que va de joyas, se compran a $500 la docena en cualquier almacén de adornos).
En un hospedaje donde no había ganchos plásticos, con los de nodriza pude poner a secar la camisa pegándola de la cortina.
Y otro uso muy interesante para los ganchos nodriza: en los hoteles puede que las sábanas las cambien todos los días, pero las cobijas no. Así que una manera de mantener la sábana y no la cobija en contacto con el mentón o la cara, es asegurar ambas con los pequeños ganchos.
Durante la noche es mejor sentir, la suavidad de la tela con algodón.
Los ganchos nodriza también son útiles por ejemplo para mantener fija la sábana no ajustable que se sale del colchón
En Pasto a falta de bolsa plástica, me tocó asegurar la escarapela del bolsillo con un gancho, para no perderla entre la multitud.
Bandas de caucho
Los ‘Cauchitos’, también livianos, pequeños y de varios diámetros y grosores, sirven para atar el cable del cargador de baterías, mantener cerrados paquetes y bolsas y a las damas les es útil para agarrarse el cabello.
Hay viajeros que llevan las prendas enrolladas. Para que no se desenvuelvan, las bandas de caucho son precisas.
Cordeles
Pitas, lazos o cordones de tenis, de hasta 50 centímetros de largo o menos, que pesan casi nada, también son bastante útiles o pueden salvar al viajero en una emergencia
Los buses no siempre tienen al día los accesorios de las cortinas: así que una pita corta es muy práctica para amarrar la cortina y tener el paisaje a disposición a través de la ventana.
En el morral, un cordel también me sirve para asegurar las dos botellas pet de coca-cola ‘bebé’, en las cuales me aprovisiono de agua en cualquier lavamanos. Para mantener las botellas en su sitio, uso tiras pequeñas negras, del mismo color del morral.
Y para los viajes largos toda la noche en bus, utilizo un cordón de tenis para mantener el morral o la bolsa de mano en su puesto. De no ser por el amarre, en las curvas saldría rodando por el piso del bus.
Los invito a que desde ya coloquen en su morral ganchos, bandas elásticas y cordeles que le serán muy útiles en su próximo viaje. Si no los empaca desde ahora, más tarde se podrá arrepentir.
Y si tiene alguna idea u otro uso para los tres elementos de los que he hablado, puede escribirlo en la parte de comentarios. Será publicado una vez lo revise y apruebe.
Me parece fascinante su blog y como cuenta su amplia experiencia en sus viajes, mi admiración y respeto para usted y sus vivencias, que ganas me dan de viajar así como usted lo hace. Bendiciones y que Dios lo acompañe siempre para que siga viajando muchos años más.
Gracias Alexander por sus deseos y sí, haga realidad su sueño de viajar, y disfrute su hermosa ciudad Sincelejo y los pueblos cercanos que son muy bellos. Saludos.