El Jardín de Mercedes
Jueves 22 de junio de 2017
En los viajes me detengo emocionado ante una vivienda con flores y trato de relacionarme con la persona que las cultiva.
Eso hice al regreso de la vereda Bordones, en Saladoblanco (Huila), al contemplar una casa repleta de macetas con jardín.
No, pues, me quedé extasiado.
Es la casa de Mercedes, una señora amable que vive allí con su esposo y dos nietos.
Su jardín es de los más bellos que he visto, y eso que por estos días no tiene tantas flores como de costumbre.
‘Ojalá hubiera visto como estaban antes de la poda’, me explica la dueña.
Cuando veo plantas florecidas en el corredor o a la entrada a de una casa, siempre pienso: ‘Acá vive una familia honorable o al menos una mamá diligente’.
Porque quien cultiva flores necesariamente es amante de la vida, de la belleza, de lo natural y artístico.
Mi amiga ha cultivado flores toda la vida y es una costumbre que heredó de su madre.
Está casada y vive con su esposo desde hace treinta años. Actualmente cuida dos nietos y mantiene su casa impecable, aunque sin lujos.
Como el hijo de Mercedes fue chatarrero, la mayoría de las matas, unas sesenta, creo yo, están sembradas en ollas viejas de aluminio.
Encantadoras, la mayoría de las plantas cubren la pared de la casa, otras cuelgan del la baranda y el resto crecen en el ante-jardín.
Felicité a Mercedes por ese hermoso huerto que habla tan bien de ella y de su familia. Porque un jardín de tanta hermosura nunca estará en casa de gente mala.
Fuera de las ollas de aluminio, Mercedes también aprovecha recipientes plásticos, cuencos y cuanto tarro hondo sirva para sembrar.
Le agradecí a Mercedes su acogida y subí a la moto para continuar una correría de ensueño por carreteras veredales. ¡Me encanta!
Muy cierto eso de que en una casa con jardin artesanal vive una familia sana, digna, honesta. ???
Ah sí, por eso lamento que se esté perdiendo la caficultura por falta de campesinos que la prefieran a la vida de ciudad. Los jardines en las casas son típicos de las zonas cafeteras.