Dosquebradas (Risaralda).
Lunes 7 de diciembre de 2015
De los 14 municipios que tiene el departamento de Risaralda, solo me falta conocer o recorrer: Dosquebradas; aunque en varias oportunidades he pasado frente a su casco urbano.
Ese es otro de los objetivos de este viaje al Eje Cafetero: conocer el segundo municipio de Risaralda, con una población total de 180.000 dosquebradenses, casi todos citadinos.
Sin embargo, el Alto El Nudo es una reserva ecológica donde se pueden hacer expediciones para avistamiento de flora y fauna, con especies que solo se encuentran en ese ambiente. Tal es el caso del Oso de Anteojos, que habita en el parque natural El Nudo.
Dosquebradas me parece el menos pueblo de los municipios que conozco. Porque hace parte del área metropolitana de Pereira y, aunque tiene varios parques e iglesias, ninguno tiene perfil de parque central o iglesia parroquial.
Este municipio tiene un gran desarrollo comercial y urbanístico. Hay varios centros comerciales, industrias, bodegas y edificaciones modernas.
En este centro urbano hay también muchas discotecas, expendios de comidas rápidas y sitios de encuentro, especialmente en el sector de La Badea, que no es otra cosa que la Zona Rosa de Pereira.
Me encantó la escultura que adorna la entrada a una de esas construcciones de altura.
Recuerdo cómo era de tortuosa la llegada a Dosquebradas desde Pereira, cuando no existía el Viaducto César Gaviria y había que bajar hasta el lecho del río en una fila de carros que apenas si se movía.
Lo mismo ocurría cuando no se había construido el Helicoidal por el cual se sube ahora hacia Santa Rosa de Cabal.
El MegaBus que inicia su recorrido en el barrio Cuba al sur-occidente de Pereira, llega hasta ‘Dos-quebradas’. Pero en este municipio no hay solo dos, sino muchas quebradas, fuera de la Santa Teresita y Las Garzas, las vertientes que dieron origen al nombre del municipio.
Desde distintos puntos se observa el Hotel Tángara, que se ubica sobre la Avenida del Pollo y pertenece a Dosquebradas.
Lo primero fue caminar hasta la iglesia de Guadalupe, que tiene parque al frente y se ve interesante.
Pero está dentro de un barrio residencial, nada que ver con un templo principal pueblerino.
Por ahí hay un coliseo grande y cubierto. Parece ser que a Dosquebradas no le falta nada en cuanto a infraestructura urbanística.
Debo destacar que fui muy bien tratado por las personas con las cuales intercambié algunas palabras.
Cuando quería avanzar hacia la avenida Simón Bolívar, una señora muy atenta colocó su tarjeta cargada en el torniquete, para que yo pudiera viajar, pues en este sistema de transporte no se utiliza efectivo.
Al regreso de Santa Rosa, y al pasar de nuevo por la avenida Simón Bolívar, registré algunos puntos interesantes o estratégicos de Dosquebradas.
A la altura de la calle 58 está el Hospital Santa Mónica; en la 56, hay otra iglesia de una torre y color amarillo; en la calle 50 se encuentra la Casa de la Cultura; el CAM y la Biblioteca Municipal se ubican en el cruce de la calle 36.
Más adelante en la calle 30 sobre la misma avenida del Libertador, se encuentra la fábrica de Nestlé, llamada antes La Rosa y, en la esquina de la calle 23, donde está el centro Comercial Plaza del Sol, se ve al fondo el Oulet del Éxito.
A media mañana continué el viaje hacia Santa Rosa de Cabal, el otro pueblo risaraldense que me falta.
Subí de nuevo por El Helicoidal, que había conocido hace dos años. Desde esa estructura es muy bella la vista sobre Pereira en horas de la mañana.
