Cuando todo un pueblo estuvo pendiente de mi captura.
Marte 15 de marzo de 2016
Me ocurrió la semana pasada en Nátaga, un pueblo al occidente del departamento del Huila.
Siempre acostumbro fotografiar la Iglesia y el Palacio Municipal de los pueblos que visito. En Nátaga ya había visitado el templo y luego anduve dos cuadras abajo de la plaza, donde está la sede gubernamental.
Debía hacerlo pronto, pues la camioneta 4×4 estaba a punto de salir y el próximo transporte no partía sino dos horas más tarde.
Así que tomé las fotos de la alcaldía y subí a paso largo para tener tiempo de comprar algo de comer, antes de abordar la camioneta.
Cuando iba llegando a la tienda, un patrullero en potente moto me cerró el paso, ubicando el vehículo entre el quicio de la acera y mi cuerpo. Al momento llegaron dos policías más que habían subido corriendo desde la Estación de Policía, ubicada al frente de la Alcaldía.
La verdad no me asusté, ya me ha pasado varias veces que los agentes me piden la cédula para, a través del radio o celular, verificar que no tenga antecedentes penales.
Pero esta vez la cosa tuvo tales visos de dramatismo y urgencia que no entendí al momento. Como subí rápido desde la alcaldía para alcanzar el transporte, seguramente los policías pensaron que estaba huyendo.
Cuando la gente de las calles vieron a los policías corriendo detrás mío, todo el mundo se puso alerta. El conductor de la buseta se detuvo frente al sitio de los hechos, más para no perderse el momento de mi aprehensión, que por llevar un pasajero más.
Y no sé cómo, la gente se enteró tan rápido, pero lo que vi mientras hablaba con los policías, fue gente asomada en las ventanas esperando mi captura.
El agente de la moto me preguntó con voz golpeada, por qué le estaba tomando fotos a la Estación de Policía. Inmediatamente saqué la cámara, pasé una a una las últimas fotos tomadas con lo cual le demostré al sub-oficial que sólo había ‘disparado’ a la Alcaldía.
Ante esa prueba contundente, los ánimos se calmaron un poco. A continuación uno de los policías se comunicó con la base de datos para verificar que no tuviera deudas con la justicia.
Mientras llegaba la respuesta, les expliqué cómo yo no hago sino visitar pueblos para luego subir las fotos al blog. Y claro, les repartí tarjetas de viajarenverano.com, con los cual ellos empezaron a entender mejor el caso.
Apenas se escuchó por el radio que ‘Vallejo Villa’ no tenía nada pendiente con la justicia, entonces sí todos nos relajamos. Uno de los agentes me explicó que era que a ellos les informaron que había un señor tomándole fotos a la Estación.
En fin que el caso tuvo final positivo, cuando felicité a los policías por actuar en cumplimiento de su deber, y el sub-oficial y los agentes se fueron a abrir mi blog, para buscar relatos de pueblos donde ellos han estado o fotos de la región donde nacieron, etc.
Los que quedaron en deuda fueron todos los vecinos que esperaban ser testigos de una espectacular captura, con esposas en mis muñecas y demás. Y con toda razón, en los pueblos pequeños suceden tan pocas cosas, que la gente permanece ávida de sucesos sensacionales.
Así que de todas maneras pude viajar en seguida en la buseta que esperó el desenlace del caso y a que yo comprara un pastel de pollo a manera de almuerzo. Esa fue mi ganancia.
Jajajaja, así nos paso a los xaminates en la hermisa Pereira cuando le
Tomabamos fotos al recinto del Concejo
Pa’ que veas, gajes del oficio…
Excelentes fotos, excelentes reportajes, ayer vino usted aquí a la Alcaldía de Santa Fe de Antioquia y me pareció interesante hacer uso de la tarjeta que me dejó y hoy con agrado veo las visitas realizadas….mil bendiciones
Gracias Ruth, te deseo muchos éxitos en tu trabajo por la Ciudad Madre.