Colombia (Huila).
Lunes 5 de junio de 2017
Qué nombre, ah!
Raro un municipio con el mismo nombre del país. Pero existe.
Como que a los habitantes de Dolores y Alpujarra, los pueblos vecinos, se les hacía muy lejos llegar hasta ese sitio y entonces hablaban de que el viaje era ‘tanto como ir a otra Colombia’.
Y así fue como siguieron llamando con el nombre de la nación al municipio ubicado al nor-oriente del departamento.
El territorio de Colombia corresponde exactamente a la mano alzada que parece tener el mapa del departamento del Huila.
Al principio cuando me bajé en Neiva procedente de Medellín, la idea era llegar hasta Baraya.
Pero apenas estuve en ese municipio, vi que salía otra buseta de Coomotor con destino Colombia.
Así que corrí a alcanzar el bus que ya estaba en marcha.
Bosque seco tropical.
Lo bueno fue que a esta hora de la mañana el sol está atrás, e ilumina los campos rojizos, de extensos matorrales, muchos pencos de tallos carnosos y pocos árboles grandes.
La carretera está pavimentada aunque con algunas imperfecciones. Eso sí, circula muy poco tráfico por esta vía.
A medida que nos acercábamos a Colombia, se veían más pencos y cactus.
Estas son tierras áridas y secas, con alto nivel de erosión, parecidas a las del ‘Bosque seco tropical de la Tatacoa’.
De Neiva a Colombia son tres horas y media de recorrido.
Delante de Baraya pasamos por el cruce que va para Alpujarra, distante 40 minutos de ese punto. Allí hay un puente y al frente una casa en donde venden quesos de cabra muy ricos.
El chofer me cuenta que, si se mira en el mapa, cerca a Colombia está el municipio de La Uribe (Meta), pero no hay carretera hasta allá, habría que romper una montaña para unir las dos localidades.
Al final ya cerca a Colombia hay un tramo de vía sin pavimento y se corre paralelo a la vertiente llamada Cabrera. De ese río el conductor dice que:
‘Diario vive así de embarrado’.
Y como ya somos amigos, el chofer agrega:
‘Allí le paro para que tome la foto del pueblo’.
Y sí, se ve parte del casco urbano, el que permiten detallar los árboles que abundan en Colombia.
Oasis en medio del desierto.
Lo que se aprecia antes de llegar es un panorama muy bello, con los tres puentes sobre el incorregible río Cabrera y la selva verde que rodea el casco urbano.
Cuando subí a un pequeño cerro a disparar con la cámara, me daba dificultad tenerla firme debido al viento tan fuerte que sopla por allí. La fuerte brisa parecía venir de lejos a través del cañón del río.
Colombia está ahora sin agua. Resulta que hace 20 días el río Ambicá se llevó a su paso el acueducto, así que los habitantes tienen que surtirse con carro-tanques que traen el líquido desde Baraya.
Colombia es un pueblo sencillo, plano, con casas de una sola planta de cubierta metálica y calles bien cementadas.
El parque central es inmenso, con fuente en el centro y una tarima para eventos.
En el marco de la plaza principal se encuentra todo lo importante: la alcaldía, la iglesia, el colegio de secundaria y las oficinas de AguasHuila.
En una panadería de la calle principal pruebo los mojicones que acá los endulzan con una mezcla de mantequilla y azúcar. Sabe rico pero debe ser muy dañino. Hice a un lado un terrón del relleno.
Regreso al parque desde donde se aprecia el Alto de la Virgen de Aranzazu, desde el cual en horas de la mañana se obtiene una vista completa de Colombia (el municipio huilense).
La Loma de la Cruz es otro mirador desde el cual se aprecia la desembocadura del río Ambicá en el Cabrera.
Viajar en verano.
El cielo tiene colores azul y blanco. Hoy hace mucho sol, estamos en época seca, se siente alta la temperatura, pero no hay como viajarenverano.
Lo que preocupa en Colombia, son las grietas y fallas geológicas que rodean el casco urbano.
Un temblor reciente averió la torre de la iglesia que ahora tiene desnudo el tercer tramo.
Una moto me llevó hasta la salida sobre los tres puentes que hay para cruzar el indómito río Cabrera.
Allí me hago fotografiar. Ventea fuerte, es muy agradable esperar acá el bus que sale a las tres de la tarde para Baraya.
La alcaldesa de Colombia hasta el 2019 es la señora Zuleima Guzmán.
Dón Germán, cuando usted fue por allá, la vía era segura en cuanto a orden público?
Sí, no vi nada raro. Saludos.