Chocontá (Cundinamarca).
Martes 19 de abril de 2016
Chocontá (Cundinamarca), se encuentra a solo una hora de Bogotá, en el kilómetro 75 sobre la autopista norte.
Anoche, con muchas cobijas encima, no podía dormir a temperaturas tan bajas. Y ya ve, cerca a Chocontá están las aguas termales Los Volcanes, con cuatro piscinas y cámara de vapor volcánica.
Hoy todo ha sido impecable: el cielo azul sin nubes, el interior de la iglesia con un piso en baldosa única y la plaza principal de Chocontá sin un papel en el piso.
El rosetón central del templo dibuja una mandala de círculos concéntricos nunca vistos.
La cubierta está soportada por arcos y cornisas de ribetes dorados. Una iglesia sobria y elegante al mismo tiempo.
Mi espíritu glotón encontró un palacio en La Casa de la Torta y el Ponqué, una panadería en donde venden cuadros de leche cuajada deliciosa, a solo dos mil pesos. Cómo será que me comí solo la mitad y pedí que me guardaran el resto para el día siguiente.
En el centro del pueblo, un sol sin tapujos ilumina balcones coloniales muy bellos.
La Casa de la Cultura tiene auditorio de buena capacidad y excelentes ayudas audio-visuales.
Por el occidente se observa desde la plaza central, arriba de la montaña, una antena delgada y al lado un árbol en forma de monumento. Desde ese punto se debe observar muy bien el casco urbano de Chocontá.
Averigüé por transporte hacia ese sitio y supe que por los lados de la plaza de mercado y el poli-deportivo, se estacionan los camperos Was que viajan hacia la vereda Pueblo Viejo Parte Alta.
Hasta allá es a donde quiero llegar ahora, cuando un sol decadente ilumina todo el pueblo y permite ver de frente la iglesia de Chocontá.
Por $5.000 el conductor accedió a llevarme junto a 11 estudiantes que reparte todas las tardes por el camino. No, pues, qué maravilla.
Primero me hice atrás, junto a los jóvenes. Estuve conversando con Nancy, la chica más madura y al parecer mejor estudiante. Me cuenta que tiene habilidades para el dibujo, pero que una vez termine el grado once, se presentará como aspirante a la carrera militar.
Qué paisajes tan bellos los que se aprecian en estas laderas iluminadas por un sol veranero. Ahora sí estan verdes los prados, luego de las primeras lluvias que siguieron a ocho meses de verano intenso.
Se observan vacas alimentándose con la hierba fresca, mientras el finquero ordeña otras por segunda vez en el día. También abundan los cultivos de papa, fresa y hortalizas.
Apenas se bajaron los estudiantes, me paso al frente para conversar con el conductor.
Por él me entero que los autos de segunda que se consiguen a tan bajo precio, lo mismo que las facilidades con las que se compran las motos hoy en día, han acabado con el transporte público hacia las veredas.
Ahora en casi todas las fincas se ven una o dos motos o un Renault 4 de modelo antiguo, pero útil todavía. Ya no se justifica mantener caballos o mulas para transportarse.
Solo se utilizan los camperos con gran capacidad de carga para transportar cosechas o llevar abonos e insumos.
Incluso muchos campesinos poseen las motos sin papeles o no les pagan seguro. Cuando bajan al pueblo las guardan antes de llegar al casco urbano para, de esa forma, eludir los controles oficiales.
Mi conductor accedió a detenerse junto a la antena y árbol de forma rara, para enfocar con mi cámara todo el
casco urbano de Chocontá. Incluso se ve al extremo sur, el Eco-barrio: una urbanización de 300 casas construida hace como diez años.
Al regresar a la plaza, la fachada de la iglesia Nuestra Señora de la Salud parecía la de un templo diferente, debido al tono amarillo ocre que los últimos rayos del sol le daban al frontis.
Hacia el norte, aún permanecen las dos antenas famosas que, en los años 80 eran símbolo del adelanto en las telecomunicaciones del país y que le valieron a Chcontá el pomposo apelativo de ‘Ciudad Satélite de Colombia’.
Chocontá se reconocía por esas parabólicas gigantes que todavía se observan desde el corredor vial.
Antes de regresar al hotel, compré mangos corazón, de esos que tienen sabor a durazno y son de una suavidad increíble.
También les llaman ‘gallo de monja’, será por tanta sensualidad y sabor…
Entre los atractivos turísticos de Chocontá está también el embalse del Sisga, construido en 1.949 y poco explotado aún.
El alcalde de Chocontá hasta el 2019 es el señor Jorge Enrique Pinzón Pinzón.
Acá viven en total 19.000 chocontanos, repartidos por partes iguales en el pueblo y en las veredas.
Hola, alguien me puede informar ¿cuándo es el día de mercado en Chocontá?
Gracias
Supongo que sea el domingo, péro en la alcaldía se lo pueden confirmar.
Me gustaría saber qué son esas construcciones en zinc, alargadas con buitrones q hay a la entrada del pueblo. Gracias
No las observé o no sé a cuales construcciones se refiere. Saludos.
Son las ruinas de un proyecto de la entidad pública que para los años 80 hacia las veces del hoy Ministerio de agricultura en el cual se preveía mantener algunas provisiones de Papa y otros cultivos para la época de sequía
Ah muy bien, gracias por la aclaración. Saludos.