Cartago (Valle del Cauca) 1 / 2.
En Cerritos, escala obligada para llegar a Cartago, se puede disfrutar de una porción de piña oro miel, dulce y refrescante, ideal para mitigar el calor en cercanías del río Cauca.
Allí se toman las busetas que desde Pereira llegan hasta San Jorge de Cartago. El río La Vieja, por el cual se pasa, marca el límite entre los dos departamentos: Risaralda y Valle del Cauca.
La buseta deja los pasajeros en la Estación del Ferrocarril, ahora restaurada pero sin uso definido.
Y es que en Cartago no hay Terminal de Transportes, sino sitios en donde parquean determinadas rutas.
Catedral del Carmen.
La edificación más destacada en el centro urbano de Cartago es sin lugar a dudas la Torre de la Catedral Nuestra Señora del Carmen, una iglesia de estilo neo-clásico romano construida en los años 50 por iniciativa del Padre Hernando Botero O’byrne.
En alguna ocasión el padre Botero visitó la Catedral Nuestra Señora del Rosario de Pompeya (Italia) y, desde ese momento soñó con edificar en Cartago una torre similar, de 59 metros de altura.
Efectivamente con ayuda de la comunidad, el padre Botero logró su cometido cuando en los años 50 se terminó la torre que está separada en 20 metros del cuerpo eclesial. Para subir hasta la cima de la torre hay que sortear 310 escalas en concreto. El premio a tal esfuerzo es la vista 360º sobre ‘La Ciudad del Sol más alegre de Colombia’, que se logra desde las cuatro ventanas en la parte más alta de la torre.
Por dentro la Catedral de Nuestra Señora del Carmen de Cartago es un recinto amplio, blanco e iluminado, con 21 vitrales en los que se recuerdan las letanías de la Virgen y dos Papas recientes: Pío X y Pío XII.
Una imagen muy propia de la ciudad de Robledo, es la escultura de la Virgen de la Paz que se exhibe en la Catedral de Cartago.
Plaza viva.
En la plaza principal cartagüeña llaman la atención dos negocios: Jugos La Jarra, que vive lleno, especialmente por las tardes, y el supermercado Ara, de una cadena brasilera, que existe ya en varios pueblos vallunos y tiene un formato muy parecido a los ‘D1’ del grupo Santo Domingo.
La plaza de Bolívar de Cartago es tan arborizada como concurrida. No recuerdo otro parque al que acudan tantos ciudadanos de todo tipo. Es espacio agradable y sombrío donde se venden productos autóctonos o tradicionales: obleas, cholao, conos de maquinita, ponche, tinto a $200, café molido allí mismo, raspao, avena, capuchino, jugo de naranja, etc.
También tienen asiento en este parque, los embetunadores, los cambiadores de relojes de segunda y asesores de celulares nuevos y planes de minutos. Y otra característica para destacar del parque y la ciudad es que casi no se ven perros callejeros. Pero sí llaman la atención las iguanas que viven en los árboles del parque. Con frecuencia se les ve en el piso comíendo papaya madura.
El vendedor de ponche explica cómoe la presión para que el preparado salga del barril, se la dá la misma fermentación del maíz, que él prepara desde la víspera. Está claro cómo la gente de Cartago es amable y hospitalaria.
Sentado en las bancas de cemento, que son las más cómodas de la plaza cualquier viajero se entretiene viendo los parroquianos y a los vendedores de tinto a solo $200.
Pero lo mejor a esta hora es el concierto de pericos que todas las tardes llegan al mismo árbol a animar la noche y celebrar por la jornada vivida.
Iglesia San Jorge.
La iglesia de San Jorge, de estilo colonial y una sola torre, es el templo insignia de Cartago, ubicado en pleno parque de Bolívar.
Se trata de una singular ermita, bien conservada y sobria, donde el sacristán me enseñó la diferencia entre las imágenes, muy parecidas de San Jorge y el Arcángel San Gabriel. La del patrono de Inglaterra, el demonio a los pies del santo no tiene cachos, en cambio en la representación del arcángel, el demonio dominado, sí tiene cuernos.
Las estaciones del viacrucis, en el templo de San Jorge, lo mismo que las puertas de ingreso, tienen tallas en madera preciosas. Algunos cuadros también son esculpidos en tronco y los vitrales muy finos.
Junto a la Capilla de Santa Ana, la de San Jorge es también una Capilla Doctrinera, es decir, en donde se enseñaba la doctrina de la Iglesia, por lo que tiene a un lado una gran cruz.
Casa del Virrey.
La Casa del Virrey es una residencia construida hace 230 años, declarada Monumento Nacional y mandada a construir por el alférez Sebastián de Marisancena. Se trata de una joya arquitectónica con influencia andaluza y mudéjar que fue restaurada en 1.995.
La casa hostenta patios empedrados y pilares en madera tallada, se construyó con la idea de albergar allí al Virrey José Manuel Espeleta quien nunca la habitó. En cambio Evangelista Quintana, el autor del libro ‘Alegría de Leer’, vivió en esta residencia.
Entre otras obras de arte, se ve en la Casa del Virrey un mural con la representación en óleo de la Batalla de Los Caracolíes. En la contienda perdió la vida el General Pedro Murgueítio, cartagüeño y edecán del Libertador Simón Bolívar.
Cuentan que La Casa del Virrey tenía el privilegio llamado ‘de cadena’, según el cual, todo reo que se fugara de su prisión y alcanzara a tocar el aldabón de la puerta principal, quedaba libre para siempre.
También hablan de que esta residencia tuvo momia propia: la hija menor del alférez don Sebastián, quien la mandó construir.
En uno de los patios de la vivienda, está el busto de don Pedro Morales Pino, padre de la bandola colombiana, la de 16 cuerdas, creador de la ‘Lira Colombiana’, compuesta por 16 músicos y compositor de varias melodías, entre ellas el pasillo ‘Cuatro Preguntas’.
Acá habitan en total 124.000 cartagüeños, 122.000 en el pueblo y 2.000 en las veredas.
Alcaldes de Cartago han sido: 2012-2015 Álvaro Carrillo; 2016-2019 Carlos Andrés Londoño Zabala; 2020-2023 Víctor Alfonso Álvarez Mejía.
Fecha de la visita: Martes 2 de junio de 2015.
